El domingo 17 de abril fue un día aciago para la liga femenina de fútbol al confirmarse el descenso del Rayo Vallecano dos décadas después de su creación y tras dieciséis temporadas en la élite del fútbol, en la que conquistó tres ligas, representando al fútbol español en Europa, y una Copa.
El Rayo Vallecano femenino se despedía de la primera categoría femenina envuelto en un sentimiento de nostalgia. “Fue un fin de semana duro y triste por ver a un club histórico y respetado desvanecerse con un futuro incierto”, lamenta Natalia Pablos, máxima goleadora histórica del Rayo, del que se retiró en 2018. “Construimos una identidad que difícilmente se puede repetir”, lamenta Pedro Martínez Losa, entrenador rayista hasta el año 2010.
La llegada de Martín Presa al frente de la gestión del Rayo Vallecano en 2011 supuso un punto de inflexión en un equipo que con los años se ha visto abocado al descenso de categoría.
Evolución del Rayo Vallecano femenino:
- 2000: fundación del equipo.
- 2008: campeón de la Copa.
- 2008/2009: campeón de liga.
- 2009/2010: campeón de liga.
- 2010/2011: campeón de liga.
- 2022: descenso de categoría.
Martínez Losa: “Hay gente cuya marcha supone perder identidad”
Leyendas de la liga como Jenni Hermoso –segunda finalista del Balón de Oro esta temporada-, Natalia Pablos o Sonia Bermúdez han pasado por las filas de un Rayo Vallecano que en dos décadas de existencia ha vivido un vaivén de sensaciones. Creado por la directiva de Teresa Rivero en el año 2000, pronto fue junto a Levante y Espanyol uno de los grandes artífices del crecimiento de la entonces denominada Superliga durante varias temporadas.
Entre 2008 y 2011, el Rayo Vallecano ganó tres ligas y una Copa. El crecimiento fue rápido por la creencia de que se podía hacer un proyecto creíble. “Construimos un club bajo una identidad y vínculos que difícilmente se pueden repetir”, recuerda el actual seleccionador de Escocia a Newtral.es. “Era esencial convencer a las jugadoras de que podíamos hacer grandes cosas”.
En ese afán por buscar una identidad quiso conservar a los dos pilares esenciales del proyecto. “Natalia Pablos y Sonia Bermúdez tenían ofertas de otros clubes y había que contarles que en el Rayo Vallecano podrían ser leyendas por ese vínculo, por ser dos niñas madrileñas que llegan con 13 y 14 años. Siempre se dice que todo el mundo es sustituible pero no es verdad, hay gente cuya marcha supone la pérdida de compromiso e identidad”.
Rayo Vallecano femenino: triple campeón de liga entre 2008 y 2011
Para Martínez Losa, el grupo humano y la gestión de la plantilla son los elementos claves que hicieron a ese grupo llegar a ganar una Copa. Fue el primer paso en su expansión. “Acabábamos de perder la liga con el Levante por un solo gol y nos recibieron 2.000 personas en Atocha. Un mes después teníamos una final de Copa. Las jugadoras pudieron dejarse derrotar, pero utilizaron esa energía para ganar el primer título de la historia del equipo”.
En esa semana en la que se destaca el descenso, sus protagonistas recuerdan una época en la que se desvivieron por el equipo. “Era un vestuario donde te sentías protegida, era un equipo seguro, muy similar al Barça actual. A pesar de que no tuve muchos minutos, aprendí de grandes jugadoras y de un vestuario increíble”, recuerda la delantera Jade Boho, actual jugadora del Servette.
Para Natalia Pablos, el descenso ha supuesto un golpe emocional. “El fin de semana del descenso fue muy triste para quienes peleamos por el Rayo Vallecano”, comenta. “Es triste para quienes nos hemos entregado durante años en una etapa que se quedó en el corazón”, dice Martínez Losa emocionado, incidiendo en que muchos no han vuelto a vivir nada igual.
Ambos recuerdan una conexión especial con la afición, que les llevaba en volandas hacia los títulos. “Era un equipo adelantado a su tiempo, partiendo de la dirección. Recuerdo a Teresa Rivero bajar al vestuario para animarnos antes de partidos y decirnos que siempre nos ponía de ejemplo para sus chicos por el orgullo que sentía con nosotras”, rememora Jade Boho. “Fue un orgullo pertenecer a un equipo con respeto y valores, donde te cuidaban al máximo”.
Hito histórico del Rayo femenino: 8.000 personas en Champions
El 4 de noviembre de 2010 está marcado en rojo en la historia de un Rayo Vallecano que disputaba los octavos de final de la Champions League en el estadio Teresa Rivero.
El Arsenal, uno de los mejores equipos europeos de la época, sufrió contra un conjunto que se impuso en Vallecas con dos goles de Natalia Pablos y Sonia Bermúdez. “Siempre remarco ese partido porque era especial para nosotras, porque jugábamos en el estadio ante 8.000 personas, porque se ganó… Tiene todos los ingredientes para ser uno de los momentos más especiales de mi carrera”, recuerda Natalia Pablos a Newtral.es.
