Las falsedades del vídeo sobre las vacunas contra la gripe de Martínez Albarracín, integrante de “Médicos por la Verdad”

María José Martínez Albarracín
La vacuna contra la gripe produce muchos efectos adversos graves en ancianos de 70 años y embarazadas
Tiempo de lectura: 15 min

En los últimos días hemos recibido en el equipo de verificación de Newtral.es un vídeo en el que María José Martínez Albarracín, integrante de la organización Médicos por la Verdad, agrupación negacionista de la pandemia de la COVID-19, traslada una serie de dudas sobre las vacunas adquiridas por el Gobierno español para la campaña 2020-21 contra la gripe. El vídeo contiene bulos y falsedades. Albarracín no aparece en el registro de colegiados del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.

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En unas imágenes que se han viralizado en las redes sociales, afirma que el tipo de inmunización para mayores de 70 años genera “incluso la muerte” o que, a pesar de los “efectos adversos” de otra de las vacunas, se inyectará a las embarazadas “en todos los trimestres del embarazo”. Estos comentarios y varios más son falsos. Vamos con ellos.

María José Martínez Albarracín y las diferentes vacunas de la gripe

María José Martínez Albarracín comienza el vídeo comentando que para la campaña 2020-2021 hay disponibles “cuatro tipos de vacunas”. Desde el Ministerio de Sanidad nos comentan que son siete.

“El motivo de tener varias vacunas es porque hay una gran demanda de dosis, que no podrían cubrirse con una sola vacuna, y además presentan características ligeramente diferentes que hacen que unas sean más recomendables para unos grupos de población que otros”, explican desde el Ministerio. 

El nombre comercial de las mismas es Chiroflu, Influvac Tetra, Fluarix Tetra, Vaxigrip Tetra, Flucelvax Tetra, Chiromas y Fluzone HD. Las características de cada una de las suspensiones se pueden consultar en el buscador de medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). 

El Gobierno español anunció en mayo la campaña contra la gripe, que comenzaría en octubre, y en la que se usarían las vacunas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, especificando los objetivos de la misma y grupos de población en los que había que hacer mayor hincapié, como los mayores de 65 años.

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[Quién, cuándo y por qué de la vacuna de gripe en tiempos de COVID-19]

Chiromas, ¿una vacuna que puede ser mortal? No

María José Martínez Albarracín asegura que la vacuna Chiromas está “adyuvada con polisorbato 80 y con escualeno” y “muy relacionada con enfermedades graves y muerte”. Falso.

Las vacunas pueden contener o no adyuvantes, como explica el doctor Moraga Llop, codirector del Curso de Actualización de Vacunas del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona: “La finalidad del adyuvante es aumentar la inmunogenicidad (inmunidad generada) de la vacuna en personas con un sistema inmunitario debilitado por la edad”.

En la ficha técnica del Chiromas informa de que “la mayor parte de las reacciones son leves o moderadas, y se resuelven de forma espontánea en el plazo de 1 ó 2 días”. Sobre la hipotética relación entre el polisorbato 80 y una mayor mortalidad de los pacientes que recibieron vacunas con este adyuvante, ya lo desmentimos, así como la Asociación Española de Vacunología (AEV).  

Fuente: Ministerio de Sanidad.
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Fluzone HD, ¿otra vacuna que puede provocar la muerte? No

María José Martínez Albarracín afirma que “se ha insistido mucho que a los viejitos de las residencias, las personas de más de 70 años que estén en residencias, se les administre Fluzone HD, y esta vacuna su propia ficha técnica dice que entre 1 semana y 6 meses va a producir muchos efectos adversos graves y muertes. Lo dice claramente en la ficha técnica de la vacuna. No lo oculta”. Falso.  

El Ministerio de Sanidad nos ha facilitado el enlace a la ficha técnica del Fluzone HD. En la parte de “reacciones adversas” informa de que el “análisis de seguridad incluyó a 1.777 pacientes receptores de Fluzone de alta dosis tetravalente” mayores de 65 años y que las “reacciones más frecuentes” que se produjeron tras su administración fueron “dolor en el lugar de la inyección (41,3%), mialgia (22,7%), cefalea (14,4%) y malestar general (13,2%)”.

