Cuando un menor es víctima de algún tipo de violencia (abusos, malos tratos), lo habitual es que se le tome declaración en la policía, en el juzgado y en la unidad de valoración (si la hay). Así, el menor tiene que contar su historia de violencia una y otra vez: en diferentes ocasiones y a diferentes personas, muchas de las cuales no tienen especialización alguna en infancia. Unas declaraciones que, además, se hacen en instancias diseñadas desde una visión adulta y, por tanto, hostiles para niños y niñas.
Pero en Gran Canaria, un equipo multidisciplinar del ámbito médico y jurídico se propuso reformular todo esto por completo. Partían de una premisa: ¿cómo evaluar y escuchar a un menor que ha sido víctima de violencia sin que también sufra violencia institucional en el proceso?
La idea ya es una realidad: desde el pasado 1 de octubre, el juzgado de instrucción nº3 de Las Palmas de Gran Canarias es el Juzgado especializado en la Violencia contra la Infancia y la Adolescencia. Al frente, el magistrado Tomás Martín. Y en su equipo (el correspondiente al de la Unidad de Valoración Forense Integral), dos médicas forenses, Eva Bajo y Cintia Sánchez-Vasconcellos, y una psicóloga forense, Mónica Rincón. Esta unidad requiere que haya también un trabajador social forense que aún no se ha incorporado.
Un juzgado en línea con la ley de infancia
En febrero de este año, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó este proyecto que es pionero en España. Así, el CGPJ daba el visto bueno a una idea contenida en la ley de infancia antes, incluso, de que esta ley se aprobase (en mayo de 2021).
Así, uno de los principales objetivos de este juzgado especializado es que las víctimas menores de edad narren los hechos una única vez, y además a personas especializadas en infancia. De esta forma, se reduciría la revictimización secundaria.
¿Y qué dice la Ley de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia? En la disposición final vigésima, la norma prevé la “especialización de los órganos judiciales, de la fiscalía y de los equipos técnicos que presten asistencia especializada a los Juzgados y Tribunales”.
Establece, además, que en el plazo de un año desde la entrada en vigor de la ley, el Gobierno remita un proyecto de ley para modificar la Ley del Poder Judicial y que esta contenga dicha especialización en violencia en la infancia. Y, además, señala: “Con este propósito se planteará la inclusión de Juzgados de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia”. Un mandato muy similar al que establecía la ley de violencia de género, aprobada en 2004, con la creación de juzgados especializados (los de Violencia sobre la Mujer).
Juzgados de violencia en la infancia y unidades de valoración
Eva Bajo, médica forense del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, será una de las dos forenses que evalúen a los menores que denuncien algún tipo de violencia. Y lo hará como parte de la Unidad de Valoración de Forense Integral, una de las estructuras “imprescindibles” en este tipo de juzgados, como lo es en los juzgados de violencia de género.
“El espíritu es el mismo que con el tratamiento de la violencia de género: entender que es un tipo de violencia especial que requiere especialización para poder entenderla y trabajarla”, apunta Bajo en conversación con Newtral.es.
¿Y por qué es importante la especialización? Esta forense lo explica con un ejemplo concreto: “El caso que veremos con más frecuencia es el de abuso sexual. Suele ocurrir con estos casos que en el reconocimiento físico no encontremos grandes hallazgos. Bien porque no los hay o porque los agresores no los dejan. Por eso trabajaremos mano a mano con especialistas de Pediatría de modo que, junto a ellos, podamos tirar para atrás: ver la evolución del menor, patologías que sufre, consultar la historia clínica del menor para ver qué se nos ha podido pasar…”.
Además, incide Bajo, la ley de infancia “obliga a estos especialistas y a otros profesionales que están en contacto con menores a estar absolutamente atentos”: “Ante la mínima sospecha de que un menor sufre violencia, aunque no tengan datos fehacientes, tienen que comunicarlo”, añade.

“La Justicia tiene que estar adaptada a la infancia”
Mónica Rincón, psicóloga forense del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, también forma parte de este equipo pionero que trabajará en el juzgado de violencia en la infancia. En conversación con Newtral.es, Rincón señala que “la Justicia tiene que estar adaptada a la infancia”: “Se necesita un cambio radical en el abordaje. Hay que empezar por adaptar los espacios, que ahora son hostiles. Pero para reducir la revictimización es necesario un cambio rotundo en la manera de abordar a los menores y sus declaraciones”, apunta.
Esta adaptación de los espacios requiere una mirada menos adultocéntrica. Por ello, una de las grandes apuestas de este juzgado tiene algunas similitudes con el modelo Barnahus, un sistema que como explica la organización Save the Children, “es una ‘Casa de los niños’ que evita que el menor tenga que revivir el abuso sexual a través de múltiples declaraciones y, a su vez, ofrece un entorno amigable y respetuoso con sus necesidades”.
“En el juzgado se está construyendo una planta más para construir este espacio. Se ha contratado a un equipo de arquitectura para que diseñen una entrada diferente, un espacio con columpios, otro más específico para adolescentes… Incluso las salas de exploración tendrán un tipo de muebles concreto y las sillas tendrán un tejido específico”, explica la forense Eva Bajo.

