Ya se consiguió con las bolsas de plástico de los comercios. Ahora, siguiendo las directrices de Europa, España se centra en reducir los plásticos de un solo uso, especialmente los relacionados con productos alimentarios. Y para ello prepara una tasa a estos productos.
La Comisión Europea, según explica el Ministerio de Hacienda, ha señalado que España cuenta con margen de actuación en materia de fiscalidad verde, ya que registra el quinto porcentaje más bajo de ingresos medioambientales respecto al PIB de la UE. En 2017, los ingresos derivados de la fiscalidad verde supusieron únicamente el 1,83% del PIB, frente a una media de la UE del 2,40%.
Es por ello por lo que el Gobierno ha iniciado los trámites para imponer un nuevo impuesto medioambiental a los plásticos de un solo uso. Para ello, el departamento de María Jesús Montero ha abierto un proceso de consulta pública previa a la creación del impuesto en la que pueden participar empresas y organizaciones potencialmente afectadas, así como cualquier ciudadano que así lo quiera. El plazo para participar es de 15 días, hasta mediados de marzo.
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¿A qué productos afectaría la tasa?
El Ejecutivo explica que la tasa va dirigida a productos «de plástico de un solo uso, en concreto, aquellos concebidos para contener o proteger bienes o productos alimenticios«. Es decir, en este supuesto entraría, por ejemplo, el plástico que recubre la fruta.
«O si es una bolsa de las de sección de fruta y verdura, sí se considera un envase porque está en contacto directo con los alimentos», explica a Newtral.es Alba García, responsable de la campaña de plásticos en Greenpeace España, que añade que «es un poco ambiguo, no está muy claro aún».
¿Para qué se impulsa esta tasa?
«Se pretende tanto prevenir y reducir su impacto sobre el medio ambiente y la salud humana, como contribuir a la adecuación de la fiscalidad medioambiental española a la media del resto de los Estados miembros, como aconseja la Comisión Europea», explica el Ministerio de Hacienda en su propuesta.
Así, con la tasa se pretende desincentivar la compra de productos que utilicen plásticos de un solo uso, al verse encarecido su precio, así como que los propios productores utilicen menos estos materiales.
«Tradicionalmente, y según los informes de recomendaciones elaborados por la OCDE, una de las principales ventajas de la instauración de una medida estrictamente fiscal, como puede ser la creación de un impuesto, (…) es que el aliciente subsistiría al estar directamente relacionada la cantidad a pagar con los hábitos de una producción y utilización razonable de los envases de plástico de un solo uso destinados a contener bienes y productos alimenticios», explica el Ministerio.
Aún así, defienden que «se requeriría de medidas complementarias tales como la colaboración intersectorial a lo largo de la cadena de valor, la concienciación de los consumidores, y la participación de las instituciones públicas» para que funcionara integralmente este tributo.
La consulta pública que ha llevado a cabo el Ministerio de Hacienda busca «abrir un debate» sobre la fiscalidad verde y «permitir que empresas y organizaciones potencialmente afectadas por estos impuestos y cualquier ciudadano puedan enviar sus comentarios».
Sin embargo, Greenpeace alega que no hay que centrarse solo en los plásticos, sino en cualquier material que sea «de un solo uso». «Si solo nos centramos en plásticos de un solo uso, aunque son los que tienen un impacto mayor, corremos el riesgo de que haya un impuesto para eso pero que todo lo demás que sea desechable pero que no sea plástico aumente su uso», según explica García.
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Con esto, García defiende que la tasa al plástico «realmente no va a favorecer la situación». Aunque matiza: «Igual la de los plásticos sí, pero van a surgir muchos impactos asociados que no nos van a permitir llegar al objetivo que queremos, que es reducir la generación masiva de los residuos de un solo uso».
Es por ello por lo que Greenpeace va a mandar propuestas al Ejcutivo, sobre todo en términos de modelos de reutilizar y retornar. «Con lo que propone el Ministerio no estaríamos fomentado un modelo sostenible porque sigue basándose en el usar y tirar, solo que de otro material. Por lo que los problemas de raíz siguen siendo los mismos», sentencia.