“La aparición se produjo generalmente en los 3 primeros días después de la vacunación. La mayoría de las reacciones solicitadas se resolvieron en los tres días siguientes a la vacunación”, se añade en el documento.

“La finalidad del adyuvante es aumentar la inmunogenicidad (inmunidad generada) de la vacuna en personas con un sistema inmunitario debilitado por la edad”. Fernando Moraga – Llop, codirector del Curso de Actualización de Vacunas del Hospital Universitario Vall d’Hebron.

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Además, “se notificaron acontecimientos adversos no graves espontáneos en 279 (15,7%) receptores” y en los 180 días posteriores a la vacunación (6 meses), 80 (4,5%) pacientes “experimentaron un acontecimiento adverso grave (AAG). Ninguno de los AAG se consideró relacionado con las vacunas del estudio”.

El doctor Moraga-Llop, quien también es vicepresidente primero de la AEV, es tajante: “Es todo una mentira y es completamente falso; esto las autoridades sanitarias deberían denunciarlo y sancionarlo por atentar contra la salud pública”.

“Es evidente que como toda vacuna tiene una reactogenicidad local (efectos en el lugar de la inyección) y excepcionalmente puede presentarse algún efecto adverso grave (un caso por cada millón de dosis o más) que a veces se observa, incluso con mayor frecuencia, cuando se padece la infección natural, la gripe”, sostiene.

Por su parte, el catedrático de Inmunología de la Universidad de Murcia, Pedro Aparicio, recuerda que “atribuir efectos adversos a vacunas ha lastrado la vacunación triple vírica o de papilomavirus”. Los organismos reguladores estatales “comprueban si las conclusiones de la casa comercial son o no correctas”, apunta.

María José Martínez Albarracín y sus dudas sobre los antígenos

María José Martínez Albarracín afirma en el vídeo que “a los mayores de 65 años le ponemos la Chiromas adyuvada porque tiene menos antígeno vírico, porque su sistema inmune es más débil que el de los jóvenes. Pero a los viejitos de más de 70 años se les pone la Fluzone HD, es decir, la que tiene más carga de antígeno. A mí me parece una declaración de intenciones, directamente”.

Recordemos lo que es el antígeno. Según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), el antígeno es una “sustancia que, introducida en un organismo animal, da lugar a reacciones de defensa, tales como la formación de anticuerpos”.

El profesor Aparicio explica que “cualquier vacuna es un antígeno, porque su finalidad es ser reconocida por el sistema inmune específico. El que tenga mayor cantidad es simplemente para que personas mayores de 65 años con sistemas inmunes senescentes sean capaces de ser activados, es decir que personas mayores puedan generar anticuerpos neutralizantes”. 

“Que una vacuna contenga más antígeno no la hace más dañina, la hace probablemente más cara”, apunta.

Alérgicos y embarazadas se pueden vacunar

María José Martínez Albarracín asegura que las personas con alergia “no se les podría vacunar” y apunta a la vacuna Flucelvax Tetra, recomendada por las autoridades sanitarias para inmunizar a los alérgicos. También que puede ser un peligro para las embarazadas. Falso.   

Las vacunas para la gripe comienzan a estudiarse meses antes de la llegada del invierno, sea en el hemisferio norte o en el sur. Cultivar la gripe en huevos de gallina es una de las opciones, y un proceso que se lleva utilizando décadas porque el virus se multiplica bien en ellos y porque los huevos se consiguen con facilidad.

“No solo se puede vacunar a las embarazadas, sino que se recomienda; las vacunas inactivadas se pueden utilizar en cualquier momento del embarazo”. Alfredo Corell, catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid.

No sabemos si la protagonista del vídeo se refiere solo a los alérgicos al huevo, pero desde el Ministerio de Sanidad comentan que Flucelvax Tetra “es la única que no está producida en huevos embrionados de pollo y, por lo tanto, se considera idónea para la vacunación de personas alérgicas al huevo”. De forma general, añaden, “todas las personas alérgicas se pueden vacunar”.

El Ministerio de Sanidad recuerda en su web que, “aunque la mayoría de las vacunas frente a la gripe se fabrican utilizando una tecnología basada en huevos y contienen una pequeña cantidad (trazas) de proteínas de huevo, todos los estudios que han analizado el uso de la vacuna frente a la gripe en pacientes alérgicos al huevo indican que las reacciones alérgicas graves en estas personas son muy improbables”.

