El reparto de cargos, clave en el diseño del Ejecutivo catalán

Newtral I La candidata de la CUP, Dolors Sabater, y la presindeciable de JxCat, Laura Borràs
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Las conversaciones de ERC con sus potenciales socios de Govern continúan avanzando. No obstante, las caras de las personas que -previsiblemente- dirigirán Cataluña en pocos meses están tardando en hacerse públicas. El reparto de cargos es clave para llegar a un acuerdo que haga viable el nuevo Ejecutivo catalán, pero hay unos puestos que son más importantes que otros. 

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La presidencia de la Mesa del Parlament es el cargo más codiciado tras el de president, el cual recaerá sobre Pere Aragonès de haber acuerdo entre ERC y JxCat. Dos nombres suenan con fuerza para liderar este órgano: el de la candidata de Junts, Laura Borràs, y el de la cabeza de lista de la CUP, Dolors Sabater. 

Lo más importante

Siguiendo la fórmula del actual gabinete, si la presidencia recae sobre ERC, la Mesa tendría que estar liderada por JxCat -el segundo partido independentista más votado- aunque no necesariamente por su presidenciable. No obstante, en esta ocasión hay un giro del guión: Aragonès no quiere un Govern a dos. Su objetivo es incluir, al menos, a un nuevo actor: la CUP.

Teniendo esto en cuenta, las dos candidatas tienen puntos que podrían decantar la balanza en su favor:

Laura Borràs: está en posición de decidir qué cargo quiere ocupar, pues su formación se quedó a sólo un escaño de ERC (aunque sin los anticapitalistas no hay suma posible).

  • En la Mesa podría marcar un perfil diferente al de su antecesor, Roger Torrent, en cuanto al respeto de los mandatos judiciales. El programa de su partido defiende, de hecho, “no aceptar injerencias políticas, jurídicas o administrativas contra la soberanía del Parlament”. 
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  • Está imputada por un presunto delito de malversación, que ella achaca a la “represión” de España. En caso de ser inhabilitada, el golpe tendría más efecto y visibilidad si encabeza el Parlament que si se queda con la vicepresidencia de la Generalitat. 

Dolors Sabater: su apoyo a la investidura es indispensable para que ésta salga adelante. De hecho, podría ser que una de las condiciones sine qua non para dar sus votos sea presidir la Mesa, según ha adelantado el Ara

  • El número dos de la formación, Carles Riera, mostró su voluntad de entrar en la Mesa en una entrevista en La 2. Aseguró que su estrategia pasaría por “desobedecer al TC si eso implica defender la soberanía del Parlament».
  • Aragonès podría guardarse el as de la presidencia para empujar a la CUP a que pongan un pie dentro del Govern, consiguiendo así el ejecutivo “de izquierdas” que ERC persigue.

¿Cuál es el contexto?

En la última legislatura, ciertas decisiones del presidente del Parlament, Roger Torrent, fueron el origen de fuertes encontronazos entre Junts y Esquerra. Torrent marcó su perfil no beligerante desde el principio del mandato, cuando decidió acatar al Tribunal Constitucional y no investir telemáticamente a Carles Puigdemont. Volvió a hacerlo en los últimos meses del Govern de Quim Torra, cuando le retiró el acta de diputado al expresident tras su inhabilitación para no contravenir al Tribunal Supremo.

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Con este precedente, que ERC le diera la presidencia de la Mesa a JxCat sería un giro de 180 grados. El partido de Puigdemont ya adelantó en campaña su posición favorable a levantar la suspensión de la declaración unilateral de independencia si los partidos favorables al “sí” superaban el 50% de los votos -algo que ha conseguido si se suman los porcentajes de voto del PDeCat, que se quedó fuera de la Cámara catalana. La CUP, en cambio, apuesta por celebrar un referéndum pactado y reconocido internacionalmente antes de resucitar la DUI.

Por eso no es de extrañar que el viernes 19 de febrero la secretaria adjunta de ERC, Marta Vilalta, dejara caer que podría ser que JxCat no obtuviera la presidencia del Parlament.

¿Qué hay que tener en cuenta?

Hay un tercer actor en discordia: En Comú Podem. ERC intenta persuadir a los morados para que formen parte del Govern e inclinen la balanza dentro del gabinete en favor de las fuerzas progresistas. En esta línea, el portavoz de Esquerra en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, señaló en una entrevista en TVE que es “casi casi imprescindible” para su formación que los Comuns entren en el Govern.

Pese a ello, el partido liderado por Jéssica Albiach se ha negado en reiteradas ocasiones, alegando que nunca entraría en un Ejecutivo donde esté JxCat. A su vez, Junts veta la participación de los morados. En su opinión, el mandato de las urnas es que haya un Govern “íntegramente independentista”.

Darle la Mesa del Parlament a En Comú Podem sería una manera de integrar al partido en la estrategia de Govern. De esta manera, ni ellos ni Junts tendrían que deshacer los vetos proclamados y Esquerra reforzaría su discurso progresista.

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#Fact

En caso de acuerdo entre los tres partidos independentistas, los 74 votos que sumen entre ERC, Junts y la CUP –72 si los Lluís Puig i Meritxell Serret, huidos en Bélgica, no pueden votar– les asegura la mayoría a la Mesa con hasta cinco de los siete representantes. El PSC se llevaría los otros dos miembros, dejando fuera a Ciudadanos, PP y Vox. 

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