En unas elecciones marcadas por una emergencia sanitaria mundial una de las mayores incógnitas -con permiso de quién ganará el 14-F – es la tasa de participación. Esto podría determinar los pactos posteriores entre bloques políticos, que deberán intentar aglutinar una mayoría suficiente para formar gobierno.
Las elecciones autonómicas de 2017 se celebraron en un contexto altamente politizado -fueron convocadas tras la declaración de independencia y la consiguiente aplicación del artículo 155-, lo que propició que se alcanzara una participación histórica del 79%. Ahora, las restricciones derivadas del estado de alarma y un clima político menos polarizado podrían suponer un descenso de los votantes.
Lo más importante
Las principales encuestas publicadas durante las últimas semanas vaticinan una caída de casi 20 puntos porcentuales en la tasa de participación respecto a la cifra de 2017.
- El barómetro de enero del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat cifraba la participación en torno al 62%.
- Aunque la encuesta preelectoral del CIS no da ese dato, si especifica que, del total de encuestados, el 5% dice que no votará, el 39,1% dice que no lo sabe y el 11,6% no contesta. En total, esto suma un 55,7% cuyo voto no está asegurado.
En este contexto, la fidelidad de los votantes será esencial. Según la encuesta flash del CIS publicada en febrero, los partidos soberanistas -ERC, JxCAT, CUP, PdeCat y PNC- suman el 43% de la estimación de voto. El bloque no independentista -formado por PSC, Ciudadanos, PP, Comunes y Vox- alcanza el 53,2%.
Si se comparan estos porcentajes con la estimación de voto del barómetro preelectoral de 2017, la permanencia de los votantes en un mismo bloque es mayor en el espacio no independentista. En aquel momento la estimación de voto de Ciudadanos, PSC, Comuns y PP estaba en torno al 52,9% -sólo tres décimas inferior a la de 2021-, mientras que la del bloque independentista llegó al 61,3%, casi 20 puntos por encima de la actual.
¿Cuál es el contexto?
La experiencia más cercana con la que se puede comparar el 14-F son las elecciones vascas y gallegas del 12 de julio de 2020, previstas para el 5 de abril de ese mismo año, pero que tuvieron que posponerse por el confinamiento domiciliario vigente en aquel momento en España. En el País Vasco, la tasa de participación fue del 50,78%, mientras que en Galicia se situó en el 48,96%.Cabe destacar que, en aquellos comicios un grupo de personas no pudo ejercer su derecho a voto al serle prohibido salir de sus casas. Esto no pasará en Cataluña, donde se ha habilitado la última franja horaria del día -entre las 19.00 y las 20.00 horas de la tarde- para que contagiados, contactos y personas en cuarentena puedan ir a votar.
Históricamente, la participación electoral en España ha sido mayor en las generales; seguida, en un segundo nivel, por las autonómicas, según analizaba el Ministerio del Interior en el documento ‘Las elecciones generales en España (1977-2016)’. Según este estudio, el nivel de participación en las autonómicas ha oscilado habitualmente entre el 63% y el 73%.
¿Qué hay que tener en cuenta?
La situación epidemiológica juega un papel fundamental en el número de electores que acudirán a los colegios a depositar su papeleta, pues el miedo al contagio puede provocar que parte del electorado decida quedarse en casa.
En los comicios gallegos y vascos la segunda ola de la pandemia empezaba a asomar la cabeza tímidamente en España, pero todavía no estaba en su máximo apogeo. Dos días antes de las votaciones, el 10 de julio, el Ministerio de Sanidad contabilizó en Galicia 20 contagios, lo que situó la incidencia acumulada en los 14 días previos en 8,85 casos por cada 100.000 habitantes. En cuanto a Euskadi, los contagios diarios fueron 11, y la incidencia acumulada 7,79 por cada 100.000 habitantes.
Ahora, en plena tercera ola, Cataluña es uno de los territorios más afectados. A dos días de las elecciones, Sanidad notificó 739 contagios, que elevan la incidencia acumulada de los últimos 14 días a 375,25 casos por cada 100.000 habitantes.
El secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, estimó el 9 de febrero en Catalunya Ràdio que el domingo del 14-F se irá a votar con un escenario epidemiológico de en torno a 14.000 personas contagiadas. “A 4,5 contactos por cada contagiado, nosotros consideramos que alrededor de 70.000 o 80.000 personas deberían quedarse en su casa, pero tienen su derecho fundamental de voto”, apuntó el experto.
#Fact
El voto por correo será el gran protagonista de la jornada. Ha crecido un 350% con respecto a los comicios de 2017 y suma, en total, 284.706 solicitudes, según informó la Generalitat, quien ha destacado que se trata de una cifra récord en unos comicios autonómicos. No obstante, no todos han depositado su voto. A 9 de febrero se habían tramitado de manera postal el voto de 133.148 electores.
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