Sobre posibles efectos adversos de las vacunas en las embarazadas, Alfredo Corell, Catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid, afirma que “no solo se puede vacunar a las embarazadas, sino que se recomienda; las vacunas inactivadas se pueden utilizar en cualquier momento del embarazo”.

Pero, ¿qué es eso de “vacunas inactivadas”? A grandes rasgos, una de las formas de clasificar las vacunas es:

  • Vivas atenuadas: en las que se inyecta un virus atenuado que “produce una infección casi siempre inaparente, que genera una respuesta inmunitaria similar a la que hubiese producido la infección natural. 
  • Inactivadas o muertas: en las que el virus vacunal “se inactiva por métodos físicos o químicos” y la respuesta inmunitaria “suele ser menos potente que con las anteriores”. Por ello, suele precisar de varias dosis y suelen asociarse a adyuvantes que potencian su inmunogenicidad. 

“Los datos procedentes del uso mundial de la vacuna antigripal no indican ninguna consecuencia adversa para el feto o la madre atribuible a la vacuna”, apunta el profesor Corell sobre el uso de Flucelvax Tetra. 

Desde la Universidad de Murcia, Aparicio apunta en la misma dirección: “La vacuna de la gripe es una vacuna de subunidades en donde no hay virus íntegro y no hay posibilidad de que se reproduzca”. 

“De hecho, se recomienda desde hace tiempo la vacunación de gripe en mujeres embarazadas dado que la vacuna no puede infectar, pero sí producir anticuerpos antigripe en la madre, que pasen placenta y que protejan al bebé durante seis meses en el periodo posnatal”, añade.

María José Martínez Albarracín siembra dudas sobre las vacunas

Dice María José Martínez Albarracín en el vídeo que se sabe “porque así lo estudiaron Antonietta Gatti y Stefano Montanari en 2017” que las nuevas vacunas “tienen una alta carga de nanopartículas” y que en el mismo trabajo “se preguntan si esto es accidental”. Se refiere al documento “Nuevas investigaciones de control de calidad de las vacunas: micro y nanocontaminación”, en el que Gatti y Montanari analizaron 44 vacunas disponibles en Italia y Francia.

Su conclusión fue que la “contaminación” que encontraron en vacunas no era “intencional” y que “probablemente” se debía “a componentes o procedimientos contaminados de procesos industriales (por ejemplo, filtraciones) utilizados para producir vacunas, no investigados y no detectados por los productores”.

“Una inspección minuciosa de los lugares de trabajo y el conocimiento completo de todo el procedimiento de preparación de la vacuna probablemente permitirían eliminar el problema. Una mayor purificación de las vacunas podría mejorar su calidad y probablemente disminuiría el número y la gravedad de los efectos secundarios adversos ”, finaliza. Nada sobre que puedan provocar la muerte.

Albarracín asegura que en este estudio detectaron “todo tipo de metales” que, como el molibdeno, “sabemos que se forma una corona de proteínas en torno y que se vuelven altamente reactivos, que va a producir que el sistema inmune reaccione de forma descomunal, desproporcionada ante cualquier estímulo, es decir, una posible tormenta de citoquinas”.

El profesor Corell, desde Valladolid, recuerda que ese estudio fue desacreditado por la Agencia Europea de Medicamentos. Sin embargo, reconoce que se pueden formar coronas de proteínas en torno a nanopartículas y producir complejos que estimulan la respuesta inmunitaria, pero con otro objetivo: “este es el motivo por el que algunas vacunas tienen estos ‘potenciadores’ llamados adyuvantes”. 

“Estos complejos partículas-corona proteica son ‘devorados’ por células de nuestras defensas que así ponen en marcha la activación del sistema inmunitario natural. Este es uno de los objetivos de la vacunación, y esto induce el arranque de citocinas (mensajeros) proinflamatorias, y esto no es perjudicial, sino que es un efecto beneficioso para la respuesta inmunitaria frente a la vacuna”, añade.

Advierte, eso sí, que “la tormenta de citocinas” puede ser peligrosa “si no se regula”, y que ha ocurrido, por ejemplo “en algunos pacientes severos que tienen el SARS-CoV-2”.

