En los últimos días nos habéis preguntado si el uso de gel hidroalcohólico puede provocar un positivo en un control de alcoholemia a pesar de no haber bebido. A estas dudas se han sumado informaciones sobre supuestos casos en los que esto habría ocurrido. Según nos informan desde el Centro Español de Metrología (CEM), encargado de certificar que los alcoholímetros y etilómetros cumplen los estándares que contempla la ley, esto no sería posible según sus investigaciones.
También hablamos con la Guardia Civil de Tráfico, neumólogos y la principal empresa suministradora a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de estos equipos, Dräger. Esto es lo que nos han dicho.
Alcoholímetros y etilómetros
Primero hay que aclarar la diferencia entre estos dos aparatos. Un alcoholímetro es un “etilómetro de aproximación” aclaran desde Dräger, una de las principales suministradoras de este equipo a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Es el primer test al que un conductor se enfrenta en un control. De superar la tasa correspondiente, se pasa a la siguiente prueba, que se hace en un etilómetro evidencial, que suele estar en una furgoneta, y donde se vuelve a soplar.
Tras este segundo test se le entrega al conductor el resultado de la cantidad de alcohol en aire espirado, impreso en un papel, que arroja la prueba. La boquilla que se utiliza para soplar es entregada en una bolsa cerrada al conductor, para que este la abra y la coloque en los medidores. Nunca se reutiliza.
Un alcoholímetro, cuentan desde Dräger, “es un medidor de alcohol en aliento indiciario o de aproximación sin ningún tipo de efecto legal. En cambio, el etilómetro es un dispositivo evidencial de medida de alcohol en aliento de precisión, con todos los efectos legales y certificado por el CEM”.
Protocolo anti COVID-19 de la Guardia Civil de Tráfico
Desde la Guardia Civil de Tráfico, cuerpo encargado de hacer los controles de alcoholemia en la mayor parte del Estado, comentan que para evitar el contagio de la COVID-19 en las pruebas en carretera “se observan medidas higiénico-sanitarias establecidas por las autoridades sanitarias, especialmente relacionadas con el uso de mascarillas, guantes, distancia social y la higiene frecuente de manos”.
“Los agentes llevan a cabo la descontaminación del equipo de trabajo utilizados y con antelación a su nueva utilización por otras personas. Dicha desinfección se efectúa con productos sin base alcohólica”, especifican.
La Agrupación de Tráfico aclara también que “no tiene conocimiento de la existencia de denuncias o quejas”, sobre positivos en controles de alcoholemia tras por el uso de geles hidroalcohólicos, “más allá de las noticias aparecidas en los medios de comunicación”.
La clave: el aire espirado
Lo que marca la diferencia es el aire espirado, es decir, el que expulsamos directamente de los pulmones. Los medidores de alcohol registran la cantidad de miligramos por litro (mg/l) que expulsamos. Ante las dudas aparecidas, el CEM decidió grabar un vídeo en el que sometieron a tres etilómetros a dos escenarios distintos: uno en el que no se utiliza gel hidroalcohólico en ningún momento y otro en el que sí.
En el primero, el resultado de las pruebas fue el mismo en los tres equipos: 0,0 mg/l de alcohol en aire espirado. En el segundo vemos, por ejemplo, que uno de los participantes se limpia las manos con un gel tipo spray mientras otra persona restriega este higienizante por la bolsa de plástico en la que se entrega la boquilla, e incluso la misma boquilla por la que sopla el conductor.
Ninguno de los tres aparatos que utiliza el CEM devuelve una medición de alcohol en aire espirado: uno responde con “alcohol en boca”, otro con “alcohol en ambiente” y otro solicita un segundo soplo cuyo resultado es 0,0 mg/l.
Zoe Mirtha Coca, responsable del laboratorio de etilómetros del CEM y voluntaria en estas pruebas, defiende en las imágenes que “aunque tengamos alcohol en las manos o en la boca, la prueba no da positivo, no da resultado de la medida, porque no proviene de los pulmones”.
“De ninguna manera se podría sancionar (a una persona que no ha bebido y tenga las manos impregnadas de gel hidroalcohólico) porque los etilómetros evidenciales nos demuestran que solo hacen medidas del alcohol en el aire espirado”, defiende.
El director del CEM, Jose Manuel Bernabé Sánchez, quien también participa en la demostración, añade que algunos etilómetros “son tan sofisticados que detectan el alcohol en el medio ambiente, y permiten a la Policía, si una persona está inconsciente, comprobar si esa inconsciencia proviene por ejemplo de un coma etílico”.
