El miedo a donar: cómo la pandemia ha condicionado las donaciones de sangre

vacunas COVID-19 color sangre
Donante de sangre | Shutterstock
Tiempo de lectura: 11 min

La pandemia y el temor al contagio se han dejado notar también en las donaciones de sangre. Madrid, Canarias o Cataluña son algunas de las comunidades autónomas que han visto cómo la crisis sanitaria dejaba las reservas de sangre en números bajos.

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“La sangre al final es una terapia humana, que sirve para tratar a todos los enfermos y solo se puede conseguir a través de las personas. Y estas estaban confinadas y con miedo” dice al respecto la directora de comunicación del Banco de Sangre y Tejidos de la Generalitat Aurora Masip.

Ahora, en un esfuerzo de adaptación constante, la nueva realidad obliga a reformular protocolos, estrategias de comunicación y previsiones de un día para otro con el objetivo asegurar un recurso esencial más allá del coronavirus.

Los grandes escollos de la crisis sanitaria

Unos meses “caóticos”, en los que había que enfrentarse a los problemas “según iban surgiendo”. Así es como describe a Newtral.es los primeros momentos de la crisis sanitaria Pilar de la Peña, responsable de Promoción del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid.

Para los bancos de sangre y tejidos, uno de los principales núcleos proveedores de donantes son los campus universitarios. Por eso, la suspensión de la actividad académica en todo el territorio nacional a partir del 12 de marzo supuso “el primer escollo”, cuenta Elsa Brito, del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH).“Tenemos una campaña principal en la Universidad de la Laguna que dura todo el año”. 

Posteriormente, en Canarias se prohibió utilizar las unidades móviles pequeñas por imposibilidad de respetar la distancia de seguridad. Esto obligó a hacer una división estratégica en las diferentes islas, donde se buscaron locales alternativos o espacios municipales que cumplieran los requisitos sanitarios.

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Miedo a acudir a los hospitales en Madrid y Cataluña

Una situación similar se vivió en Madrid y Cataluña, aunque al contar estas comunidades autónomas con unidades de mayor tamaño pudo seguir funcionando parte del servicio móvil. En Madrid, antes del decreto del Estado de Alarma, ya se detectó una bajada en las donaciones, provocada por el temor creciente de la población en una de las regiones más castigadas por el coronavirus. Ante este panorama, “se hizo un llamamiento y recibimos una respuesta abrumadora, 4000 donaciones en dos días”, cuenta De la Peña. 

Madrid sufrió en los meses de confinamiento una dificultad añadida: gran parte de las donaciones se hacen en los hospitales. Según De la Peña, los donantes “tenían miedo a coincidir con pacientes de COVID-19” y hubo que realizar una fuerte labor informativa para que la población fuera consciente del riesgo casi inexistente al acudir a donar: “Se les explicaba los distintos recorridos y zonas en los hospitales, y que el contacto no se producía”.

Un relato que coincide con el de Masip. En Cataluña, los puntos de donación disponibles se localizan en doce hospitales más ocho colectas móviles, alcanzando entre 800 y 1000 donaciones diarias.“A los centros hospitalarios, con el COVID-19 no iba nadie, y las campañas móviles nos vimos obligados a reorganizarlas”, explica Masip.

“Viviendo del stock”

En las tres comunidades autónomas se puso en marcha un sistema de reservas de cita previa, cuyo justificante autorizaba a circular por la calle. Asimismo, se implantaron medidas adicionales que se mantienen a día de hoy, como no presentar síntomas compatibles con el virus si se acude a donar; no haber estado en contacto directo con personas infectadas o, en el caso específico de Canarias, no haber viajado fuera de las islas en los últimos 15 días.

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Como promedio ideal, Canarias precisa unas 300 bolsas de sangre diarias para mantener unas reservas estables, unas cifras que suelen cumplir en años normales. Según datos del ICHH, el número de donaciones diarias cayó durante los meses de abril y mayo hasta las 200 donaciones, dejando en una situación “preocupante” las reservas, expresa Brito. Entre el 1 de mayo y el 30 de junio de 2020, las islas recibieron 10.104 donaciones, 817 menos que en mismo período de 2019. “Una diferencia notable en la práctica”, según Brito. 

En el caso de Madrid, reciben de media 900 donaciones diarias la mayor parte del año. En mayo de 2019, se contabilizaron 21.900 donaciones. En el mismo mes de 2020, 21.083. 