Desde San Sebastián, el doctor Luis Ignacio Martínez Alcorta, miembro del servicio de medicina Preventiva del Hospital Universitario Donostia y vocal de innovación de la AEV, recuerda que la presencia de metales en las vacunas “es un recurso obsoleto y reiterativo de los colectivos que se posicionan en contra” de su uso.  

“Algunas vacunas pueden contener pequeñas cantidades de sales de aluminio, las cuales se emplean como adyuvantes, es decir, potenciadores de la respuesta inmunitaria, lo que permite generar una protección más sólida y duradera frente a un determinado microorganismo. Tienen un perfil de seguridad demostrado de más de seis décadas de uso”, añade.

Las vacunas no producen cáncer

Asegura Albarracín que las vacunas “son cultivadas en líneas celulares” y que los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) “reconocen” que las vacunas “son potencialmente oncogénicas”. Falso.

Martínez Alcorta afirma que “ninguna de las vacunas aprobadas y en uso en la actualidad está basada en tecnología de ADN” por lo que añade, “no existe ninguno de los riesgos descritos”.

“En contraposición a tales falacias, dos vacunas que forman parte de los calendarios sistemáticos de la infancia sí son capaces de evitar cánceres: la vacuna de la hepatitis B y la vacuna frente al virus del papiloma humano”, defiende.

“Las vacunas de la gripe crecidas en huevo se han usado desde hace años y se conoce que sus efectos adversos durante su fase de poscomercialización son poco significativos”. Pedro Aparicio, catedrático de Inmunología de la Universidad de Murcia.

Desde Murcia, el catedrático en Inmunología Pedro Aparicio, califica esta afirmación de Albarracín sobre las vacunas como “un disparate”.      

“Hay vacunas de ADN y, de hecho, se están ensayando estas vacunas frente a la COVID-19, y la cantidad de ADN que se añade es sideral comparada con los restos de ADN fragmentado de huevo o líneas celulares que pueda contener una vacuna como la de la gripe”, defiende. 

“Es absurdo que se pueda considerar que pueda provocar cáncer la presencia de ADN de huevo o de una línea celular que estaría degradado y fragmentado”, explica.

Hemos buscado en la web de la CDC y en la FDA y no hemos encontrado informaciones que alerten de que las vacunas contra la gripe cultivadas en líneas celulares puedan provocar cáncer. 

La vacuna contra la gripe lleva años estudiándose

En la parte final del vídeo, Albarracín siembra dudas sobre la seguridad de las vacunas ya que, dice, “se prueban en ensayos cortos, de menos de tres semanas” y que, este escaso periodo de estudio “es absurdo”. “Es un experimento que se está haciendo en la población”, sentencia.

Aparicio recuerda que “los efectos adversos de todas las vacunas se siguen tras su comercialización durante años. Las vacunas de la gripe crecidas en huevo se han usado desde hace años y se conoce que sus efectos adversos durante su fase de poscomercialización son poco significativos”. 

Desde San Sebastián, el doctor Martínez Alcorta utiliza argumentos parecidos: “El proceso de investigación, desarrollo y óptima fabricación de una vacuna habitualmente conlleva al menos 10 años. Las fases de desarrollo clínico permiten, asimismo, determinar el perfil de seguridad de las mismas y su eficacia. A ello hay que sumarle que tras su autorización, comercialización y uso, de forma permanente se monitoriza y analiza cualquier evento de seguridad que pudiera acontecer tras su administración, por lo que están sujetas a un proceso continuo de evaluación”.

“Cualquier componente que forme parte de un preparado vacunal es estudiado de forma minuciosa en las fases preclínicas de desarrollo, por lo que es absurdo afirmar o pensar que un agente de estas características sea empleado en una vacuna”, sentencia.

Resumen

Tras la consulta con varios expertos en inmunología, los componentes de las vacunas que se están inyectando en la campaña contra la gripe 2020-2021 no provocan la muerte. Tampoco corren peligro los alérgicos o las embarazadas y las vacunas no generan cáncer. También es falso que los organismos estadounidenses de control de medicamentos hayan dicho que las vacunas contra la gripe sean oncogénicas. Finalmente, las dudas sobre el control de los ensayos médicos, también ha sido desmentida por expertos. Por todo ello, las afirmaciones de Albarracín son falsas.

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