El paro juvenil es uno de los principales problemas del mercado de trabajo español. De hecho, el país cerró 2019 siendo la segunda región de la Unión Europea con más desempleo juvenil (de menores de 25 años), según los datos de Eurostat.
Así, mientras que la media europea se sitúa en el 14,1%, la tasa de desempleo en España en diciembre de 2019 llegó al 30,3%. Con esto, una gran parte del desempleo se concentra en los jóvenes, por lo que es importante conocer este mercado de trabajo para intentar revertir la situación.
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Esta semana el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha publicado la edición 2020 del Informe del Mercado de Trabajo de los Jóvenes que recoge los datos del pasado año 2019. Y que en este caso considera jóvenes a los menores de 30 años.
El objetivo es presentar, de forma clara y sencilla, la situación del mercado de trabajo, así como los cambios coyunturales y estructurales, sin olvidar la tendencia y evolución de los últimos años. En 2019 había en España 14,1 millones de población menor de 30 años, según recoge el documento, es decir, el 29,9% del total de la población.
«El año 2019 ha marcado un aumento interanual del 0,33 % y se registran 46.117 jóvenes más de 0 a 29 años. Este es el primer año desde 2007 que se ha producido una variación positiva en el colectivo», se recoge en el Informe del Mercado de Trabajo de los Jóvenes.
No obstante, este aumento de población se debe únicamente a la llegada de población extranjera a España. «Este saldo positivo, cuando desagregamos la información evidencia que este grupo se amplía en 113.554 personas extranjeras mientras que disminuyó en 67.437 el número de españoles». En definitiva, se registra un aumento de 46.117 jóvenes.
Empleo y paro en menores de 30 años
Según el SEPE, «el colectivo de menores de 30 años es uno de los más importantes desde el punto de vista del empleo, tanto por las dificultades que tiene para acceder al mercado de trabajo, como por lo que representa desde el punto de vista de esta circunstancia de cara al futuro».
En su informe recuerdan que la realidad actual de este colectivo «conformará el mercado laboral a medio y largo plazo». En 2019, la población activa —en edad de trabajar que tiene un empleo o está en búsqueda de uno— de 16 a 29 años experimentó un incremento interanual de 44.100 personas, aunque en el último lustro ha disminuido en 21.700.
También lo hizo el número de personas ocupadas —con un empleo— de 16 a 29 años aumentó desde 2015 el 16,79%, es decir, en 398.500 personas, lo que supone seis años consecutivos de crecimiento, según los datos del SEPE. Estas cifras mostraban la recuperación económica desde la crisis anterior y el crecimiento del PIB español en los últimos años por encima de la media europea.
Esta recuperación fue más favorable en los hombres que sumaron 258.000 más ocupados; que en mujeres, que aumentaron en 140.400. Así, en 2019 el número de jóvenes afiliados menores de 30 años ascendió a 2.811.505, lo que representa el 14,6% sobre el total estatal.
En cuanto al número de contratos, en 2019 el total estatal fue de 22,5 millones, de los cuales 8,1 fue para menores de 30 años. Es decir, 36 de cada 100 contratos.
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También los datos del paro fueron favorables: en los últimos 5 años se registraron en desempleo 420.200 jóvenes menos de 16 a 29 años, de los cuales 230.800 son hombres y 189.500 mujeres. De nuevo, las cifras son mejores para los hombres que para las mujeres.
Sin embargo, la estabilidad laboral de este colectivo es baja: del 8,56% en 2019, con un descenso del 5,4% en el número de contratos indefinidos. Así, la contratación temporal concentra el 91,4% del total de contratación de menores de 30. «En los últimos años temporalidad y estabilidad presentan pocos cambios; 2007 fue cuando este último valor mostró el porcentaje más alto, el 11,3%», recoge el SEPE.
Además, hay que recordar que la crisis del coronavirus cambia en 2020 la tendencia de los datos que registraba en el SEPE en su estudio de 2019, al hundir el crecimiento del PIB y destruir empleo.
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Hombre entre 20 y 29 años: el perfil de los jóvenes ocupados
Los principales rasgos del perfil del perfil del joven ocupado en 2019 es el de un hombre asalariado mediante un contrato temporal eventual por circunstancias de la producción a jornada completa.
El sector predominante es el sector servicios, en concreto en las ramas de comercio al por mayor y al por menor y hostelería. En esta última, en especial trabajan en servicios de restauración, personales, protección y vendedores.
Así, la mayor parte de jóvenes trabaja como camareros asalariados, en concreto 1.446.990 personas en 2019. Les siguen los peones de las industrias manufactureras, con 620.065 empleados y los vendedores en tiendas y almacenes con 558.134.
En 2019 también hubo 499.536 menores de 30 años empleados de peones agrícolas (excepto en huertas, invernaderos, viveros y jardines) y 311.067 de monitores de actividades recreativas y de entretenimiento.
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Además, por lo general, se registra que a cuanta mayor formación alcanzada, menor es la tasa de paro entre los jóvenes.
En cuanto a la edad, de 20 a 29 años. El indicador EPA relativo al empleo en el IV trimestre de 2019 muestra que a mayor edad, mayor es la ocupación. Así, mientras la tasa de empleo de los de 25 a 29 años es del 76,20%, la de los de 16 a 19 años se queda en el 7,73%. Lo mismo ocurre con el paro: a menor edad, mayor es el desempleo, que asciende hasta el 43,9% en los jóvenes de 16 a 19.
Por el contrario, el perfil del desempleado menor de 30 años es, según el SEPE, el de una mujer de 25 a 29 años con estudios primarios o no acreditados y antigüedad como demandante de empleo de uno a tres meses que trabajó en el sector servicios o bien carece de experiencia previa.
En total, el número de demandantes de empleo parados en 2019 fue de 3.163.605 personas, de las que 523.906 eran jóvenes, el 16,6% del total. Con esto, se registró un descenso por sexto año consecutivo de parados jóvenes.
Jóvenes y emprendimiento: tarea pendiente
En cuanto al emprendimiento, es una materia que cada año pierde fuerza entre los jóvenes. De los 3.267.428 trabajadores autónomos, solo 211.164 fueron menores de 30 en 2019, es decir, el 6,5%.
Además, por cada 64 hombres hay 36 mujeres autónomas y es el tramo de edad de 25 a 29 años el que aglutina a más del 69% de los jóvenes, un «escaso emprendimiento laboral posiblemente justificado por la permanencia en el aula», según el SEPE.
«La actividad emprendedora debe ser un medio de dinamización del mercado de trabajo ante la falta de empleo asalariado, especialmente en un tejido empresarial como el español en el que destacan por su importancia cuantitativa y cualitativa las pymes y los pequeños empresarios autónomos», defiende el SEPE.
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