En la misma línea, Cataluña sufrió un notable descenso con las restricciones sanitarias: En abril de 2020, 15.503 donaciones frente a las 20.314 del año anterior. “Ha supuesto un gran esfuerzo, pero siempre hemos tenido suficiente sangre durante la emergencia sanitaria”, dice Masip.

A pesar del descenso, las tres entrevistadas señalan que durante el periodo del confinamiento los bancos no experimentaron escasez de sangre porque “vivieron del stock” generado por la paralización de la actividad quirúrgica en los centros hospitalarios.

[Las listas de espera en la sanidad pública durante el COVID-19]

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Aunque desde el Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña matizan que las necesidades de sangre no bajaron tanto como se preveía. “Nosotros pensábamos que los enfermos de COVID-19 no necesitarían transfusiones al ser una enfermedad respiratoria, pero como gran parte de los pacientes tenían una edad avanzada llegaban justos de hierro y necesitaban transfusiones para mantener la fuerza y luchar contra el virus”, argumenta Masip. Las salidas diarias de sangre descendieron en la comunidad de 800 a 500, entre un 20% y un 24%. De estas, entre un 15% y un 20% de las transfusiones iban destinadas a enfermos de coronavirus.

El verano posconfinamiento: Más actividad hospitalaria, menos reservas

Los bancos de sangre sufren anualmente tres descensos de stock, coincidiendo con las épocas vacacionales: Navidad, Semana Santa y verano. La crisis sanitaria hizo coincidir el fin del confinamiento con el inicio del verano. “La gente estaba desesperada por salir y viajar y paralelamente se empezaron a reprogramar operaciones”, opina Brito. Asegura que en Canarias han vivido una “situación muy difícil” en junio y julio. Tras lanzar un llamamiento en redes sociales a finales de julio, han conseguido estabilizar el número de donaciones de cara al resto del verano.

En Madrid, al contrario que en Canarias, hasta julio las cifras eran las habituales (un 30% menos de donaciones que en otras fechas no vacacionales) pero conforme avanzaba el verano bajó hasta un 35% porque “la gente se iba fuera de Madrid, están especialmente cansados y buscan desconectar; al mismo tiempo, la actividad hospitalaria es superior a la de otros años”, analiza De la Peña. “En verano, lo habitual son 700 u 800 donaciones al día, ahora están entrando menos de 600 y tres grupos sanguíneos negativos se encuentran en situación de urgencia: 0-, A- y B-”.

Cataluña se recuperó tras el fin del estado de alarma con un número de donaciones esperado para la época estival. Pero están teniendo dificultades para hacer frente a las demandas diarias de agosto, un 15% más alta de lo habitual por la reanudación de la actividad quirúrgica. “La situación actual de reservas es buena, pero nos cuesta llegar a las 700, 800 donaciones por día que necesitamos”, comenta Masip al respecto. También achaca esta situación a que “las ciudades están vacías” y a la “necesidad de desconexión de las personas después de vivir unos meses complicados”.

Sobre por qué algunas comunidades han podido notar un menor impacto en sus reservas, las tres entrevistadas opinan que las particularidades de cada zona han influido en el número de donaciones recibidas estos meses. Según Brito “algunas que han mantenido reservas más estables, suelen tener asociaciones de donantes sangre muy activas, que son una gran fuente”. En Canarias, resulta especialmente dificultoso el aspecto geográfico ya que deben desplazar unidades a varios puntos de las islas más pequeñas.

Madrid y Cataluña tienen una mayor densidad de población y, a su vez, hospitales de referencia nacional que absorben parte de los pacientes de otras comunidades, mientras la entrada de sangre sigue procediendo de su misma región. También están entre las comunidades más perjudicadas por la pandemia, lo que ha podido generar una mayor reticencia a la exposición al virus entre los donantes.

Los pacientes no pueden esperar

Aún así, Brito destaca que los donantes habituales “están concienciados” y saben que ahora es especialmente necesaria su contribución. “Tenemos pacientes oncológicos con sistemas inmunodeprimidos que necesitan transfusiones periódicas de plasma y glóbulos rojos. Son un grupo de riesgo del COVID-19, pone como ejemplo.

En este sentido, insiste en la importancia de mantener un número de donaciones diarias estable, acorde con las demanda de sangre, porque que el periodo de validez de sus componentes es limitado. Los glóbulos rojos tienen una vida útil de 42 días, las plaquetas de 5 a 7 días y el plasma 3 años, por lo que no se puede realizar una gran campaña e incrementar de golpe la reserva por encima de las necesidades, ya que el exceso de stock caducaría.

