“India is on the Moon”. La India está en la Luna. Con estas palabras Sreedhara Somanath, jefe de la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), ha celebrado el suave posado de la nave Vikram sobre la superficie lunar, este miércoles. A la segunda ha ido la vencida: la parte más complicada de la misión Chandrayaan-3 ha sido un éxito, tras el descenso del módulo a unos 150 kilómetros del cráter Bogulawsky.
Sin tripulación, la India se ha convertido en el cuarto país en posar un objeto humano en la Luna y el primer país en ‘conquistar’ el polo sur del satélite (más bien, sus inmediaciones), tras el fracaso de la misión Luna-25 de Rusia, el pasado domingo. Poco después de las 14:30 (hora peninsular española), los aplausos han estallado en el centro de control de ISRO y una pantalla ha mostrado una conexión por videoconferencia con el primer ministro indio, Narendra, quien ha comenzado a agitar una pequeña bandera nacional
“Este es el momento para una India nueva en desarrollo. Éste es el momento para 1.400 millones de indios” ha señalado el gobernante del recientemente proclamado país más poblado del mundo.
Rusia había intentado descender en ese punto el pasado 21 de agosto. Sin embargo, la nave de la misión Luna-25 terminó estrellándose. El módulo ruso iba a ser el primero en llegar a la región antártica lunar, por apenas dos días. Ahora, Chandrayaan-3 lo ha conseguido, tras el fracaso de su antecesora, la Chandrayaan-2 en 2019 (que llevaba un róver dentro), y que corrió la misma suerte que la actual misión rusa por un fallo de software.
Chandrayaan-3 se adelanta en la ‘conquista’ del agua lunar
Aterrizar una nave en la Luna no es algo precisamente desconocido para la humanidad y, desde luego, no el lugar más complicado para posarse, en el sistema solar. Las misiones Luna y Apolo (de la URSS y la NASA, respectivamente) protagonizaron los mayores hitos de la carrera espacial entre los años seseta y setenta. Sin embargo, las regiones exploradas eran sensiblemente más fáciles que la zona polar de la Luna en la que se ha adentrado la India con Chandrayaan-3.
Tal y como explica a Newtral.es la astrónoma y directora de Espacio y Sociedad de la Agencia Espacial Española Eva Villaver, la compleja orografía de la región polar de la Luna hacen de estos intentos de alunizaje una hazaña. La elección no es casual: la India, con instrumental de NASA, descubrió en sus primeras misiones Chandrayaan que la región polar de la Luna está llena de agua congelada. De esto había indicios no confirmados, desde los años noventa.
Para la doctora Villaver, la presencia de agua, “que ahora sabemos que es bastante abundante en el sistema solar”, tiene una doble importancia: “científica y técnica“. Por una lado, esas aguas prístinas nos permiten conocer los tiempos jóvenes del sistema solar y de cómo nacieron y evolucionaron Tierra y Luna. Por otro lado, el agua es clave “para futuras misiones o asentamientos humanos”. Pero también sirve para producir oxígeno o combustuble a base de hidrógeno, “ya que sabemos ‘partir’ la molécula de H2O”.
Con todo, procesar grandes cantidades de agua lunar no será tarea fácil. Con todo, la que se encuentra en el polo sur lunar es preferible a la descubierta en otras zonas, como la observada por China, que está atrapada en una especie de cristales, proveniente del mismísimo Sol.
En este sentido, los actuales programas espaciales están orientados a hacer de la Luna una especie de trampolín y banco de prueba de cara a las futuras misiones tripuladas a Marte, explica Villaver.
A la larga experiencia (abandonada) de Estados Unidos y la Unión Soviética, se sumó China en 2013, quien alunizó su módulo Chag’e-3. A esta le siguió Chang’e-4, cuando en enero de 2019 se posó en la cara ‘oculta’ de la Luna y desplegó el rover Yutu-2, en un hito sin precedentes.
En todo caso, ninguno de los éxitos recientes en la Luna han implicado la visita de astronautas, que no pisan el satélite desde 1972, ante los enormes costes de estas misiones y el paulatino desinterés propagandístico de este tipo de misiones en el contexto de la Guerra Fría.
Rusia culpa del fracaso de Luna-25 a la interrupción de sus misiones
El éxito de la India en la Luna supone un jarro de agua fría para la agencia rusa del espacio, Roscosmos, quien confiaba volver a sacar músculo ante el mundo con la continuación de las misiones Luna, iniciadas por la URSS en 1959 e interrumpidas en 1976.
Según la agencia Efe, Yuri Borísov, jefe del organismo, afirmó a la televisión pública de Rusia que fue precisamente “la experiencia negativa de la interrupción por 50 años” la que hizo que la presente misión no pudiera alunizar el lunes en el polo sur de la Luna.
“Tenemos que familiarizarnos desde cero con todas la tecnologías y a un nivel técnico nuevo”, añadiendo que la experiencia soviética en 1976 se da “prácticamente por perdida” porque Estados Unidos fue el primer país en mandar un hombre al satélite de la Tierra.
Más barata que ‘Interstellar’
La misión Chandrayaan-3 ha costado unos 615 millones de rupias (unos 68,8 millones de euros), según ISRO. Es una inversión inferior a la de su predecesora Chandrayaan-2, que superó los 91 millones de euros. Aquella estrelló su nave de aterrizaje, tenía también un orbitador que no tiene Chandrayaan-3. El orbitador, parte de la misión con ocho instrumentos científicos, permanece operativo y continuará su misión de siete años para estudiar la Luna.
Algunos medios y usuarios en redes sociales en la India han destacado en los últimos días que la película Interstellar, ganadora de un Óscar en 2015 costó unos 160 millones de dólares, según el portal especializado IMDb. De esta manera, la misión que ahora ha posado una nave en el polo sur lunar ha costado menos de la mitad que el filme de Christopher Nolan.
Menuda mierda de videojuego. Qué poca vergüenza tenéis.
jajajajajaja