Parece que la campaña empezó hace meses, pero la realidad es que el pistoletazo de salida para las elecciones del 4M no ha tenido lugar hasta hoy, 18 de abril, día en que los candidatos a presidir la Asamblea de Madrid iniciarán su particular carrera de obstáculos hasta la Puerta del Sol.
El enfrentamiento entre derecha e izquierda será la clave que rija las apariciones públicas de los presidenciables durante las próximas dos semanas. Los bloques electorales están fijos, por lo que lo importante será la movilización dentro de cada uno de ellos. No obstante, más allá de esta realidad, cada candidatura tiene sus propias fortalezas que exprimir y debilidades que afrontar durante esta exigente prueba atlética.
PSOE
El primer anuncio de la campaña de Ángel Gabilondo fue toda una declaración de intenciones. La política calmada frente a la agitación de Isabel Díaz Ayuso. “Soso, serio y formal”, reza el primer vídeo del candidato socialista, quien asegura no creer en la “bronca”. “El perfil moderado le sienta muy bien porque va a la par con su manera de hacer política”, señala la politóloga y socióloga Marta Marcos, quien cree que esto le ayudará a “aglutinar al votante del centro que se ha quedado huérfano con el declive de Ciudadanos”.
- Objetivo: se centrarán en atraer el voto en las zonas tradicionalmente socialistas. “Van a salvar los muebles, a mantenerse”, remarca el experto en análisis político y electoral Daniel Vicente Guisado. Por esa razón, las primeras visitas del candidato se han centrado en bastiones rojos como Fuenlabrada, Parla, Móstoles y Alcorcón.
- Mensaje: intentarán remarcar el acercamiento del PP a Vox, en una llamada clara al voto de centro, el único espacio donde el PSOE tiene posibilidades de expandirse, según Vicente. “A la izquierda tiene dos rivales demasiado importantes”, puntualiza.
- Fortaleza: sacarán pecho de la gestión del Gobierno en la pandemia -especialmente de la estrategia de vacunación– y contarán con la implicación en la campaña del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Vicente cree que esto podría beneficiarles si Ayuso diversifica sus ataques. La presencia del presidente “difuminará” la dirección de las críticas, que ahora dirige sólo a Iglesias, y “ubicará a los socialistas en el centro del debate político”, señala.
- Debilidad: la presencia de Sánchez también puede perjudicar a los socialistas, avisa Marcos. En sus palabras, estas autonómicas “se juegan en clave madrileña, donde el presidente no tiene un papel”. La experta en comunicación política Gabriela Ortega avisa, además, del peligro que puede suponer que Sánchez eclipse a Gabilondo. “Para Ayuso no existe un candidato socialista, el encuadre está siendo sólo Sánchez”, explica.
PP
El eslogan de los populares salió en el mismo momento en que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció el adelanto electoral. “Socialismo o Libertad”. El mensaje ha calado, y con él la candidata del PP intentará aglutinar el voto útil contra la izquierda “situándose al lado de Vox, y no enfrente”, en palabras de Marcos.
- Objetivo: reforzar la mayoría de 2019 de cara a relanzar al PP como partido alfa de la derecha. Para ello intentarán absorber a Cs y entenderse con un Vox lo más pequeño posible. Es aquí donde los populares deben tener cuidado. Según Vicente, “si Vox sigue bajando, Ayuso puede verse con 60 escaños pero sin posibilidad de sumar porque le falta un socio de Gobierno fuerte en el arco”.
- Mensaje: la palabra clave será “libertad”, una referencia que incluso partidos como el PSOE han adoptado (véanse las lonas de Callao). El otro extremo, el socialismo (o comunismo) lo personifican los socios de Gobierno, especialmente el exvicepresidente Pablo Iglesias, la figura que más consigue movilizar a los votantes de derecha, en palabras de Marcos.
- Fortaleza: su candidata. “Ayuso ha generado un fenómeno fan entre los madrileños”, asegura la politóloga, quien subraya que, además, “el PP tiene su campaña en las calles, porque cuando la gente ve los bares abiertos lo asocia a ella”.
- Debilidad: la sombra del PP, contaminada por los casos de corrupción, de la que Ayuso intenta desvincularse marcando perfil propio y minimizando las siglas. “Todo lo que es estructura de partido, que para el PSOE es una fortaleza por su capilaridad en el territorio, para el PP es una debilidad”, apostilla Ortega.
Ciudadanos
Tras el batacazo en las elecciones catalanas -los naranjas pasaron de 36 a 6 escaños en el Parlament- y unos muy malos resultados en las primeras encuestas publicadas -la mayoría de las cuales no les garantizan representación-, los de Inés Arrimadas lucharán por su supervivencia en la capital, donde hace apenas un mes formaban parte del Gobierno.
- Objetivo: alcanzar el 5% de los votos necesarios para entrar en la Asamblea, un dato que casi ninguna encuesta le garantiza. Para ello intentarán frenar a los votantes que están abandonando su barco, especialmente hacia el PP. Esto es algo complicado por el nivel de “descrédito político” que han alcanzado, sobre todo después de lo ocurrido en Murcia, según señala Marcos.
- Mensaje: los naranjas se vuelven a presentar como la opción de centro, la única viable para frenar el populismo y la crispación. Pero Ortega alerta, “en un partido nadie va con el árbitro, siempre te decantas por uno de los equipos”.
- Fortaleza: el único aliciente que pueden darle a sus votantes es presentarse como garante de que Vox no entrará en la CAM, concluye Vicente. “El votante madrileño de Cs está claramente escorado a la derecha. Por eso piden volver a pactar con el PP, pero con la línea roja de que los de Santiago Abascal no estén”, remarca el experto.