Vídeo del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid durante el Estado de Alarma (25 de mayo)

Masip expresa su admiración por aquellos que en plena crisis sanitaria han salido a donar sangre. “A veces cuando aplaudíamos a los sanitarios, a la policía en los balcones pensaba que estaría bien también agradecer a los donantes su esfuerzo en esas semanas complicadas, sin pensar en ellos sino en las personas que podían ayudar”.

Sí han detectado preocupación y falta de información, llegando a multiplicarse por dos en Cataluña las llamadas al servicio de atención al donante con preguntas sobre las medidas de higiene y seguridad. Otra cuestión recurrente era si se realizan test de coronavirus a la sangre donada. “No hay ninguna evidencia científica de la transmisión de la COVID-19 por vía sanguínea. Como nos han venido explicando se transmite fundamentalmente a través de las gotitas que expulsamos cuando tosemos, estornudamos etc…”, explican desde el Centro de Transfusiones de la Comunidad de Madrid. 

La normativa legal vigente a nivel tanto europeo como nacional no exige la realización de test suplementarios para la detección de COVID-19 en donantes de sangre, de forma rutinaria. Sí se realizan aquellos que tienen que ver con virus o patógenos que sí se transmiten por sangre como pueden ser el VIH, la hepatitis y otros. “Tendrían que ser las autoridades sanitarias las que decretaran el cambio de protocolo”, incide Masip.

[El viaje de las donaciones de sangre]

Nuevos retos para las donaciones de sangre

Una demanda nacida a raíz de esta situación ha sido la de donantes de plasma convaleciente, ensayo en el que participan Madrid y Cataluña desde el mes de abril.

Otro reto al que se enfrentan los centros de donación y bancos de sangre es el de fidelizar nuevos donantes. “Nosotros ahora estamos convocando al donante habitual. Eventos que hacíamos antes, como maratones solidarios, que servían para que otras personas vieran la implicación social y se animaran a donar, hemos tenido que dejar de hacerlos”, señala Masip.

La única vía de captación ahora mismo es a través de internet y las redes sociales. Por ejemplo, en Cataluña han puesto en marcha una campaña online bajo el lema “Multiplícate x10. “Al compartirla con 10 personas que no hayan donado, si alguna de ellas reserva cita a ti te llega un mensaje” cuentan desde el Banco de Sangre y Tejidos.

Campaña de donaciones del Banco de Sangre y Tejidos

De cara a los próximos meses, Masip prevé un “futuro incierto”. “Es una adaptación constante. Ahora mismo ya tendríamos planificadas las campañas en universidades y escuelas, proyectos… no podemos hacerlo, vamos organizándonos de semana en semana”.


Fuentes:

  • Elsa Brito, responsable de Marketing y Comunicación del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH)
  • Pilar de la Peña, responsable Área de Promoción del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid
  • Aurora Masip, directora de comunicación del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña

6 Comentarios

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  • No se como cuesta tanto donar sangre. Con 6 años tuve un accidente de tráfico y entre otras cosas, gracias a una transfusión importante de sangre que estoy aquí. Hoy soy yo el que da habitualmente, porque se lo importante que es. La gente debería hacer lo mismo y pensar que algún día lo puede necesitar y entonces si valorará que alguien si lo aya hecho para poder salvarse el o ella.

  • Yo no se la gente como puede tener tanto miedo a donar o ponerse tantas trabas. Ya se sabe que la donación es libre y altruista.
    Yo tuve un accidente de trafico con 6 años y entre otras cosas, estoy aquí gracias a una transfusión de importante de sangre. Ahora soy yo el que dona periódicamente y así seguiré mientras pueda, pues se lo importante que es. La gente deveria pensar, que algún día puede ser el o ella que lo necesite y entonces, si valorará, qu alguien lo aya hecho para poder salvarse.

  • Una persona que dio positivo en PCR pero sin síntomas , hace más de un mes, ¿puede donar sangre?
    Gracias.

  • Nunca más regalaré mi sangre a quiénes la malgastan simplemente porque no pagan lo que vale
    Ni le dan el valor que realmente tiene.
    La atención al donante es peor que al ganado o las mascotas por parte de los veterinarios.
    HIO/ (A—)

    • Poco ha donado usted porque lo que dice respecto a la atención al donante, es dem todo errónea. Espero que jamás necesite una transfusión, porque no la merece.

    • Que hayas tenido mala suerte con el sanitario que te ha atendido no lo discuto pero hablar de malgastar sangre, de que jamás regalaras tu sangre... Das pena ojalá tu grupo sanguíneo no sea de los que más hacen falta