Este sistema de protección requiere, además, una herramienta diferente para la toma de declaración: la sala Gesell. Esta sala permite que los profesionales realicen una única entrevista garantizando “que la prueba resulte válida para el juicio” (lo que se conoce como prueba preconstituida). A diferencia del modelo Barnahus, el que ha implementado este juzgado especializado en infancia no tiene “solo un circuito cerrado de televisión”, sino que se trata de “un sistema de videoconferencia que permite conexiones simultáneas en espacios diferentes: entre el Instituto de Medicina Legal y Forense, el juzgado y la sala de exploración adaptada a la infancia”, explica la psicóloga forense Mónica Rincón.
“No podemos tener al menor dando tumbos”, apunta Eva Bajo. La prueba preconstituida permite que, tras hacerle el reconocimiento médico al menor, este sea llamado a declarar y lo haga en una sola ocasión: “Se trata de que todos trabajemos de forma conjunta para que, una vez ha verbalizado la violencia, la vorágine pase lo antes posible”, indica la forense. Y en este sentido cobra importancia lo que apunta Mónica Rincón sobre la reducción de los plazos: “El objetivo es que en una semana ese proceso de reconocimiento y declaración, atendiendo, claro, a las necesidades específicas del menor, esté hecho. No como ahora que puede alargarse meses”.
Además, el sistema de reconocimiento y exploración se hará con videograbación: “La evidencia científica indica que hay que hacerlo así porque en el momento se pueden escapar muchas cosas. Este método te permite volver al visionado y también sirve para cotejar exploraciones”, señala Eva Bajo.
Por otro lado, cuando el menor acuda al juzgado a declarar, en estas instancias específicas, lo podrá hacer acompañado de su mascota, tal y como indica el Tribunal Superior de Justicia de Canarias en un comunicado.

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Ley de violencia de género
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¿Y los menores víctimas de violencia de género?
El juzgado atenderá a los procesos penales de menores correspondientes a su partido judicial: Las Palmas de Gran Canaria, Santa Brígida y La Vega de San Mateo (en la isla de Gran Canaria). Estos procesos serán aquellos en los que haya un menor víctima directa de violencia, como ocurre en los casos de lesiones o agresiones sexuales.
Sin embargo, un caso de violencia de género vicaria podría acabar recayendo en este juzgado, tal y como apunta Eva Bajo. “Partimos de la asunción de que en los casos de violencia de género en los que la mujer tiene hijos, estos también son víctimas. Pero esto cursaría por un juzgado especializado en violencia de género”. A no ser que el menor sea víctima directa de la violencia física y/o psicológica, en el que el menor podría acabar siendo evaluado por este equipo del juzgado de infancia.
La psicóloga forense Mónica Rincón explica que este proyecto piloto deberá ser evaluado, en tanto que el CGPJ y otros órganos tiene su mirada puesta en él: “Habrá que realizar memorias anuales. Además, el Gobierno de Canarias ya ha puesto en marcha un convenio con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para realizar una investigación sobre esta puesta en marcha”.
El objetivo es que este modelo se vaya replicando en otros partidos judiciales. “De acuerdo a la ley de infancia, se van a tener que crear. Estábamos haciéndolo fatal con los menores y hay que ponerse las pilas”, concluye la forense Eva Bajo.
Fuentes consultadas
- Tribunal Superior de Justicia de Canarias
- Consejo General del Poder Judicial
- Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia
- Save the Children
- Eva Bajo, médica forense del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas y miembro de la Unidad de Valoración Forense Integral del juzgado especializado en violencia en la infancia de Las Palmas de Gran Canaria
- Mónica Rincón, psicóloga forense del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas y miembro de la Unidad de Valoración Forense Integral del juzgado especializado en violencia en la infancia de Las Palmas de Gran Canaria
Excelente artículo! Maravilloso proyecto pionero Canario, que ojalá tenga mucho éxito y mucha divulgación.