Un simple gesto, como es el de apoyar el pulgar en la palma y después cerrar la mano, ha dado la vuelta al mundo después de que una joven lo utilizase en Kentucky (Estados Unidos) y le sirviese para ser rescatada de un presunto agresor, tal y como relataba el New York Times.
La víctima empleó este gesto, conocido como Signal for Help (#SignalForHelp), que fue creado y difundido durante el confinamiento pandémico, en abril de 2020, por una asociación feminista canadiense (Canadian Women’s Foundation). Su objetivo era otorgar una herramienta a mujeres víctimas de violencia machista para pedir auxilio.
“El aislamiento en el hogar puede aumentar el riesgo de violencia. Si este es tu caso, usa esta señal en una videollamada para pedir ayuda”, explicaban desde la Canadian Women’s Foundation en su cuenta de Twitter.
Recientemente, los Mossos han detenido a un hombre en Barcelona después de que su pareja hiciera esta señal de socorro contra la violencia machista en una consulta médica, tal y como explicaba este cuerpo en su cuenta de Twitter.
Qué es Signal For Help
La evidencia de que en contextos de emergencia aumenta el riesgo de sufrir violencia de género y el hecho de que el confinamiento implicase que las mujeres maltratadas estuviesen encerradas con sus agresores fue lo que disparó la señal de alarma: “Era una manera (entre muchas otras) para señalar que una persona puede necesitar ayuda. Es una manera de pedir auxilio sin dejar un rastro, por ejemplo, en una videollamada y, sobre todo, a una persona conocida”, explica a Newtral.es Anuradha Dugal, una de las portavoces de la Canadian Women’s Foundation.
Sobre la eficacia de este recurso, Dugal apunta que “la señal se ha compartido millones de veces en las redes sociales, así como en muchos medios de todo el mundo”: Una de cada tres personas en Canadá conoce la Signal For Help o ha visto su uso. Por ahora, no sabemos si otra persona [además de la joven de Kentucky] ha podido utilizarla para pedir ayuda”, reconoce.
Desde esta asociación piden difusión del gesto Signal For Help al considerar que todavía puede ser útil: “Muchas mujeres que sufren violencia no buscan ayuda porque son estigmatizadas, culpadas y lastimadas cuando lo hacen, enfrentando consecuencias negativas”, apunta Anuradha Dugal. Eso sí, incide en que “la señal con la mano es una opción entre muchas”: “Las supervivientes también necesitan apoyo, opciones y organizaciones comunitarias”, añade.

En la web de la Canadian Women’s Foundation, las creadoras advierten de que detecta el uso de la Signal For Help “no significa que deba llamar a las autoridades inmediatamente”: “Significa ‘Trata de llegar a mí de forma segura’”.
La asociación también reconoce que existe el riesgo de que los agresores aprendan qué significa la señal, por lo que esta se propone como “una herramienta más que no deja rastro”, pero teniendo en cuenta que “los agresores a menudo vigilan a sus víctimas”.
Para Nerea Barjola, investigadora, doctora en Estudios de Género y autora del ensayo Microfísica sexista del poder (Virus Editorial), se trata de una iniciativa “positiva” en tanto que “surge en un contexto muy difícil, que no habíamos vivido nunca, y que no sabíamos cómo hacerle frente”, apunta en conversación con Newtral.es.
“La violencia quedó en un segundo plano porque no existía nada más allá del covid, al principio no se pensó en las mujeres encerradas en sus casas con los agresores. Me parece muy potente la idea de que cuando todo el lenguaje no es suficiente, cuando ni siquiera tu postura física tampoco lo es, cuando todo se ha parado y no hay otra manera de pedir ayuda, de repente tienes ese lenguaje, que es simple y eficaz si la persona que tienes enfrente lo sabe interpretar”, añade Barjola.
Violencia machista durante la pandemia y en contextos de emergencia
Como ya hemos venido contando en Newtral.es (aquí, aquí y aquí), los datos alertan de un repunte de la violencia de género durante la pandemia. Un reciente artículo de investigación, Violencia de género durante el confinamiento por COVID-19 en España (International Journal of Environmental Research and Public Health), analizó diferentes indicadores durante el segundo trimestre de 2020 (abril, mayo y junio), en el que se combinó confinamiento estricto con medidas restrictivas durante el primer estado de alarma.
Las investigadoras concluyeron que durante este periodo se registró la tasa más alta de llamadas al 016, mientras que las denuncias policiales, las órdenes de protección y los asesinatos disminuyeron. Una vez finalizó el primer estado de alarma, es decir, a partir del tercer trimestre, se revirtió la tendencia: disminuyeron las llamadas al 016 y aumentaron los otros tres indicadores.