Para entonces, Natalia y ‘Soni’ formaban una pareja de delanteras referente para la cantera de un Rayo Vallecano que fomentaba el talento del barrio. “Con Soni tengo recuerdos muy bonitos porque juntas vimos la evolución del Rayo Vallecano, de no ser un equipo puntero a ser campeonas de liga y disputar la Champions, una progresión hasta ser uno de los equipos referentes en España”.
Las niñas querían ser como ellas. “Con la cantera del Rayo Vallecano teníamos conexión porque venían a jugar o eran recogepelotas y era una relación muy familiar, muy cercana, diferente a las que se tienen ahora. Teníamos esa sensación de que éramos a lo que querían aspirar ellas en ese momento, pero no había tanta repercusión mediática y quizás no podían seguir a jugadoras de otros equipos”.
El Rayo Vallecano femenino, abocado al descenso
La llegada a la presidencia del actual dirigente Raúl Martín Presa en 2011 supuso un punto de inflexión para las mujeres en el club. Entre otras circunstancias, tres años más tarde los socios y simpatizantes tuvieron que manifestarse públicamente y realizar campañas de pagos simbólicos para mantener a un equipo cuyo club había eliminado la partida presupuestaria.
En las últimas tres temporadas se han sucedido los problemas hasta el descenso del Rayo Vallecano femenino. Recién firmado el I Convenio Colectivo en la temporada 2020/2021, el club madrileño necesitó una prórroga de tres jornadas para iniciar la competición debido a que sus jugadoras no habían hecho pretemporada durante el verano.
A mitad de esta competición, las jugadoras de la primera plantilla y el cuerpo técnico manifestaban públicamente los hechos que habían vivido en los últimos meses. Además de impagos de nóminas en agosto y septiembre, destacaban el trato diario en recursos básicos como la alimentación, ofreciendo sándwiches después de partidos de alto rendimiento.
En la presente temporada 2021/2022 la precariedad económica ha hecho mella en diferentes momentos. Esta falta de inversión fue notoria cuando Camila Sáez se desplomaba en la jornada sobre el césped de la ciudad deportiva con una brecha en la cabeza. Ante la ausencia de médico local, fue el banquillo visitante quien atendió a la futbolista.
En un comunicado, el club alegaba que el reglamento de la Federación española (RFEF) no exigía contar con un médico adscrito a la plantilla. «El Rayo Vallecano tiene establecido un plan de riesgos laborales para dar cumplimiento al Convenio Colectivo del Fútbol Femenino. Dentro del mismo no se establece la obligatoriedad de contar con un médico».
Unas semanas después, la imagen se repetía en el estadio Johan Cruyff de Barcelona, donde las jugadoras rayistas Isadora Freitas e Iris Ponciano eran atendidas por los servicios médicos del equipo local.
El apoyo de la dirección a Carlos Santiso
En paralelo, el Rayo Vallecano vivió esta temporada el impacto de la contratación de Carlos Santiso en enero. De este entrenador se filtró un audio de Whatsapp a su cuerpo técnico animando a “hacer un Arandina” para crear equipo. “Nos falta que cojamos a una, pero que sea mayor de edad para no meternos en jaris, y cargárnosla juntos. Eso es lo que une a un staff y a un equipo. Mira los de la Arandina”, decía en dicho audio.
Ante la repercusión y las peticiones de su afición de rescindir este contrato, el Rayo compartió una carta del entrenador en la que mostraba “profundo arrepentimiento” y agradecía al club su apoyo. “A veces uno hace comentarios sin mala intención y sin darse cuenta de la gravedad”.
Rayo Vallecano femenino: el miedo a ser “un equipo amateur”
Con el descenso del Rayo Vallecano femenino ya materializado, las protagonistas miran hacia un futuro incierto. Relevante en la segunda categoría, el proyecto puede marcar el regreso a la élite o abocarse al amateurismo. Para eso, dice Martínez Losa, es esencial la sinceridad de los gestores. “Deben ser claros con el modelo de futuro y mostrar intenciones honestas. Cualquier idea es lícita, no todo tiene que ser deporte de élite, pero la gestión en el sentido que sea debe ser sincera”.
Natalia Pablos tiene miedo de que un club “histórico y respetado” se desvanezca en Reto Iberdrola con un futuro negativo. “No temo la desaparición completa, pero bajo mi punto de vista y viendo los últimos cinco años creo que el Rayo está abocado a ser un equipo amateur”, dice. “Con tratar a las jugadoras la mitad de bien que nos trataban a nosotras es suficiente”, concluye Jade Boho.
Presa al final se ha salido con la suya, han hundido el femenino. Ahora en 2a división, me temo que el filial será quien ocupe esta categoría, al filial lo sustituran con las categorías juveniles. PRESA desaparece de una vez. Deja al Club que funcione.
PRESA !DIMISION!, ! PRESA, ! VETE YA !
PRESA, VETE YA.