El 31 de diciembre de 2020 culminará el Brexit. Pasada esta fecha límite, el Reino Unido dejará de regirse por la legislación de la Unión Europea tras un periodo de transición que comenzó el 31 de enero de 2020, fecha en la que el país dejó de ser un Estado miembro de la UE. El objetivo principal de estos meses era dejar margen para que la salida de los británicos del club comunitario fuera menos abrupta y dar tiempo a que las negociaciones entre el país anglosajón y la Unión fructificaran en un acuerdo de desconexión.
No obstante, a dos semanas de que se ejecute el Brexit todavía no hay un tratado que fije la relación entre ambos socios tras la separación. El lunes 14 de diciembre comenzó el último pleno del año del Parlamento Europeo, que debe ratificar el acuerdo una vez adoptado por las partes. Si bien la Eurocámara se ha mostrado dispuesta a convocar una sesión extraordinaria a tal efecto, la realidad es que el tiempo disponible para analizar el texto y cumplir con los requisitos sería muy limitado.
Lo más importante
Tres son los puntos en los que los negociadores se mantienen estancados casi desde el inicio del proceso:
- La pesca: el porcentaje que representa en la economía británica no es muy importante, pero sí tiene un gran impacto electoral, ya que las zonas pesqueras del país son, tradicionalmente, euroescépticas. Al mismo tiempo, este asunto es importante para las pretensiones electorales del presidente francés, Emmanuel Macron, puesto que las rivalidades entre los pesqueros de ambos países son históricas.
- La competencia justa: la UE exige garantías para asegurar que las compañías del Reino Unido se vean beneficiadas con ventajas a las que no pueden acceder los Veintisiete. Bruselas pide al Gobierno británico que sus regulaciones relativas a estándares laborales, ayudas, medioambiente y fiscalidad no difieran mucho de las comunitarias cuando el país acceda al mercado europeo como país tercero.
- La gobernanza: los Veintisiete consideran indispensable el establecimiento de mecanismos que permitan resolver futuras disputas entre ambos socios de manera eficaz, como paneles de arbitraje con jueces comunitarios y británicos. Parece ser que Bruselas y Londres ya habrían salvado este escollo, según avanzó El País. Además, el pasado 8 de diciembre se solucionó el conflicto existente en torno al Protocolo de Irlanda del Norte, gracias al cual esta provincia británica dejará su frontera con la República de Irlanda abierta, entre otros beneficios.
¿Cuál es el contexto?
El 23 de junio de 2016 la opción de salir de la UE ganó en el referéndum del Brexit con un 51,6% de los votos y el 29 de marzo de 2017, la exministra británica Theresa May invocó el artículo 50 del Tratado de la UE, que establece un plazo de dos años para hacer efectiva el “divorcio”. El 15 de enero de 2019 tuvo lugar el primer intento de aprobar el acuerdo de salida del club comunitario. Dos meses más tarde, el 12 de marzo, se autorizó la primera prórroga del proceso de salida, que se postergó en tres ocasiones. Finalmente, el Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero de 2020, momento tras el que se inicia el periodo de transición.
Los británicos podían optar por una prórroga que les permitiera alargar la fecha de abandono total de la UE más allá del 31 de diciembre de 2020 si así lo comunicaban antes del 1 de julio, pero tal petición nunca llegó. Así pues, en los últimos 11 meses los equipos negociadores se han reunido mensualmente y las fechas límite se han sucedido una tras otra. Las últimas fueron el 15 de octubre y el 19 de diciembre. El primer ministro británico, Boris Johnson y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, se reunieron el viernes 11 de diciembre y fijaron un último círculo rojo en el calendario, el domingo 13 de diciembre, que finalmente también sobrepasaron y tras el que las negociaciones continúan.
¿Qué hay que tener en cuenta?
El 14 de diciembre, el jefe negociador del Brexit de la UE; Michel Barnier, se mostró dispuesto a explorar todos los puentes posibles antes de dar por perdida la posibilidad de llegar a un entendimiento. “Es nuestra responsabilidad que estas conversaciones tengan todas las posibilidades de ser exitosas. Nunca se había negociado un acuerdo tan completo de forma tan transparente y en tan poco tiempo”, subrayó Barnier en su cuenta de Twitter.
- La UE podría aplicar provisionalmente el acuerdo sin la aprobación necesaria de la Eurocámara, que votaría el texto en 2021 tras revisarlo correctamente.
- No obstante, la Comisión Europea publicó el 11 de diciembre un documento en el que se incluye una propuesta de medidas de contingencia para afrontar un escenario de no acuerdo.
- Pocos días después, los embajadores de los Veintisiete aprobaron en el seno del Consejo de la UE una serie de propuestas legislativas para preparar al sector del transporte para todos los escenarios posibles a partir del 1 de enero de 2021.
- Si Johnson se decanta por un Brexit sin alianza comercial, la oposición laborista de la Cámara de los Comunes no podrá impedírselo, puesto que los conservadores tienen mayoría absoluta desde las elecciones del 12 de diciembre de 2019.
- Si no alcanzan un acuerdo, la relación comercial de ambos se regirá por las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que implicaría nuevos aranceles y cargas administrativas.
#Fact
Un supuesto acuerdo comercial entre Reino Unido y la UE no sería, ni de lejos, el que más tiempo ha costado de conseguir. El Mercosur (pacto de libre comercio entre la Unión y Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), por ejemplo, se cerró en junio de 2019 tras 20 años de negociación, aunque todavía falta que sea ratificado por el Parlamento Europeo.
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