Tras 195 días desaparecido, el Departamento de Seguridad de Euskadi ha confirmado que los restos óseos encontrados en el vertedero de Zaldibar son de Alberto Sololuze, uno de los trabajadores sepultado tras el derrumbe del pasado 6 de febrero.
El pasado domingo, el equipo de rescate encontró un hueso envuelto en una tela a 23 metros de profundidad, el equivalente a un edificio de ocho pisos. Hacía unas semanas, los trabajos se habían acotado a la ‘zona caliente’, próxima a la zona de la báscula, donde se sospechaba que se podía encontrar Sololuze, ya que esta era su zona habitual de trabajo, como se detalló desde el Gobierno vasco. Las pruebas forenses de ADN han comprobado las sospechas.
Por ahora, las autoridades han entregado al Juzgado el informe con los resultados de las pruebas y han solicitado permiso para comunicar la noticia a la familia. Mientras, continúan las labores de búsqueda.
Todavía quedan por encontrar los restos de Joaquín Beltrán, el otro desaparecido en la avalancha de residuos.
“Es una noticia que viene tarde, no podemos decir que es una buena noticia puesto que son los restos, pero sí una noticia muy esperada que todo el pueblo esperaba desde hace mucho tiempo y la recibimos con buenos ojos”, señala Janire Elgeta, portavoz de la plataforma Zaldibar Argitu, que durante estos meses ha protagonizado protestas por la gestión del vertedero y ha exigido al Gobierno una rendición de cuentas sobre lo que pasó.
“Ahora pedimos que se siga trabajando en el terreno, han encontrado los de Alberto, pero faltan los de Joaquín, que sigan trabajando y las dos familias puedan descansar y darles el adiós que tanto se merecen”, añade Elgeta.
La búsqueda sigue
La búsqueda sigue para tratar de encontrar ahora los restos de su compañero, Joaquín Beltrán, sobre los que hay más dudas en torno a dónde se encontraba en el momento del desplome del vertedero, hacia las 16:00 horas del 6 de febrero.
El equipo de rescate seguirá rastreando la zona B1, en la que estiman que todavía quedan cerca de 15 días de trabajo. Si no apareciera ahí, habría que explorar otras zonas, explican desde el Departamento de Seguridad.
Elgeta considera que se trata de una desgracia que se podía haber evitado con más controles y otro modelo de gestión. “Las responsabilidades tanto públicas como privadas se siguen sin esclarecer. Queremos que se haga una caracterización de los residuos para saber qué se había recibido en el vertedero durante todos estos años y que se les hagan reconocimientos médicos a los vecinos de Eitzaga (un barrio de Zaldibar) que han vivido más cerca del vertedero”.
[¿Por qué había amianto en un vertedero de residuos no peligrosos?]
Durante 13 años los vecinos de Zaldibar, Ermua y Eibar han convivido con el tránsito de camiones cargados con residuos peligrosos entre los que había amianto, y ahora exigen que se analice cómo se hizo la gestión de estos materiales.
Fuentes:
- Departamento de Seguridad de Euskadi
- Plataforma Zaldibar Argitu
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