El 20 de enero de 2021, decenas de líderes del mundo felicitaron a Joe Biden por su investidura como presidente de Estados Unidos y le ofrecieron su colaboración para trabajar “juntos”. Otros, en cambio, tomaron partido por su antecesor con un silencio elocuente o incluso elogiaron la gestión del presidente saliente, Donald Trump, como el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
El presidente 46 de Estados Unidos tiene entre los lemas de su administración «America is back», un regreso a la política exterior tradicional y cercana a los aliados para ser un país influyente capaz de “liderar el mundo”. Un mundo globalizado más que nunca con el desafío de hacer frente a la pandemia del coronavirus, a la crisis económica y a la emergencia climática, y en el que Estados Unidos estará representado por un secretario de Estado, Antony Blinken, catalogado como un europeísta convencido.
Lo más importante
Por el momento se desconoce si hay una lista de invitaciones a la Casa Blanca a corto plazo en la agenda de Biden, aunque ha hablado por teléfono con varios mandatarios desde su toma de posesión. Estos son los tres tipos de visita internacional que predominan en la diplomacia estadounidense:
- Las visitas oficiales de jefes de gobierno suelen responder a una invitación expresa del presidente en nombre del Gobierno federal de Estados Unidos, suelen extenderse durante cuatro días en Washington y cuenta con varias ceremonias.
- Aparte, se pueden celebrar visitas de estado, en el que la autoridad invitada es jefe de Estado y representantes de los poderes Legislativo y Judicial, por lo que supone la máxima expresión de las relaciones bilaterales para Estados Unidos, por lo general una vez por periodo de mandato y acompañada de reciprocidad.
- Las visitas de trabajo a Estados Unidos también permiten recibir a mandatarios y altos funcionarios de otros países, pero se producen con menos ceremonias y suelen tener una función concreta: hacer negocios, consultas o firmar tratados.
[De la diplomacia a las bases: qué puede esperar España de Joe Biden]
¿Cuál es el contexto?
La situación epidemiológica en el mundo no propicia los viajes internacionales, en un momento en el que algunos países empiezan a imponer restricciones de movilidad con sus vecinos y el proceso de vacunación es desigual entre países. Incluso, una de las primeras medidas tomadas por Biden fue frenar la entrada de ciudadanos procedentes de la zona Schengen, Reino Unido, Irlanda, Brasil y Sudáfrica.
Con lo que sí se cuenta por el momento es con la presencia de Biden en dos eventos internacionales que hasta la fecha están previstos como encuentros presenciales.
[Qué diferencias hay entre el G-7, el G-8 y el G-20]
- La 47 Cumbre del G-7 en Cornualles, Reino Unido, prevista entre los días 11 y 13 de junio. La policía local ya trabaja en el esquema de seguridad, informó la BBC. Vale la pena recordar que fue en la cumbre del G-7 en 2018 la que dejó la histórica foto que retrataba la tensión entre los líderes internacionales y Trump, que se fue sin ratificar el texto.
- La 16 cumbre del G-20 en Roma, Italia, el 30 y 31 de octubre. España es invitado permanente en el G-20.
¿Qué hay que tener en cuenta?
De acuerdo con el archivo del Departamento de Estado, estos fueron los primeros líderes extranjeros en visitar la Casa Blanca en los tres mandatos anteriores a Biden:
- George W. Bush (2001-2009): El primer líder en visitarlo el 4 de febrero fue el entonces primer ministro canadiense, Jean Chretien. Ottawa intercedió, explicaba aquí el Washington Post, para que la primera visita fuera del vecino del norte y no del sur, pues se había anunciado un viaje a México el 16 de febrero, lo que rompía lo que hasta entonces había sido una tradición.
- Barack Obama (2009-2017): La primera visita internacional que recibió fue el 24 de febrero por parte del ex primer ministro de Japón, Taro Aso, representante de la que entonces era la segunda economía del mundo.
- Donald Trump (2017-2021): Recibió el 27 de enero en primer lugar a la entonces primera ministra británica, Theresa May, lo que ella interpretó como “un indicador de la fuerza y la importancia de la relación especial” entre esos dos países.
#Fact
El último gesto diplomático de Donald Trump fue con México, aunque no fue del todo amistoso. Su último acto como presidente, ocho días antes de dejar el cargo, fue una visita a la construcción del muro fronterizo en Texas, donde le agradeció al mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, su “amistad” y su compromiso en materia migratoria. AMLO le había visitado en la Casa Blanca en julio de 2020.
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