Las claves de los nuevos presupuestos en pandemia tras 3 años de prórrogas

Página web de la Moncloa
Tiempo de lectura: 10 min

Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) siempre son algo importante, ya que determinan a qué se va a destinar el dinero público —gastos— y de dónde se va a sacar dicho dinero —ingresos—. Este año, en plena crisis sanitaria y económica provocada por el COVID-19, estas cuentas toman aún más protagonismo.

Publicidad

Así, en septiembre de este año se espera que se presenten unas nuevas cuentas para 2021, que estarán determinadas por los efectos de la pandemia. No obstante, el proceso es complicado, tanto a nivel económico como político.

Por una parte, tienen que conseguir equilibrar gastos e ingresos en el seno de una crisis que ha paralizado la actividad económica del país durante meses, con la caída del PIB y la introducción de ayudas como los ERTEs, por lo que se reducen los ingresos y aumentan los gastos.

[Comienza el diseño de los presupuestos de 2021]

Por la otra, dichas cuentas deben ser debatidas y aprobadas en el Congreso por un Ejecutivo que no tiene los votos suficientes para hacerlo, por lo que tendrá que buscar apoyos.

De hecho, en el año 2020 se sigue con los presupuestos prorrogados de 2018 —los últimos aprobados y más longevos de la historia—-. Estos corresponden con los que realizó Cristóbal Montoro, el anterior ministro de Hacienda del Gobierno popular de Mariano Rajoy.

Publicidad

Las claves de los presupuestos de 2021

Según se expone en el BOE los presupuestos de 2021 vienen marcados por la crisis sanitaria y económica derivada del COVID-19 por lo que el objetivo prioritario del Ejecutivo será diseñar una estrategia fiscal orientada a «paliar los efectos negativos de la actual crisis ocasionada por la pandemia sanitaria, contribuyendo con ello a definir las bases de la reconstrucción económica y social del país que nos permitan salir de la crisis lo antes posible».

Dicha estrategia se centra principalmente en recuperar «cuanto antes» la senda de crecimiento económico y la creación de empleo digno, relanzando la economía «para hacerla más competitiva e innovadora y favoreciendo la adaptación del tejido productivo a las nuevas realidades de la digitalización y el desarrollo sostenible».

«Llevamos ya varios años con los mismos presupuestos, es necesario aprobar unos nuevos«, explica a Newtral.es Antonio Pedraza, presidente de la comisión financiera del Consejo General de Economistas, que cree que en esos nuevos «lo que es muy importante es tener en cuenta la crisis de una forma manifiesta».

Las cuentas llegarían en un momento en el que España vive una recesión técnica después de una caída del PIB del 18,5% en el segundo trimestre de 2020, provocada por la crisis del coronavirus. Esta situación fomenta, según la opinión de Pedraza, que la política económica de los presupuestos deba ser anticíclica. Es decir, aquella dedicada a minimizar y superar los efectos del ciclo económico.

[España entra en recesión tras una caída histórica del PIB]

Publicidad

«Deben ir en contra de la tendencia de la crisis, que sabemos que nos va a durar año y medio o dos años», comenta Pedraza. Con esto, asegura que tiene que «fomentarse la inversión privada en todos los sectores», sobre todo, aclara, «en los más necesitados como el turismo y los servicios«. «En definitiva, ayudas para que la economía resucite del letargo en el que está», defiende.

Para ello, el presidente de la comisión financiera del Consejo General de Economistas alega que hay que «disminuir el gasto en lo posible, impulsando el gasto social en fases de expansión económica; ayudar a la inversión productiva, al sector automovilístico, el turismo… y darle protagonismo a las partidas que fomenten la inversión y el empleo privado«.

«Vamos a salir de un parón de la economía que, aunque por ahora aguanten los ERTEs, va a suponer mucho despido y aumento del paro. El tejido empresarial español es en su mayoría Pymes, empresas muy débiles y que dependen mucho del salario, de las rentas… y el primer recurso que tienen es despedir personal. Esto se va a producir menos en las empresas grandes», augura Pedraza.

[Las claves de la pérdida de un millón de empleos durante el confinamiento]

Por su parte, Juan Torres López, catedrático de Economía aplicada en la Universidad de Sevilla comenta a Newtral.es la importancia de aprobar unas cuentas durante la pandemia e incide en que España está en una situación «de emergencia y de excepcionalidad que puede hipotecar los 20 o 25 años próximos de nuestra economía y sociedad».

Publicidad

«Son unos presupuestos muy complicados porque se hacen en mitad de una pandemia y posiblemente con un segundo rebrote. Si se diera un rebrote y un confinamiento total o parcial, la situación económica en España se iba a poner dificilísima porque lógicamente necesitaría un incremento de ayudas extraordinario y la caída de la actividad sería muy grande», pronostica el catedrático.

Es por ello por lo que cree que «las prioridades deberían ser evitar el colapso que paralice la actividad económica«. «Debería haberse hecho un esfuerzo, no solamente presupuestario, sino de gobernanza mucho mayor y eficaz para prevenir un segundo brote de la pandemia», comenta Torres.

