En 2019, cuando la economía española crecía por encima de la media europea, el Banco de España le pidió a los ciudadanos en su informe anual que ahorraran más. En concreto, anunciaba que había una «una excesiva asunción de riesgos por parte de los consumidores» y pedía a las rentas más bajas que no siguieran endeudándose.
Estas recomendaciones venían a la espera de una peor situación económica en el futuro debido a la ralentización del crecimiento de la economía. Sin embargo, nadie se esperaba una crisis como la actual derivada de la crisis sanitaria del coronavirus. Ahora, según el Estudio longitudinal sobre los efectos del COVID 19 y el confinamiento en Italia, España y Reino Unido de la Universidad Oberta De Catalunya (UOC), el 36% de los españoles han consumido sus ahorros durante un mes de confinamiento.
Pero, ¿qué es el ahorro de los hogares y qué importancia tiene? ¿Tenemos mejores niveles de ahorro que en crisis anteriores? ¿Se ahorra lo suficiente en España para poder afrontar una crisis?
La importancia del ahorro
Hay varios tipos de ahorro, pero la definición es muy sencilla: es la parte de los ingresos que no se destinan al consumo y se guarda en el presente para destinarla a consumo futuro o en previsión de necesidades. Se considera «acumulación de liquidez». En concreto, el ahorro de los hogares, se calcula con los ingresos de la familia menos el consumo y los impuestos.
«El ahorro es uno de los indicadores claves que da una imagen bastante real sobre la solidez financiera de las familias«, explica Andreu García Baquero, consultor del área de Análisis Económico y de Mercados de Analistas Financieros Internacionales (AFI) a Newtral.es. «Es un indicador que normalmente en el caso español es bastante bajo el promedio», añade.
Así, el ahorro depende de de la confianza que tengan los hogares en que las cosas van a ir mejor o peor en el futuro (si piensan que se avecina una crisis, ahorran más), pero también está determinado por el nivel de ingresos de que disponga la gente y el coste de vida. Así, cuanto mayor sea su renta, más dinero podrá destinar al ahorro, pero cuanto más aumente el coste de vida, más difícil se hace reducir el gasto.
La importancia del ahorro reside en que debe dar seguridad a las familias cuando llegan momentos de recesión. «Tienes que tener un ahorro suficiente para que si te viene un shock externo tengas la posibilidad de aguantar tu consumo o, aunque sea, reducirlo levemente. No es lógico que cuando llegue un shock tengas que ajustar muchísimo tu consumo o verte sin nada», alega García Baquero.
El ahorro en España y la tendencia en las crisis
En España, la tasa de ahorro se encuentra por lo general en niveles más bajos que las tasas de países como Alemania o Francia. «Aquí siempre hemos tenido un comportamiento un poco menos cauteloso y con unas tasas de ahorro más bajas», comenta el consultor de AFI. Esto se debe, además de a las expectativas de las familias, a la menor capacidad de ahorro que tienen las clases más bajas y que más tarde se ven penalizadas por ello.
«En España tenemos tasas de ahorro bastante bajas que hacen que los hogares sean bastante vulnerables cuando hay una crisis si tienen rentas bajas, con empleos menos estables… entonces este ahorro sistemáticamente bajo te penaliza a la hora de soportar estas situaciones», comenta García Baquero.
Aún así, el comportamiento del ahorro suele ser cíclico: en épocas de bonanza la tasa de ahorro suele decrecer. «Los hogares se encuentran con más confianza, las expectativas también son buenas, entonces siempre tiende a bajar un poco en España en esas épocas», explica el experto de AFI recordando que eso es lo que ocurrió en 2003 cuando la tasa de ahorro superó el 10% e inició una bajada hasta que tocó mínimos en 2007.
Las perspectivas de los hogares se suelen anticipar a las crisis con lo que se llama ahorro precaución, que aparece cuando hay unas expectativas económicas más débiles, hay más incertidumbre… y los hogares suelen tender a crearse unos colchones. «Vemos que la tasa de ahorro escala muy rápido en estas ocasiones», apunta García Baquero.
En 2018 la tasa de ahorro -que se mide como un porcentaje de la renta bruta disponible- llegó a mínimos históricos, lo que impulsó la alerta del Banco de España a los hogares. Esto, unido a la ralentización de la economía, redujo la confianza de los consumidores, y en 2019 volvieron a aumentar su ahorro hasta el 7,4%.
No obstante, hay que tener en cuenta que cuando el ahorro aumenta se reduce el consumo, lo que prepara a las familias en caso de una recesión pero a la vez frena la activación de la economía. «Cuando sube el ahorro lo que más se deprime es el consumo de bienes duraderos: lavadoras, vehículos… que son bienes más caros y de los que se puede posponer su compra», comenta Andreu García Baquero.
El problema para la reactivación llega al posponer la compra: «al final es una salida más lenta de la crisis porque se posponen decisiones de consumo«, alerta García Baquero. En esta crisis, para evitar esto se han puesto en marcha medidas como el Plan de impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción, por el que se ofrecen ayudas para cambiar de coche.