Desde Dräger también defienden que es “imposible” que los equipos den positivo por uso previo de gel hidroalcohólico “porque los etilómetros evidenciales miden el alcohol a través del aire exhalado con altas concentraciones”.
El jefe del Servicio de Neumología del Hospital de San Juan (Alicante), Eusebi Chiner y la doctora Carme Carcereny, del Hospital Clínic de Barcelona, ambos directores del Comité de Pacientes de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, responden a Newtral.es por email que “es imposible en condiciones normales conseguir unos niveles de inhalación que alcancen una concentración en sangre de 0,5 g/l, lo que daría una concentración en aire espirado de 0,25 mg/l, mínimo para dar positivo en un test de alcoholemia.”
“La volatilidad del alcohol sólo es significativa en relación con altas temperaturas aplicadas a casi ebullición con el alcohol para provocar vapor”, apuntan y que “en las circunstancias más desfavorables, como la inhalación en cámara cerrada a altas concentraciones y alta temperatura, la inhalación tampoco sería constante y quedaría rápidamente diluida en las vías respiratorias”.
“Solo la ingestión directa del alcohol puede hacer aumentar la concentración en sangre”, sentencian los especialistas, integrantes también de la iniciativa Salud Sin Bulos.
Algunos estudios lo cuestionan
Sin embargo, en 2016 se publicaron dos trabajos que defendían la posibilidad de dar positivo en un test de alcoholemia si se hace poco tiempo después de usar el gel hidroalcohólico. La clave estaría, en estos casos, en los vapores inhalados tras emplear el higienizante.
Un estudio publicado en el American Journal of Infection Control en el que se sometió a profesionales de la salud a un test de alcoholemia “un minuto después” de usar gel hidroalcohólico, detectó restos de alcohol. Por este motivo aconsejaban “la higiene de manos tradicional con agua y jabón” para evitar complicaciones.
El que vio la luz en el Canadian Journal of Anestesia se basó en las observaciones que se hicieron a diez anestesistas que siguieron los “cinco momentos para la higiene de las manos” recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el trato a los pacientes, y por los que estos profesionales deben de utilizar el gel hidroalcohólico.
El método utilizado consistió en “medir la concentración de alcohol expirado al inicio del turno y luego cada quince minutos” con un alcoholímetro “para medir el porcentaje de concentración de alcohol en sangre”. Se recogieron, además, “muestras de alcohol en sangre al inicio del turno y, cuando fue posible, inmediatamente después de la primera prueba positiva de alcoholemia de un participante”.
Se obtuvieron 130 pruebas de alcoholemia de las que ocho fueron positivas y pertenecientes a “seis de los diez participantes. Todas dentro de los dos minutos posteriores a utilizar el gel”.
“Cinco de las pruebas positivas volvieron a cero en menos de siete minutos. Las tres muestras de sangre obtenidas inmediatamente después de un positivo dieron negativo en alcohol”, se lee en los resultados del trabajo.
La conclusión a la que llegaron los investigadores fue que los anestesistas que siguiesen las reglas de la OMS para la higiene de manos con pacientes “pueden dar positivo en un control de alcoholemia” y apuntaban a que “probablemente” se debía a “la inhalación de vapor de alcohol tras la aplicación del gel”.
Por este motivo recomendaban hacer la prueba “más de 15 minutos después de aplicar el gel”, así como contar con la posibilidad de “verificar” la presencia de alcohol con un test de sangre.
Esta última opción también la recoge la normativa española en el artículo 14.5 de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial: “A efectos de contraste, a petición del interesado, se podrán repetir las pruebas para la detección de alcohol o de drogas, que consistirán preferentemente en análisis de sangre, salvo causas excepcionales debidamente justificadas. Cuando la prueba de contraste arroje un resultado positivo será abonada por el interesado”.

Fuentes:
- Doctora Carme Hernández.
- Doctor Eusebi Chiner.
- Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
- Salud Sin Bulos.
- Guardia Civil de Tráfico.
- Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Boletín Oficial del Estado.
- Código de Tráfico y Seguridad Vial. 11/11/2020.
- Centro Español de Metrología.
- Dräger Iberia. https://www.draeger.com/es_es/Home
- “Sorpresas inesperadas: positivo en alcoholemia por el uso de desinfectantes para manos”. hipertextual.com. 16/2/2020.
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