¿Cuánto plástico se usa en España?
Según los datos de 2017 del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y de Sea at risk, España consume el 10% de los plásticos de un solo uso en Europa: 60.207 de 680.000 millones. En esta cifra se incluyen 3.500 millones de botellas de plástico, 1.500 millones de tazas desechables de café, 50.000 colillas de cigarros, 207 millones de envases desechables y 5.000 millones de pajitas de plástico.
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Uno de los tipos de plástico sobre los que España ha legislado son las bolsas de plástico de los comercios. Así, en julio de 2018 se prohibió a los comercios españoles dispensar de forma gratuita bolsas de tipo ligero a través del Real Decreto 293/2018, de 18 de mayo ―las que solemos encontrar en la caja de los supermercados― y se les puso un coste, que suele variar entre los 2 y los 5 céntimos. Desde entonces, y según los últimos datos referentes a 2018, se ha disminuido un 23,67% el consumo general de este envase.
«Es probable que esta reducción puede deberse a la entrada en vigor de la obligatoriedad del cobro de las bolsas de plástico desde julio de 2018. No obstante, habría que tener en cuenta otras variables que afectan al consumo de bolsas y sobre las que no hay dato, como pueden ser el número de las bolsas de papel puestas en el mercado, o de bolsas reutilizables de rafia o textil y su frecuencia de uso, etc», explica el Ministerio de Transición Ecológica a Newtral.es.
Así, según datos del Ministerio de Transición Ecológica, en España se usaron en España 56.000 toneladas de plástico en forma de bolsas en 2018.España, que según varios estudios consume el 10% de los plásticos de un solo uso en Europa, prepara una tasa para los productos de este tipo que estén relacionados con los alimentos
Así, según datos del Ministerio de Transición Ecológica, en España se usaron en España 56.000 toneladas de plástico en forma de bolsas en 2018.
Dentro del plástico de un solo uso «concebido para contener o proteger bienes o productos alimenticios» se podría incluir las bolsas «muy ligeras», que no se cobran. Estas son las que se usan comúnmente para transportar las frutas y verduras del supermercado o las que nos dan en los restaurantes cuando pedimos comida para llevar. En 2018 se utilizaron 13.000 toneladas de estos productos, es decir: más de cuatro millones de bolsas muy ligeras.
¿Cuánto se recaudaría con la tasa?
Aún no se sabe cuánto se podría recaudar con la tasa a ese tipo de plásticos de un solo uso. Según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, los gravámenes irán en línea con la indicación de la Comisión Europea.
Como explicábamos antes, la CE ha comentado en varias ocasiones que España tiene margen para subir los impuestos medioambientales porque es el quinto país de la UE que menos recauda con ellos: sólo el 1,83% del PIB, frente a una media de la UE del 2,40%.
Por su parte, Greenpeace defiende que la tasa debería ir en función de lo difícil que fuera gestiona un material tras su uso. «Un brick, que es muy difícil de reciclar, porque tiene diferentes materiales, debería tener una diferencia de precio significativa frente a otro material para desincentivar su compra», comenta Alba García.
Fuentes:
- Alba García, responsable de la campaña de plásticos en Greenpeace España
- Real Decreto 293/2018, de 18 de mayo sobre reducción del consumo de bolsas de plástico y por el que se crea el Registro de Productores.
- Consulta pública previa sobre la implantación de un impuesto que grave los artículo de plástico de un solo uso
- Directiva (UE) 2015/720 del Parlamento Europeo y del Consejo de 29 de abril de 2015 por la que se modifica la Directiva 94/62/CE en lo que se refiere a la reducción del consumo de bolsas de plástico ligeras
- Ministerio de Transición Ecológica
- Una trampa del plástico. Liberando de plástico el Mediterráneo, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés)
- Single use plastic and the marine environment, de Sea at risk
- Propuestas de fiscalidad ambiental: avanzando hacia un mundo más justo y sostenible, de Greenpeace
No es cuestión de que el gobierno quiera o no. Se trata de una directiva comunitaria que hay que adoptar. Europa manda y parece que ahora va en serio con la lucha contra el plástico