Cuentas difíciles de cuadrar

No obstante, no es suficiente con saber cómo deberían ser los presupuestos, sino que existe el problema de cuadrar los mismos: «Va a haber una caída de ingresos histórica y el gasto va a tener que ser muy grande para ayudar a las empresas y a las familias, por lo que la situación es extraordinariamente difícil», comenta el catedrático de la Universidad de Sevilla.

A esto se une, según Torres, la dificultad de «ajustar los presupuestos de las comunidades autónomas y de los municipios». «En definitiva, es muy complicado desde el punto de vista puramente presupuestario y económico», comenta el experto.

Así, con una posible caída de los ingresos y un aumento de los gastos se prevé un déficit presupuestario, lo que puede llevar al Ejecutivo a tener que endeudarse. «En este momento no hay ningún país en el mundo que tenga margen de maniobra sin endeudarse. Aquí la clave está en quién puede o está dispuesto a hacerlo más», explica Torres.

El catedrático recuerda que antes de la pandemia este endeudamiento venía dado por la normativa europea de estabilidad, que ahora se ha dejado en suspenso. «España tiene muy poco margen de maniobra porque para la operación de endeudamiento que se necesita para la economía española haría falta un acuerdo nacional entre todos los partidos políticos y de amplísima mayoría parlamentaria que hoy en día no se tiene», afirma.

Aunque en la parte de la deuda, Pedraza ve un punto positivo: los bajos tipos de interés.»Tenemos un déficit y una deuda que nos condicionan mucho, aunque la carga de la deuda se ha aligerado mucho con los intereses al 0%. De tal forma que, aunque estamos aumentando la deuda, la factura que va en los presupuestos y en detrimento de la inversión y que suponen los intereses, es contenida», alega.

Aún así, asegura que el tema «es complicado» por los niveles de deuda pública y déficit de España. «Cuadrar los presupuestos con las limitaciones que tenemos de entrada por como estamos cogidos por el déficit y la deuda nos crea un panorama desalentador, así como por el aumento del gasto de las políticas sociales», comenta Antonio Pedraza.

«El aumento del gasto producido por medidas como los ERTEs o el Ingreso Mínimo Vital (IMV), entre otros, lo que supone es que tenemos menos dinero para invertir y que inexorablemente vayan a subir los impuestos, aunque aún no sepamos cuáles», prevé Pedraza que explica que para equilibrar las cuentas «va a ser absolutamente necesario».

Para Pedraza, una subida de impuestos en estos momentos tiene como problema un posible efecto negativo «en el consumo y en el crecimiento«. «Una subida de impuestos supone que de alguna forma se restrinja el consumo, que en el PIB español es muy importante. En 2019 prácticamente el 60% del PIB supuso la demanda interna, el consumo. Además, una cosa que seguramente no vamos a tener este año son las exportaciones fuertes por lo tocado que está el entorno», analiza.

Así, el experto del Consejo General de Economistas recuerda que en las crisis «el principal aliciente para hacer crecer la economía es el consumo», que ahora «está deprimido y además se retrae por la tasa de ahorro de previsión«. «Si a eso le añades que el turismo va a restar y las exportaciones también, nos espera un año sombrío, por muchos presupuestos que aprobemos, aunque son necesarios», comenta.

[Ahorro familiar y crisis: los recursos de los hogares se resienten por la pandemia]

Por último, Pedraza cree que para fomentar los ingresos se debería apoyar a la inversión productiva y extranjera: «Además del consumo y las exportaciones son muy importantes las inversiones extranjeras, pero ahora mismo, con la caída de otros países y la posible vuelta de la pandemia, el inversor extranjero es muy reacio a entrar ya que necesita seguridad para hacer planes a medio y largo plazo».

Volver a prorrogar los presupuestos de 2018

En caso de que no salgan los presupuestos hacia delante, como ha ocurrido los años anteriores, se prorrogarían los de 2018. «Si se prorrogan los presupuestos entraríamos en una situación verdaderamente incalificable», alega Torres que cree que ha sido «surrealista» que se haya estado gobernando con presupuestos de años anteriores en condiciones normales. «Pero hacer frente a una pandemia con un presupuesto de hace 3 años ya es una barbaridad», incide.

«Si no salen unos presupuestos se puede poner en peligro la estrategia de gasto hasta ahora mantenida, así que vamos a asistir a una situación muy convulsa y difícil», prevé el catedrático de Economía. Por eso, Torres critica «cualquier estrategia que no sea la de buscar mayorías parlamentarias capaces de aprobar las políticas de gasto que son necesarias para que no se multiplique la pobreza, el sufrimiento y la debacle económica es una irresponsabilidad».

Por su parte Pedraza asegura que si no se consiguen sacar unos presupuestos estaríamos ante «una situación de desestabilidad«: «Es necesario que esos presupuestos se aprueben y que sean razonables y acordes a la pandemia que se está viviendo». No obstante critica que «parece que los factores que menos influyen a la hora de hacer los presupuestos son los económicos, en contraposición de los políticos». «Estamos muy condicionados por factores políticos que no cuentan con lo económico«, sentencia.

[Imagen: Flickr PSOE]

1 Comentarios

Ya no se pueden publicar comentarios en este artículo.

  • Hay que actualizar el iprem ya.