La Candidatura d’Unitat Popular (CUP) -creada por la unión de varios movimientos y organizaciones independentistas de izquierda de los 80s y los 90s- entró en el Parlament de Cataluña por primera vez en 2012, aunque nunca ha formado parte del Govern. Sus primeras elecciones fueron las municipales de 2003, en las que consiguió representación en los ayuntamientos de Vilafranca del Penedés, Valls y Viladamat.
Menos de una década después ya se había convertido en una fuerza decisiva dentro de la política catalana: en 2016 impidió que Artur Mas fuera investido President y en 2017 tuvo la llave para aprobar los presupuestos autonómicos.
Lo más importante
En las últimas elecciones regionales de Cataluña, las del 21 de diciembre de 2017, la CUP obtuvo 4 escaños, seis menos que los 10 logrados en 2015, cuando alcanzó su número máximo de diputados. Este descenso de los apoyos se consolidó en las municipales de 2019, cuando se quedaron fuera del ayuntamiento de Barcelona pese a haber logrado 3 concejales en 2015. Sí entraron en el Congreso de los Diputados, donde tienen 2 parlamentarios desde noviembre de 2019.
Ahora, los anticapitalistas centran sus esfuerzos en mostrarse como la alternativa independentista al ya conocido tándem de JxCat y ERC, y recuperar a los votantes que les abandonaron en 2017.
- Para lograrlo, han confiado en la excaldadesa de Badalona, Dolors Sabater, que en 2015 encabezó la lista de los comunes y puso de acuerdo a Esquerra, CiU, Izquierda Unida y el PSC para arrebatarle el consistorio al popular Xavier García Albiol.
- Junto al cambio en el cabeza de cartel, también se ha modificado el programa electoral en el aspecto clave de la consecución de la independencia. Si el de 2017 pedía el voto para “implementar la república”, el programa del 14-F aumenta el plazo hasta 2030 y señala que la autodeterminación efectiva sólo tendrá lugar tras un nuevo referéndum.
- La CUP critica abiertamente en su programa las posiciones de JxCat y ERC respecto a este asunto. Sobre la declaración unilateral que defiende Junts, los anticapitalistas dicen que es un “anhelo sin capacidad práctica”; mientras que frente a la mesa de diálogo impulsada por Esquerra, piden “desobediencia”.
¿Cuál es el contexto?
Las últimas encuestas del CIS y del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generaliat auguran un aumento de los escaños de la CUP el 14-F. La encuesta catalana le da 8 parlamentarios, mientras que la de José Félix Tezanos se mueve entre los 6 y los 8.
Estos datos son similares a los que los barómetros avanzan para Vox, que se presenta por primera vez a unas autonómicas catalanas y que podría sacar entre 5 y 8 escaños -según el CiS-, o entre 5 y 6 -en opinión del CEO-.
Durante la campaña, la CUP ha lanzado una ofensiva clara contra el partido de Santiago Abascal. En los recientes incidentes entre grupos antifascistas y Vox en ciudades como Vic, los anticapitalistas han mostrado su apoyo a estos colectivos. Además, la CUP presentó un recurso ante la Junta Electoral Central (JEC) para impugnar la decisión de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) de incluir a Vox en la cobertura de la campaña de TV3 y Catalunya Ràdio pese a que no tiene representación en el Parlament.
¿Qué hay que tener en cuenta?
La CUP, que se ha negado en diversas ocasiones a formar parte del Govern “como el de hasta ahora”, ha remarcado que el apoyo de sus diputados a los candidatos de JxCat y ERC en una hipotética investidura no está garantizado.
Sabater ha dejado caer que sería necesaria la adopción de “políticas transformadoras” para que su partido se plantee un apoyo total a un Ejecutivo formado por estos partidos. Entre estas medidas destaca el control público de los servicios energéticos, la creación de una banca pública y una renta universal de 735 euros mensuales, además de un referéndum vinculante, entre otras cuestiones.
En esta línea, la candidata criticó a Junts y Esquerra en una reciente entrevista en Público. Resaltó que, en los últimos tres años, “no han avanzado hacia el derecho a la autodeterminación y tampoco en hacer políticas radicalmente efectivas para mejorar la vida de la gente”.
#Fact
Candidata y partido han protagonizado algún que otro desencuentro durante la campaña. Pese a que Sabater señaló en una entrevista en La 2 que el caso abierto contra Borràs por presunta malversación podría suponer una línea roja en la investidura, la presidenciable tuvo que desdecirse. Unos días después afirmó que la imputación de la candidata de JxCat forma parte de una causa general orquestada por España contra el independentismo.
Unas semanas antes, el consejo político de la formación también desautorizó a Sabater por su disposición de entrar en el Govern si éste rectificaba sus políticas. Los reproches se centran, principalmente, en el personalismo que está cogiendo la figura de Sabater, a quién las bases del partido piden una candidatura más coral. Esta voluntad se materializó en el debate electoral de TVE, en el que intervino el número dos de la lista, Carles Riera.
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