1. ¿Cómo nos contagiamos?
El virus no está flotando en las ciudades como una entidad invisible. El virus ‘somos’ los humanos y nuestros comportamientos. A diferencia de las bacterias, que están vivas y pueden reproducirse fuera de un organismo, el coronavirus cobra vida sólo dentro de las células. Y sale de nuestro cuerpo en diminutas gotas que exhalamos en nuestra respiración, voces, toses y estornudos. En este vídeo (y aquí) explicamos lo que se sabe de su viaje por el aire, el papel de control de las mascarillas y la distancia física entre personas.
2. ¿Cómo entra en nuestro cuerpo?
El SARS-CoV-2, como virus que es, no está vivo. Es un zombi que sólo puede reproducirse cuando está dentro de una célula. Se vale de ellas para fabricar sus componentes y replicarse. Entra gracias a una proteína, llamada S, que está en el extremo de sus ‘pinchos’ o espículas. Es como una llave que se acopla a una cerradura de algunas células, típicas de nariz, garganta y pulmones, aunque no sólo. El el receptor ACE2, una especie de cerrojo que no se puede sellar, pues tiene un papel regulador del sistema circulatorio o la tensión.
3. ¿Cómo detectamos los coronavirus?
En estos meses hemos incorporado a nuestro vocabulario términos como PCR, serología, ELISA… los tests se han revelado como una herramienta clave para el control de la epidemia. Pero no menos importante ha sido hacerlos con la tecnología adecuada y en el momento adecuado. Ningún tipo es infalible. Aquí explicamos por qué incluso una PCR puede dejar escapar positivos. O cómo interpretar los test de anticuerpos, conforme a este vídeo, de la mano de la experta María Tomás.
5. ¿Cómo está matando la COVID-19?
La enfermedad que causa el SARS-CoV-2, la COVID-19, ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza para la medicina. Lo que parecía una neumonía vírica bilateral ‘más’ –aunque mortal– ha terminado siendo una enfermedad compleja. Con un cuadro que va del catarro a la UCI, de manera sorpresiva y afectando a órganos más allá de los pulmones. En todos los sitios se ha observado que los casos más graves terminan por convertirse no tanto en un ataque vírico. Sino un ataque de las descontroladas defensas del propio organismo. Algo que cuando ocurre, suele suceder en el octavo día.
6. ¿Adónde se dirige el coronavirus?
Lo que salió de Wuhán es diferente a lo que aparentemente reentró en Pekín. O en Valencia. O en Atlanta. Rastrear las mutaciones del SARS-CoV-2 nos permite ver la epidemia desde el punto de vista del virus. Cada pequeño cambio en su código genético (su libro de instrucciones escrito en lengua ARN) delata por dónde se ha estado moviendo, saltando de cuerpo en cuerpo. Sabemos que muta relativamente poco y que un virus mutado no es necesariamente peor ni mejor. Pero las nuevas variantes han complicado la dinámica del control pandémico. Hablamos en este vídeo quien primero secuenció el ‘virus español’ en Valencia, Fernando González Candelas.
7. ¿Tendremos inmunidad duradera?
Los sucesivos muestreos de seroprevalencia en todo el mundo apuntan a que apenas entre un 5% y un 15% de la población general había pasado la enfermedad en los países más golpeados, hasta el verano de 2020. La cifra estaba lejos de alcanzar una supuesta inmunidad natural de grupo. La amenaza (ya cumplida) de rebrotes está ahí. Así funciona nuestro sistema inmunitario a nivel individual y así es cómo el SARS-CoV-2 se vale de él para expandirse colectivamente. Nos lo contó así la inmunóloga y viróloga Margarita del Val. Afortunadamente, nuestra protección va más allá de los anticuerpos.
8. ¿Cómo hemos arrinconado al virus con vacunas?
La carrera vacunal se inició prácticamente en el momento en que consiguieron secuenciar genéticamente al SARS-CoV-2. Un pequeño laboratorio de EE.UU. se puso a trabajar con una tecnología que no se había probado masivamente en humanos: ARN mensajero. En otro laboratorio alemán ocurrió lo mismo. Hoy tenemos dos potentes y exitosas vacunas con igual tecnología, llamadas Moderna y Comirnaty. Pero quien primero prometió un suero barato, estable y masivo fue la Universidad de Oxford. Con una tecnología basada en catarros de mono. Vacunas de adenovirus, como AstraZeneca-Oxford o Janssen son más fáciles de manejar que las de ARNm, pero parecen mostrar algo menos de eficacia a corto plazo, ¿por qué?
9. ¿Cómo estamos tratando la covid?
Nada parece estar funcionando para liquidar al virus cuando provoca una infección. La covid es escurridiza y se manifiesta de manera muy distinta en cada persona. Los anticuerpos monoclonales, usados antes en enfermedades como artritis, están demostrando eficacia contra la covid grave combinados con la dexametasona, un antiinflamatorio común y barato. Es de lo poco que en fármacos se ha conseguido avanzar en un año, vacunas aparte.
10. ¿Hemos aprendido algo?
Un año después de la declaración de pandemia, el coronavirus nos ha mostrado las brechas que le permitieron colarse en nuestras sociedades. Errores conceptuales, de cálculo o expectativas respecto a su comportamiento, que resumimos en cinco puntos. Pero, como en todo en la ciencia, no todos los fallos son malos. Al menos nos ha dejado dos sorpresas para bien. Dentro de la tragedia que ha dejado atrás, hay un año después algo de luz al final del túnel.
Créditos
Documentación y animaciones: Mario Viciosa