Durante el comienzo de la pandemia, la ONU referenciaba una guía de 2015 elaborada por Global Protection Cluster (GPC) para advertir de que “el desmoronamiento del orden público o el deterioro de los sistemas de ayuda y protección social (tales como la familia extensa o las agrupaciones comunales) también aumentan el riesgo de que las mujeres y las niñas sean víctimas de la violencia de género”.
Y como apuntaba la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en este informe: “Los contextos humanitarios afectan en mayor medida a las mujeres: el 70% de las mujeres experimentan la violencia de género en contextos humanitarios, en comparación con el 35% en todo el mundo. Las crisis humanitarias alteran las redes familiares y sociales, modifican los roles que desempeñan los diferentes géneros y rompen las estructuras de protección. Las desigualdades existentes para las mujeres y las niñas corren el riesgo de exacerbarse aún más durante y después de una crisis”.
Dos ejemplos concretos: el Ministerio de Igualdad registró un aumento del 61,5% en las peticiones de ayuda a los servicios de asistencia a víctimas de violencia de género durante el primer estado de alarma; y en La Palma se ha registrado un aumento de las llamadas por violencia de género al 112 desde que comenzó la erupción de volcán en la isla (72 llamadas al 112 registradas en septiembre de 2021, que suponen un aumento del 84% respecto al mismo mes del año anterior y del 75% respecto al mes anterior, agosto de 2021).
Qué es Mascarilla-19, la iniciativa canaria para pedir auxilio
En España, la iniciativa más similar a la del gesto con la mano impulsado por la asociación canadiense es el que puso en marcha el Instituto Canario de Igualdad (ICI): Mascarilla-19. Con el lema “Pide en farmacia Mascarilla-19. En la farmacia sabrán que tienen que llamar al 112”, el ICI señala que “fue creado durante el confinamiento para que las mujeres que pudieran estar viviendo una situación de violencia de género pidieran ayuda en las farmacias en el caso de que no pudieran llamar directamente al 112”.
Según un comunicado del ICI de septiembre de 2021, “desde su creación ya ha permitido prestar ayuda a 49 mujeres”. Por ello, decidieron relanzar la campaña, considerándolo “un recurso estable”, acompañándola de formación en violencia de género para el personal farmacéutico.

Eva Bajo es médica forense del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas (Canarias) y está especializada en la detección de la violencia de género. En conversación con Newtral.es, Bajo señala que tanto Signal For Help como Mascarilla-19 “son medidas que pueden ser absolutamente eficaces en situaciones concretas, pero por la forma en que se ejerce la violencia de género, hay veces en que las mujeres ni siquiera van solas a la farmacia”.
Considera, además, que su uso “requiere mucha valentía por parte de la víctima”: “Lo habitual es que las mujeres no pidan ayuda. Hay muchas casos de vecinos que llaman y cuando la Policía llega, ellas niegan el maltrato. Creo que estas iniciativas se usarán más en situaciones extremas, cuando la vida de la víctima está absolutamente amenazada de forma inminente”.
Por otro lado, Bajo es crítica con las medidas simbólicas que no van acompañadas de medidas materiales: “Esto no vale de mucho si seguimos con una Unidad de Valoración Forense Integral (UVFI) totalmente desmantelada”. Estas unidades, como ya explicábamos en Newtral.es, son órganos especializados en los que los juzgados especializados en violencia de género se apoyan para instruir la causa con toda la información posible y un análisis muy pormenorizado del contexto, tanto de las víctimas (mujeres y menores en el caso de que los haya) como de los presuntos agresores. A pesar de que la Ley 1/2004 obliga a crear estos juzgados específicos y estas unidades, la implementación es incompleta.
En la UVFI de Las Palmas, denuncia Bajo, “la psicóloga solicitó un cambio de plaza y la trabajadora social está de baja”: “No ha habido sustitución para esas dos plazas, estoy sola, así que no puedo hacer informes integrales. Lo que yo haga se queda incompleto porque se necesita una visión multidisciplinar”.
“No se invierte en lo que hay que invertir. Mascarilla-19 está muy bien pero si no hay un UVFI en condiciones, estamos dejando de valorar a las mujeres víctimas y a sus hijos adecuadamente”, concluye Eva Bajo.
*Este artículo ha sido actualizado el lunes 15 de noviembre para incluir la información publicada por los Mossos respecto a la detención de un hombre después de que la mujer a la que acompañaba hiciese uso de la SignalForHelp.
Fuentes consultadas
- Web de Canadian Women’s Foundation
- Anuradha Dugal, una de las portavoces de la Canadian Women’s Foundation
- New York Times
- Instituto Canario de Igualdad
- Eva Bajo, médica forense del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas (Canarias)
- Nerea Barjola, investigadora, doctora en Estudios de Género y autora del ensayo Microfísica sexista del poder (Virus Editorial)
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