Más de 7,1 millones de bolivianos acudirán a las urnas el domingo 7 de marzo para elegir gobernadores, representantes en las Asambleas de los nueve departamentos del país, alcaldes y concejales de más de 330 municipios de cara a los próximos cinco años. En estas elecciones, que en Bolivia se conocen como subnacionales, hay un total de 20.000 candidatos para 4.962 cargos vacantes.
Este miércoles 3 de marzo concluye la campaña electoral, marcada por la inhabilitación y procesos judiciales contra algunos candidatos, así como por la división interna del partido oficialista, el Movimiento al Socialismo (MAS) y la confrontación con la oposición.
Lo más importante
Estas elecciones completarán el ciclo electoral que se inició con las generales del 18 de octubre de 2021 que ganó Luis Arce. El representante del partido de Evo Morales (MAS) se impuso en primera vuelta y por una mayoría absoluta del 55,1% de los votos, con un tono que aspira a ser más técnico y menos personalista que el de su mentor, quien permaneció durante 14 años al frente del país.
Con los comicios de octubre se puso fin a la crisis política y social iniciada en las elecciones celebradas un año antes, a raíz de las denuncias de fraude electoral que, avaladas por un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA), derivaron en una cascada de salidas —incluida la de Morales— , disturbios y en la toma del poder como presidenta interina de la opositora Jeanine Áñez. Por este motivo, las autoridades regionales y municipales que ahora se renuevan tuvieron que prorrogar un año su mandato.
¿Cuál es el contexto?
En líneas generales, las claves de las municipales y regionales bolivianas serían:
- Procesos judiciales contra opositores. Jeanine Áñez, que se presenta como candidata a la gobernación de Beni fue citada ante la Fiscalía, así como el aspirante opositor a la gobernación de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho. El líder indígena Rafael “Tata” Quispe también ha recibido una sentencia de dos años de cárcel por un caso de acoso político a una excandidata del MAS en las subnacionales de 2015.
- Tensión por inhabilitaciones. En Cochabamba, la inhabilitación del candidato opositor Manfred Reyes Villa provocó hasta huelgas de hambre.
- Vuelco en la localidad de El Alto, un bastión político del MAS vecino a La Paz. La expresidenta del Senado Eva Copa lidera las encuestas con hasta un 90% de favorabilidad para la alcaldía. Copa fue precisamente expulsada del MAS el año pasado después de que la cúpula rechazara su candidatura alteña y decidiera concurrir por su cuenta. Morales le ha enviado varios recados hablando de “traidores” y “oportunistas”.
- Las principales alcaldías de la zona centro de Bolivia no apoyan al MAS, según los sondeos: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, la más próspera, apoyan a distintos partidos.
- Sin embargo, de acuerdo con las encuestas, en las gobernaciones del eje central el partido de Arce y Morales podría optar al menos a tres: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
¿Qué hay que tener en cuenta?
- Bolivia vuelve a votar en plena pandemia aunque comienza a doblegar la segunda ola. Por eso, los votantes se dividirán en dos turnos en función de la última cifra de su tarjeta de identificación o cédula, los ciudadanos llevarán sus propios bolígrafos y por supuesto seguirán medidas como el uso obligatorio de la mascarilla o la distancia de seguridad.
- Los alcaldes serán elegidos por mayoría simple, mientras que los candidatos a las gobernaciones tendrán que obtener más del 50% de los votos o al menos el 40% de la votación y 10 puntos de distancia con el segundo con más apoyos.
- Solo en el caso de las gobernaciones estaría abierta la posibilidad de celebrar una segunda vuelta, prevista para el 11 de abril, según el calendario del Tribunal Supremo Electoral.
#Fact
La Misión de Observación Electoral de la OEA ha confirmado que volverá a desplegar un equipo de 16 observadores en estos comicios. También en las elecciones de octubre hubo una misión de la MOE/OEA que se reunió con todos los partidos “con la excepción del MAS, el cual no aceptó reunirse”, precisó en un comunicado.
Recordemos que la MOE/OEA consideró que en las elecciones de 2019, que daban por ganador a Morales, se vulneraron los principios de “certeza, legalidad, transparencia, equidad, independencia e imparcialidad” y recomendaba una segunda vuelta. Después, varios estudios de instituciones como la Universidad de Michigan, el MIT o el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) puso en duda la metodología del informe de observación de la OEA.
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