La plataforma ‘Médicos por la verdad’, creada a finales de julio de este año, lleva desde que comenzó la pandemia difundiendo bulos sobre el coronavirus. El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España ha iniciado los trámites de apertura de expediente informativo contra este grupo de negacionistas de la pandemia para valorar si vulneran el Código Deontológico.
Ahora es una de sus integrantes, la doctora Mª José Martínez Albarracín, quien ha aparecido en un nuevo vídeo asegurando que los vacunados contra el coronavirus podrán contagiar a personas sanas y que las futuras vacunas causarán la esterilidad de aquellos que se la inoculen. Os explicamos lo que sabemos.
Contagios y vacunados
En conversación con Newtral.es, el presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García Rojas, rebate el argumento de que los vacunados contagien: «Teniendo en cuenta que las coberturas vacunales en España durante el primer año de vida son superiores al 95%, deberíamos estar tremendamente enfermos. La presencia de las enfermedades prevenidas por vacunas es ínfima, y está asociada precisamente a las bolsas de no vacunación». El vacunólogo argumenta que «frente a la realidad no caben especulaciones. Hay que asumir la realidad como evidencia científica, no como creencia».
En el mismo sentido, se expresa el doctor Luis Ignacio Martínez, especialista en medicina preventiva y salud pública: “la posibilidad de que un vacunado contagie existe para alguna vacuna, pero aún así sería remota si las medidas de higiene se realizan correctamente”.
El miembro del Hospital Universitario de San Sebastián pone como ejemplo el caso de la vacuna de la varicela ya que, explica, “puede producir una varicela muy leve, y en el caso de que se produzcan los clásicos granitos, sí que se recomienda que se aisle a esas personas o se cubran esas lesiones porque se puede transmitir”.
“Estamos hablando de un riesgo prácticamente nulo si se hacen bien las cosas”, sentencia.
En este artículo explicamos lo que sabemos de la investigación llevada a cabo por la Universidad de Oxford y AstraZeneca para dar con la vacuna contra la COVID-19. Más allá de la seguridad del producto, el protocolo de este laboratorio determina que su vacuna se considerará efectiva si funciona, como mínimo, en el 50% de los voluntarios. Es lo que exigen agencias de regulación de medicamentos como la FDA de EE.UU. Hasta la fecha, en cientos de voluntarios, la respuesta está siendo prometedora, igual que en otras vacunas. Y la mayoría de efectos adversos, muy leves.
A pesar de la flexibilización en los plazos, las vacunas siguen siendo seguras
La doctora Albarracín asegura que Pedro Sánchez ha aprobado leyes para que «se investigue» en vacunas «no probadas», pero el Gobierno no ha aprobado ninguna ley. Lo que ha hecho es aprobar un fondo de investigación para los proyectos que está desarrollando el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y realizar una compra conjunta con la Unión Europea de 300 millones de dosis de la vacuna que está desarrollando la farmacéutica AstraZeneca.
Albarracín no ve con buenos ojos esta compra porque dice que estas vacunas no se han probado, no se han estudiado y no se sabe qué consecuencias tienen para la salud, pero esto no es cierto. Pese a que se han acortado algunos plazos debido a la gravedad de la pandemia, algunas vacunas llevan testándose en voluntarios desde el mes de marzo.
En España ha comenzado a probarse la vacuna del laboratorio Jannsen en 190 personas en un estudio que durará entre 14 y 16 meses, según explicó a Newtral.es el médico Alberto Borobia, coordinador de Ensayos Clínicos del Hospital La Paz.
Para que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) autoricen la comercialización de una vacuna, esta debe superar todas las fases de investigación preclínica y clínica llevada a cabo por los laboratorios. La fase en la que se encuentra la vacuna de Jannsen es la II. Mientras que en la primera se busca descartar defectos graves, en esta se pretende confirmar la seguridad y ajustar la dosis de la vacuna.
La tercera y última fase debe demostrar que una vacuna es eficaz y segura en pruebas con miles de participantes. Esta es la fase en la que se encontraba la vacuna de Oxford/AstraZeneca, cuando tuvo que suspender el ensayo durante unos días para garantizar la seguridad tras detectar un efecto secundario nocivo en uno de los participantes. El ensayo se retomó unos días después. Como explicamos en Newtral.es, este tipo de suspensiones son relativamente habituales.
«Se trata de un ejemplo claro de la seguridad de las vacunas», asegura Amós Rojas, presidente de la AEV. «A pesar de haberse ensayado en más de 1.000 personas, se ha paralizado el proceso hasta que se ha estudiado ese evento secundario y se ha comprobado si ha sido un evento de casualidad o de causalidad».
«Es cierto que se han acelerado los tiempos en la producción de esta vacuna, pero es que estamos en una situación extraordinaria, inédita», explica Rojas. «Estamos en una pandemia que ha dado lugar a muchos muertos y a una desestructuración social tremenda, a colapsos en el sistema sanitario… Necesitamos instrumentos de control lo más rápido posible».
Ante la más mínima duda sobre la seguridad del producto, esta tiene que ser revisada, aunque sea solo un caso entre miles. El Ministerio de Sanidad ha recalcado a Newtral.es que «a nivel internacional se trabaja para que todas las vacunas cuenten con la autorización de los órganos reguladores pertinentes que certifican que cumplen las garantías necesarias para su administración, garantizando su necesaria seguridad y eficacia».
No hay un lobby eugenésico detrás de las vacunas de la COVID-19
Albarracín dice que los filántropos provacunas como Bill y Melinda Gates «son de tendencias eugenésicas». Esta es una teoría muy extendida debido a una charla TED que el cofundador de Microsoft dio en 2010 y en la que, según una teoría conspirativa, supuestamente dijo que quería reducir la población mundial mediante vacunas. Sin embargo, se trata de una tergiversación de sus palabras.
