El Tribunal Supremo ha confirmado la inhabilitación del president de la Generalitat, Quim Torra, por desobediencia al negarse a quitar los símbolos independentistas y en apoyo a los políticos presos de los edificios públicos durante la campaña de las elecciones municipales del 28-A.
Los cinco magistrados que han examinado el recurso de casación del president a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña han llegado a la misma conclusión, convirtiendo así a Torra en el primer president de la Generalitat inhabilitado en el ejercicio del cargo.
¿Qué dice la sentencia?
Los magistrados del Supremo acogen en su totalidad los argumentos del TSJC, cuya sentencia quedó en suspenso hasta que el Alto Tribunal se hubiera pronunciado, y descartan las alegaciones de Torra, que consideraba que la condena por desobediencia vulneraba la libertad ideológica y de expresión.
En su sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Juan Ramón Berdugo, el Supremo destaca que el ámbito del recurso “no es la exhibición de determinados símbolos o pancartas de una determinada opción política, sino su utilización en periodos electorales desobedeciendo lo dispuesto por la Junta Electoral Central que, en el ejercicio de sus funciones garantiza la transparencia y objetividad de los procesos electorales, prohibió su utilización, con vulneración del principio de neutralidad a que deben sujetarse las administraciones en general, contraviniendo órdenes expresas de aquella Junta Electoral”.
Destaca, además, que Torra es libre de hacer las manifestaciones y actos que reflejen su identidad política, pero no de desobedecer al órgano constitucional encargado de la limpieza de los procesos electorales
¿Cuál es la condena?
La Sala II del Tribunal Supremo ha confirmado la condena del TSJC a un año y seis meses de inhabilitación especial y multa de 30.000 euros por un delito de desobediencia cometido por autoridad o funcionario público al considerar que desobedeció de “forma reiterada y contumaz” las órdenes de la Junta Electoral Central durante el proceso electoral de las elecciones generales convocadas para el 28 de abril de 2019, al estimar la Junta que vulneraban la neutralidad exigida a las administraciones públicas en esos procesos.
¿Por qué fue llevado a juicio?
Torra reconoció en todo momento que no había atendido a los requerimientos de la JEC de retirar la pancarta y lazos amarillos pero negó que fuera responsable penalmente de ello.
«Sí, desobedecí, porque yo me debo a un mandato superior de la ciudadanía de defensa de los derechos humanos». «Era una orden manifiestamente ilegal dictada por un órgano que no era competente en absoluto, no era una autoridad competente superior a mí». En estos términos se refirió el president de la Generalitat en el mes de noviembre ante el TSJC en referencia a la decisión de la Junta Electoral Central que, una vez convocadas las elecciones del 28 de abril de 2019, ordenó la retirada de la simbología partidista exhibida en edificios públicos, decisión que comunicó en tiempo y forma.
Ante el Supremo, a su juicio, es “aberrante” la tesis de que la JEC era un órgano superior al propio presidente de la Generalitat. “Ya partimos mal. No estamos analizando las cosas desde una perspectiva imparcial. La JEC no era autoridad competente, no era autoridad superior”, dijo Gonzalo Boye en la vista celebrada el pasado día 17.
¿Cómo ha respondido Torra?
El ya expresident de la Generalitat ha comparecido en la tarde de este lunes desde la Galería Gótica del Palau y acompañado del Govern en pleno en un último discurso en el cargo en el que ha pedido a la población catalana que siga luchando para “salir del pozo en el que nos quiere meter el Estado español”. Torra ha asegurado que lleva meses trabajando para luchar contra la pandemia incluso “sin recursos y sin soberanía” y que la decisión del Supremo de ratificar su inhabilitación supone “interrumpir el funcionamiento de las instituciones catalanas” y abocarlas “a una situación de interinidad” en un momento tan duro como el actual provocado por el coronavirus.
Así, Torra deja en manos de su vicepresidente, Pere Aragonès, el mando del Govern ya que no convocará elecciones de forma inmediata. “Las elecciones se celebrarán en unos pocos meses y deben ser un nuevo plebiscito”, ha dicho en su discurso.
Por su parte, el vicepresidente ha asegurado que la inhabilitación supone un «golpe antidemocrático». «La justicia española ha sentenciado un nuevo golpe antidemocrático a nuestras instituciones, pero el odio y la venganza del Estado no provocará ni una grieta en nuestro compromiso con la libertad de Cataluña. Contigo, muy honorable president Quim Torra», ha dicho Aragonès a través de las redes sociales.
¿Cuál es su horizonte?
La Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) había pedido al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que se abstuviese a partir de este mismo lunes de ejercer su cargo. El alto tribunal catalán había instado, además, a que se ociciase al vicepresidente del Govern, Pere Aragonés, para que empiece los trámites para la sustitución interina prevista en el Estatut.
La imposibilidad de Torra de presentarse como candidato a unas futuribles elecciones en Cataluña ya estaba descartada. La Ley Electoral establece que son inelegibles los condenados por sentencia, aunque no sea firme, por delitos de rebelión, de terrorismo, contra la Administración pública o contra las instituciones del Estado cuando la misma haya establecido la pena de inhabilitación. La desobediencia se considera delito contra la Administración pública.
El procedimiento para apartar al presidente del cargo aún no está claro, como explica el equipo de prensa del Parlamento catalán, ya que será la primera vez que se ordena la destitución de un presidente por una condena, y ni el Estatuto de Cataluña ni la Ley de la Presidencia de la Generalidad y del Gobierno prevén cuál es el proceso a seguir.
¿Recurrirá ante el Constitucional?
Le queda una baza para no ser apartado del cargo: presentar un recurso de amparo al Tribunal Constitucional y pedirle que deje en suspenso la ejecución de la pena. Está por ver si el president acata ahora la sentencia y abandona el cargo.
0 Comentarios