La calima ha llegado a España. El excepcional episodio de polvo procedente del desierto del Sahara ha penetrado en la Península y Baleares, y ha teñido de rojo los cielos de la costa mediterránea. La causa de esta fuerte calima, un fenómeno que no se producía con esta intensidad desde hacía varias décadas, es la borrasca Celia que se formó la tarde del domingo al suroeste de la Península y que el lunes ya cubrió el cielo de rojo en toda el área mediterránea y en el sur peninsular.
Así lo ha explicado en declaraciones a Efe el presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE), el catedrático de la Universidad de Alicante (UA) Jorge Olcina, sobre este ”suceso excepcional”. Se trata de ”una llegada de polvo sahariano como hacía décadas que no se registraba en España”, según el experto, quien ha señalado que este fenómeno se dirige de sur a norte por el este del país. Los cielos rojos, por tanto, alcanzarán Galicia y Asturias, tras penetrar con la máxima intensidad por la franja costera que va desde Granada a Barcelona.
”El polvo sahariano aprovecha el lado este de la DANA que se ha formado en el golfo de Cádiz para ascender desde el desierto del Sahara hasta Europa occidental” en lo que se ha convertido en algo ”realmente excepcional”, ha insistido Olcina.
¿Cómo evolucionará la calima en España en los próximos días?
Este paisaje singular está asociado a la borrasca Celia que entró el domingo por el suroeste de España. Este martes dejará viento fuerte o con intervalos en Canarias, Baleares, en la fachada oriental peninsular, este de la meseta sur, litoral gallego, Pirineos y Cantábrica oriental, así como precipitaciones intensas en Andalucía, según informa la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Por el viento fuerte y mar brava, la AEMET ha puesto para este martes en aviso amarillo o naranja a Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia, Región de Murcia, Navarra, País Vasco y Comunidad Valencia.
Mañana miércoles la borrasca se alejará hacia el sureste y será a partir del jueves cuando este episodio de calima se aleje de España y llegará, en concentraciones mucho más bajas, hasta Reino Unido y Alemania. La borrasca que enviará mucha nubosidad a la península y a Baleares con altas concentraciones de polvo en suspensión y mala calidad del aire, según informa la AEMET.
Desde la Agencia estatal también alertan de esta particular situación favorecida por ese viento cálido de origen africano ha elevado las temperaturas hasta los 20 grados o más en puntos del sureste peninsular y hasta los 18 grados en el Cantábrico oriental.
¿Qué es la calima?
Como te contamos en este artículo, técnicamente, la calima está compuesta de partículas en suspensión. Lo que se conoce como contaminantes PM (material particulado). La calima, por tanto, no es más que arena o polvo en suspensión, un fenómeno frecuente en Canarias y en las costas del sur de España. En Newtral.es hablamos de sus peligros, que pueden equivaler a fumar a diario, pese a ser normalmente de origen natural. Hay dos fuentes básicas en Canarias: el polvo que se levanta del desierto; y los restos de cenizas que flotan de los incendios.
En este caso, se juntan los dos, sobre todo en forma de lo que llamamos PM10, es decir, partículas de no más de 10 micrómetros. Pero también las hay menores. Cuanto más pequeñas, más facilidad para escapar de nuestro filtro natural: nuestras vías respiratorias y los alveolos pulmonares.
¿Puede ser peligrosa la calima para la salud?
Los expertos creen que es importante no infravalorar el daño de estas entradas de aire cargado de polvo en la salud pública.
Durante los días de calima, personas con asma o enfermedad pulmonar obstructiva ven cómo se disparan sus síntomas. Según trabajos como este, en los días de calima intensa se duplica el número de pacientes con sibilancias, disnea, opresión torácica y necesidad de medicación de rescate respecto al resto de días típicos.
En 2019, un estudio con la participación del CSIC en NEJM demostró que el material particulado (PM) más grande, el PM10, es capaz de aumentar la mortalidad en un 0,44% por cada 10 microgramos extra que se escupen a cada metro cúbico de aire que respiramos.
¿Qué pasa cuando este aire cargado de polvo llega a los núcleos urbanos? La cosa se pone peor, porque se suma con otros contaminantes de origen humano, donde las fuentes y exposición son recurrentes. El aire cargado de polvo sahariano actúa como una especie de esponja que reseca el ambiente, con el consiguiente impacto en la población.
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