En dicha TED Talk, Gates habla de cómo reducir el CO2 que expulsamos a la atmósfera. Una de las soluciones que aporta es la reducción de la población mundial en un 10 o un 15%. Gates no estaba diciendo que hay que exterminar a parte de la población que actualmente vive en el planeta, sino a que es necesario reducir el crecimiento demográfico mundial. El magnate cree que esto es posible disminuyendo la mortalidad infantil, mediante un mejor y mayor acceso a medicinas y vacunas.
Gates aclaró este asunto más adelante, tal y como recogió el verificador Snopes.com: «Sociedad tras sociedad, cuando la mortalidad cae —específicamente, por debajo de 10 muertes por cada 1.000 personas— la tasa de natalidad le sigue, y el crecimiento de la población se estabiliza (…) Muchos padres no eligen tener 8 hijos porque quieran tener grandes familias, lo hacen porque saben que la mayoría de sus hijos morirán». Gates tampoco ha dicho que la vacuna contra la COVID-19 podría matar a 700.000 personas, como ya explicamos en Newtral.es
La doctora también dice que hay 400.000 niños paralíticos en África por polio «por la cepa de la vacuna de Bill Gates». Es un bulo que también ha difundido el lobista antivacunas, Robert F. Kennedy, aunque, en su caso, el sobrino del expresidente estadounidense difundió el bulo refiriéndose a la India. Sin embargo, esta es una falsedad que ya hemos desmentido en Newtral.es. Tal y como explicamos, según datos recopilados por la OMS, entre el año 2000 y el 2019 solo ha habido 17 casos de poliomielitis de origen vacunal (cVDPV) en la India, mientras que en todo el continente africano se han reportado 1.150 durante el mismo período.
No hay evidencias científicas de que la vacuna pueda causar esterilidad en la población general
Albarracín utiliza a su favor un falso rumor surgido en 2014 según el cual la vacuna del tétanos causó infertilidad en las mujeres de Kenia que se la inocularon. El falso rumor, surgido de una acusación de los obispos keniatas, fue rebatido por el Ministerio de Sanidad del país y en un comunicado conjunto de la OMS y Unicef.
La doctora y el autor del vídeo comentan que este tema se censura en la prensa, sin embargo, medios como The Washington Post o Le Monde y verificadores del IFCN como Africa Check o Snopes se hicieron eco del desmentido y categorizaron esta información como falsa.
Según los citados medios, los rumores habrían sido iniciados por grupos provida y llevarían circulando desde hace dos décadas en países como México, Tanzania, Nicaragua, o Filipinas; lugares en los que la OMS y Unicef realizan campañas de vacunación contra el tétanos, tratamiento que ha logrado reducir los fallecimientos mundiales por esta enfermedad en niños de 787.000 en 1988 a 25.000 en 2018.
La doctora relaciona estos argumentos falaces sobre Gates o la vacuna del tétanos con una teoría según la cual el SARS-CoV-2 podría atacar los órganos reproductores y producir esterilidad. Para ello, Albarracín se fundamenta en que la mayoría de los receptores ACE2 del coronavirus se encuentran en los testículos, los ovarios, el endometrio y en los tejidos embrionarios.
«La vacuna ni siquiera está en el mercado, el escenario que plantean me parece casi de ciencia-ficción», explica el presidente de la AEV. El catedrático de Biología Celular del Departamento de Biomedicina y Biotecnología de la Universidad de Alcalá de Henares, Benito Fraile también niega este escenario: «Científicamente se ha descrito que la proteína ACE2 (enzima convertidora de angiotensina 2), que es una molécula relacionada con la presión sanguínea, se encuentra en el pulmón, en el tracto respiratorio, en el endotelio de vaso sanguíneo y en el riñón. ¿Qué papel tiene eso en el sistema reproductor? Ninguno».
El catedrático asegura que la teoría de Albarracín «no tiene ninguna base científica. No creo que sean realmente abundantes los receptores ACE2 en esas zonas, ya que son proteínas reguladoras de la tensión, no tiene mucho sentido que estén ahí».
Qué sabemos sobre la hipotética obligatoriedad de la vacuna
Otro de los bulos que Albarracín difunde en el vídeo es que «la vacunación obligatoria sería vulnerar las leyes». Sin embargo, nuestro ordenamiento jurídico permite la imposición de una vacuna en ciertos supuestos. «La Ley Orgánica 3/1986 habilita a suministrar un tratamiento específico con la finalidad de controlar una enfermedad transmisible», explica a Newtral.es el doctor en Derecho y director del Grado en Seguridad de la Universidad de Nebrija, Nicolás Marchal. Es decir que, «a una persona o a un grupo de personas, sí que se les puede obligar a un tratamiento».
El doctor recuerda un caso en el que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de Granada ordenó la vacunación forzosa de 35 menores contra el sarampión para frenar el brote en un colegio que llegó a afectar a 46 personas. El juez se amparó en dicha ley ante la negativa de varios padres a vacunar a sus hijos.
Sin embargo, Marchal especifica que esta norma no permite vacunar a todos los ciudadanos: «A día de hoy no hay ninguna norma que obligue, precisamente porque no hay una vacuna».
El experto en Derecho explica que la sentencia de Granada se fundamentó en la efectividad de la vacuna. Marchal considera que para que se diera el caso en que la futura vacuna contra la COVID-19 fuera obligatoria en un segmento de la población, se tendría que determinar que la vacuna es eficaz en un grado lo suficientemente alto como para someter a un ciudadano a la vacunación, ya que, antes de llegar a ese punto, la ley establece que se valoren medidas menos restrictivas, «a la par que proporcionales y eficaces».
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