[Hasta 4.000 euros de ayudas del Gobierno para cambiar de vehículo]
«Se ahorra porque las expectativas de la economía son peores, y con ello se baja el consumo, y al final se está generando un impacto en la economía que no es el deseado», explica el experto de AFI.
El ahorro ante el coronavirus
En cuanto al ahorro durante la crisis del coronavirus, García Baquero espera que se vea un repunte del ahorro en el primer trimestre de año «por el parón que hubo en la segunda mitad de marzo» y más impacto en el segundo. «Con todo lo que ha estado la actividad paralizada durante abril y mayo, pues al final es un gasto que no se ha producido y va a repercutir en la tasa de ahorro», comenta.
Sin embargo, esa no es la realidad con la que se enfrentarán todos los hogares, ya que muchos no cuentan con capacidad de ahorro. «Las familias que tengan un poco de espacio financiero sí que tenderán a ahorrar más y las familias de niveles bajos que hayan perdido su empleo o que estén incluso en un ERTE y tengan una pérdida de renta… esa gente realmente no tiene capacidad para generar ahorro», lamenta García Baquero.
El ahorro se va a producir en los hogares de mejor posición económica
Es por ello por lo que el 36% de las familias asegura que han consumido sus ahorros durante un mes de confinamiento. «Venimos de una época donde no había mucha capacidad de ahorro y la situación de confinamiento ha impactado aún más sobre las personas en posiciones socioeconómicas mucho más débiles con una capacidad de ahorro no muy elevada», explica a Newtral.es Francisco Lupiánez, cofundador de Open Evidence, creador del estudio y profesor de la UOC.
«Las medidas de ayudas económicas fueron anunciadas casi inmediatamente por el Gobierno, pero el dinero no llegó de forma inmediata, lo que agrava la situación de estrés que estaban viviendo los hogares», explica Lupiánez. «Entendemos que parte de esas personas que se han podido gastar los ahorros durante el confinamiento, podrán tener dinero una vez que cobren los ERTEs, aunque será para el consumo, no para el ahorro«, anticipa.
[Trabajadores afectados por ERTE que aún no han cobrado prestación]
Así, el ahorro se va a producir en los hogares de mejor posición económica que quieran ser prudentes, pero las rentas más bajas no van a contar con esa opción. «Seguramente no vayan a ahorrar pero porque no pueden, porque si pudieran sí que lo harían. Esa gente, lo que va a hacer es que va a ajustar su consumo», explica el consultor de AFI.
Esto se deriva en que el impacto que habrá en el consumo en la crisis derivada por el coronavirus «va a ser muy alto». «Hemos tenido confinamiento y cierre de negocios, además tienes personas que pudiendo ahorrar, ahorran y familias que van a consumir menos porque tiene menos renta», comenta García Baquero.
Situación ideal del ahorro
El propio Banco de España reconoció en su informe que es «muy difícil poner un número al nivel de ahorro». Por su parte, el experto de AFI alega que «depende de la economía, del comportamiento de los hogares, de su comportamiento histórico…».
[Diccionario económico de la crisis del coronavirus]
«Se puede decir que la tasa de ahorro española debería ser un poco mayor pero es muy complicado porque si de repente empiezas a mandar mensajes de ‘hay que ahorrar más…’ al final al corto plazo lo que estás produciendo es una menor demanda interna y una rebaja del consumo importante, que te puede provocar una desaceleración», alerta García Baquero.
Aún así, añade que «las tasas que hemos visto en los últimos 3, 4 años son tasas muy bajas de cara a afrontar un shock externo». «Una tasa más cercana a un 10% sería un poco mejor», concede.
Reactivación de la economía
Así, García Baquero asegura que hay varios factores que pueden retrasar la recuperación económica y el consumo. Por una parte, que dicho consumo no se recupere porque de verdad en el impacto haya creado un daño estructural en la economía: «mucha destrucción de empleo, hogares que tienen una caída importante de los ingresos y no la recuperan…», comenta.
O, por otra parte, que se alargue la crisis «simplemente porque no hay una percepción de que las cosas están bien y que a futuro va a mejorar». «Si cada uno toma las decisiones a nivel individual pensando ‘voy a ahorrar un poco más porque no veo claro cómo está el futuro’, al final eso va a deprimir la economía», explica el experto de AFI.
García Baquero incide en que hay que tener en cuenta que para reactivar la economía, hay un componente de expectativas muy potente. «Si al final la perspectiva de los hogares es de que el coronavirus y la crisis es algo muy temporal, el ahorro precaución va a ser menor», pero añade: «el problema viene cuando la mayoría de los hogares cree que, aunque ya estemos desescalando y los casos sean menores, en verdad no nos estamos recuperando, y con ello van a ser más reticentes a recuperar su consumo como lo hacían antes», alerta García Baquero.
Parece la cuadratura del círculo, como creo que nos referimos a España el ahorro ha disminuido de forma brutal, es más si no acaba proto la pandemia tendremos problemas sociales.