Los estadounidenses acuden a las urnas el 3 de noviembre para elegir a su presidente de los próximos cuatro años.
- El actual mandatario, Donald Trump, espera repetir su victoria en las elecciones de 2016 contra Hillary Clinton e inaugurar un segundo término republicano en la Casa Blanca.
- El candidato demócrata Joe Biden, quien fue vicepresidente durante la Administración de Barack Obama, se postula como relevo en Washington tras ganar virtualmente las primarias de su partido.
Lo más importante
Las encuestas de intención de voto apuntan en la dirección de una presidencia de Biden.
- Sin embargo, aunque exista un consenso general en los sondeos, los pronósticos suelen cambiar, más aún cuando queda tiempo por delante para la contienda electoral.
¿Cuál es el contexto?
Trump debe defender su candidatura de las arremetidas de Biden en seis frentes de campaña principales centrados en los puntos más delicados de su presidencia en el último año:
- Gestión de la pandemia: la respuesta laxa y tardía del Gobierno en un país sin sanidad universal y la elevada cifra de contagios que el 26 de marzo situó a EE.UU. como el primer país del mundo en casos confirmados de COVID-19.
- Crisis económica y paro: el impacto de la contingencia sanitaria en un mercado laboral que en abril registró su tasa de desempleo más elevada (14,7%) desde la Gran Depresión de los años treinta.
- #BlackLivesMatter: el asesinato de George Floyd y la escalada de protestas contra el racismo y la violencia policial, cuyos manifestantes recibieron la firme condena y oposición del presidente.
- ‘Impeachment’: el proceso de destitución contra Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso, que concluyó en febrero con su absolución en el Senado.
- Política migratoria: la mano dura contra la inmigración irregular, la separación de menores de sus padres en la frontera con México y el intento fallido de poner fin a la DACA, el programa que impide la deportación de migrantes no documentados que llegaron como niños a EE.UU.
- Política exterior: la espiral de tensión con Irán tras el asesinato del general Qasem Soleimani, la guerra comercial con China, el fracaso en las negociaciones de paz con Corea del Norte y las múltiples acusaciones del ex consejero de Seguridad Nacional John Bolton publicadas en su libro.
¿Qué hay que tener en cuenta?
La cita electoral se encuadra en un escenario político delicado para Trump, que ha visto cómo su popularidad ha ido mermando progresivamente desde abril.
- La última encuesta nacional de Gallup, difundida el 9 de junio, revela que el 39% de los estadounidenses aprueba la gestión de Trump, frente al 57% que la rechaza.
- Según los datos recopilados por el portal de análisis de opinión pública FiveThirtyEight, el índice de aprobación medio de los sondeos fluctúa en torno al 40%, tanto en las muestras de población adulta como en las específicas de votantes.
Históricamente, la popularidad del presidente no suele variar de forma sustancial desde el mes de junio de un año electoral hasta el día de la votación, que en EE.UU. siempre tiene lugar en noviembre.
- Desde la proliferación de las encuestas en 1940, han sido 13 los mandatarios que se han postulado a otro término. De media, sus índices de aprobación en sondeos de Gallup variaron tan solo 3 puntos porcentuales en los cinco meses previos a la fecha de los comicios. Según esta estadística, la aprobación de Trump no subiría del 45% el 3 de noviembre, en el mejor de los casos.
- En cuanto al índice de aprobación neto –la diferencia entre la aprobación y el rechazo–, en el presidente promedio solo varía 6 puntos entre dicho período. Es decir, los 8 puntos negativos que posee actualmente Trump en la última encuesta de Gallup subirían, como mucho, a los 2 puntos negativos el día de las elecciones. Dicho de otra manera, la tendencia indica que Trump acudirá a los comicios del 3-N con una aprobación neta negativa, a no ser que rompa los pronósticos y aumente la cifra en más de diez puntos.
- En las elecciones de medio mandato de 2018, que acabaron con la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, el presidente acudía con una popularidad similar: 40% de aprobaciones y 54% de rechazos (-14 netos).
#Fact
Pese a todo, Trump aún no está acabado. Los sondeos nunca son infalibles y la historia demuestra que cuenta con tiempo suficiente para revertir la correlación de fuerzas y ganar en popularidad:
- Harry Truman fue reelegido con una victoria inesperada en las elecciones de 1948, después de que su índice de aprobación neta aumentase 20 puntos en los cinco meses previos a los comicios.
- Lyndon Johnson, por su parte, perdió más de 15 puntos entre junio y noviembre de 1964, y aun así se hizo con la presidencia.
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