- Debilidad: que las encuestas no les den representación puede provocar que muchos votantes que sí les darían su apoyo opten por opciones que les aseguren que su papeleta no se va a perder, como el PP si tienden más a la derecha o el PSOE si se identifican más con el centroizquierda. “Ciudadanos no ha dado la respuesta que venía a dar y gran parte de su electorado no tiene problema en mover su voto”, remarca Marcos.
Más Madrid
Más Madrid no es nuevo en esta carrera, aunque la cara al frente del proyecto haya cambiado desde las últimas elecciones. En 2019 -sus primeras elecciones como partido independiente-, la excaldesa de la capital, Manuela Carmena, no logró formar gobierno y abandonó la política. Ahora, el encargo de liderar el proyecto recae sobre Mónica García.
Ortega cree que su carácter de partido propositivo que no apela al voto polarizado ha sido el responsable de su crecimiento en las encuestas. “Su mensaje de generar campaña a partir de propuestas ha calado. Podemos está agitando el árbol, pero quien se está llevando los votos es Más Madrid”, asegura la experta.
- Objetivo: presentarse como alternativa a Ayuso asumiendo el rol de voz de la oposición. “Gabilondo no ha sabido ponerse al frente ni debatir con Ayuso. No tiene un perfil combativo”, defiende Marcos, para quien García ha sabido aprovechar la falta de liderazgo en el PSOE y construirse una imagen de mujer fuerte, que ha estado al frente de la pandemia desde su posición de anestesista.
- Mensaje: se presentan como el partido a la izquierda del PSOE, con preocupaciones por los temas importantes de la vida cotidiana, como la conciliación o la salud mental (recordemos la campaña de “vete al médico”).
- Fortaleza: el techo electoral es más elevado que el de uno de sus competidores directos, Unidas Podemos. “Apelan a los barrios humildes, pero no se quedan ahí, como a veces hace Podemos. Lo combinan con barrios más pudientes e interpelan al Madrid del centro”, explica Vicente.
- Debilidad: su candidata es la menos conocida, según la encuesta preelectoral del CIS, de donde se desprende que sólo el 57,7% de los preguntados saben quién es. Mónica García deberá combatir a Iglesias para no ser eclipsada por su imagen, al mismo tiempo que se desprende del mote de “candidata de Errejón”. Vicente le quita hierro a este asunto. “No la conocen en la derecha, pero el electorado de izquierda sí la tiene presente lo suficiente como para plantearse su voto”, matiza.
Vox
En mayo de 2019, Vox entró por primera vez en la Asamblea de Madrid con 12 escaños. Dos años después, los de Santiago Abascal buscan mejorar ese resultado, sabedores de que se han convertido en la fuerza emergente de la política española, un atributo que les catapultó al tercer puesto en las últimas generales. No obstante, con el avance de la precampaña su porcentaje de voto en las encuestas ha ido disminuyendo, por lo que la actitud ha virado hacia una estrategia defensiva, que les permita mantener la presencia lograda en 2019.
- Objetivo: obtener un resultado lo suficientemente bueno como para tener las llaves de la formación del Gobierno autonómico. “Son honestos con su electorado, a quienes exponen que su enemigo común es el comunismo y que tendrán que pactar con el PP para frenarlo”, remarca Marcos.
- Mensaje: Vox se muestra como el partido con capacidad para “reconquistar” el territorio “perdido” ante la izquierda, explica el doctor en Historia y experto en extrema derecha Xavier Casals, quien recuerda que su lema para el 14-F ya fue “Recuperemos Cataluña”. Con esta idea, los de Abascal pretenden “dar épica al relato político” a través de la confrontación con su antagonista por excelencia (Unidas Podemos).
- Fortaleza: su electorado es fiel y es muy difícil que acabe decantándose por otros partidos, en opinión de Marcos. Además, la polarización del contexto político garantiza su presencia mediática.
- Debilidad: su candidata, Rocío Monasterio, no logra igualar la importancia mediática de Abascal, que es quien se encargará realmente de la campaña ante la invasión de su discurso que ha protagonizado Ayuso. “No son diana política de nadie”, añade Ortega, quien considera que “están teniendo que generar debate ellos mismos porque Ayuso lo centraliza todo”.
Podemos
Si bien la primera meta de los morados era superar el precipicio del 5% de los votos -algo que no todas las primeras encuestas daban por sentado-, este escollo parece haberse solucionado con la candidatura de Iglesias. Ahora, los esfuerzos se centran en movilizar al voto progresista y evitar que la división del espacio en tres partidos afecte lo menos posible al reparto de escaños. En esta línea, el exvicepresidente ya ha manifestado en varias ocasiones su intención de evitar la crítica al resto de candidatos progresistas, una práctica a su parecer contraproducente si lo que se quiere es reactivar el voto de izquierdas.
- Objetivo: recortar distancias con Más Madrid. Esta es una estrategia “complicada”, en opinión de Marcos, quien cree que los de Errejón “están bastante más centrados en Madrid, mientras que Iglesias viene de otro terreno”.
- Mensaje: los morados se presentan como el freno contra el “fascismo” y los defensores de la democracia. El movimiento de Iglesias ha sido un intento de emular el “efecto Illa”, explica Vicente, quien no vaticina el mismo efecto que tuvo para el PSC.
- Fortaleza: su candidato. “Iglesias es un animal político, se mueve muy bien en campaña y en los debates, es el momento perfecto para él”, asevera Marcos.
- Debilidad: su candidato. “Iglesias es una figura que polariza mucho, o la amas o la odias. Cuando anunció su candidatura la intención de voto hacia el partido creció bastante, pero ya ha tocado techo”, añade Vicente.
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