¿Por qué esta dana ha provocado la peor gota fría vivida en la vertiente mediterránea en lo que llevamos de siglo? Aunque este episodio concreto requerirá de estudios exhaustivos, pocas personas en el mundo de la climatología creen que se hubiera producido semejante dana sin la existencia del cambio climático. Desde hace una semana, los modelos meteorológicos anticipaban un descuelgue de aire frío en capas altas que podría terminar sobre la península. Otros tres factores han cocinado la tragedia en apenas 48 horas:
Publicidad
Un Mediterráneo caliente. El sábado, la temperatura de la superficie del agua llegaba a los 22 ºC, más de un grado por encima de lo normal. Esto, tras dos veranos en los que el Mediterráneo ha sido “un hervidero”, recuerda el catedrático de Análisis Geográfico de la UA Jorge Olcina. El mar, cada vez más caliente, “aporta combustible para estos fenómenos extremos” ligados a la dana. Y no sólo el mar. El aire también estaba más caliente de lo normal, con una dorsal (inyección de aire) subtropical desde Túnez, como destaca el meteorólogo Ángel Rivera. En su blog da una primera explicación más técnica. La zona mediterránea, en general, se calienta un 20% más rápido que la media del planeta.
Viento de levante. Recuerda la física y meteoróloga Mar Gómez (eltiempo.es) que este ha soplado, llevando esa humedad del mar caliente hacia la costa y el interior. Allí, se ha topado con las montañas.
La orografía. Las gotas frías son violentas en la fachada este de España justamente por haber montañas relativamente cerca de la costa. El aire húmedo y cálido que asciende se topa con la orografía, queda retenido y asciende aún más, enfriándose rápido en contacto con las danas (que, esencialmente, son aire frío y poco pesado en lo más alto). De ese contraste proviene la formación de nubes cargadas de gotas pesadas que se desplomarán en forma de lluvia torrencial o granizo. Toda esa agua, por gravedad, circuló violentamente hasta la costa.
En el caso de la provincia de Valencia, las lluvias se han concentrado esta vez en el prelitoral (no en la costa) dado el patrón de los vientos. “Un flujo de levante constante incidió sobre las sierras cercanas, aportando energía para el desarrollo de tormentas”, precisa Gómez. Durante más de 12 horas se estuvo produciendo ese aporte. Eso favoreció que esas tormentas, bastante quietas, fuesen peculiares, muy organizadas, “supercelulares” y con algunos tornados. Un “tren convectivo”, una línea tormentosa que estuvo retroalimentándose sobre la misma zona.
¿Qué es una dana? ¿Qué es eso de ‘descuelgue de la circulación atmosférica’?
A unos 9.000 m de altura hay corrientes de aire que circulan siempre de oeste a este. Se agrupan en lo que llaman corriente en chorro o jet stream polar. La usan los aviones para ir más rápido. Esa corriente forma meandros.
Cuando una de esas ondulaciones es demasiado marcada, se descuelga un fragmento de ese aire. Se forma un embolsamiento muy frío, aislado, con forma de gota. Y empieza a ir por libre. Eso puede ser peligroso.
El descuelgue de aire frío desciende hacia el sur, girando como un ciclón y en donde el aire pesa muy poco, como en las borrascas. Las danas son erráticas y provocan temporales catastróficos (gotas frías) si se topan con aire caliente en la superficie, sobre todo, si es húmedo, como el del Mediterráneo.
“Este fenómeno no sólo agrava la intensidad de las danas, sino que también incrementa la frecuencia y magnitud de lluvias que pueden resultar en inundaciones graves“ explica Gómez.
Publicidad
¿Hasta qué punto era previsible?
Como ocurrió el año pasado, los temporales asociados a danas tienen muchas veces comportamientos imprevisibles. Sin embargo, los pronósticos tienden a ser cada vez más finos. Otra cosa son las alertas. “La gente no debería morir por este tipo de fenómenos previstos”, asegura Liz Stephens, catedrática de Riesgos Climáticos y Resiliencia de la Universidad de Reading (Reino Unido).
En este caso, se emitió un aviso meteorológico rojo “con tiempo suficiente“, afirma en el SMC de España. Pero “un aviso rojo por sí solo no comunica cuál será el impacto y qué debe hacer la gente”.
En la misma línea, el meteorólogo superior del estado Ernesto Rodríguez Camino precisa que “entre precipitaciones intensas y su poder destructivo hay toda una cadena de acciones que también hay que considerar”. Los avisos se hacen para zonas relativamente amplias. “Las consecuencias más extremas son a nivel puntual”.
Como explicaba a Newtral.es el físico y profesor de la UPC David Pino, hay danas documentadas hace 1.000 años. Pero las actuales son diferentes (y claramente influidas por la emergencia climática) por tres razones que concreta el profesor Olcina:
Se ha trastocado su temporada. Antes eran típicamente otoñales (como esta), pero ahora “el calendario prácticamente se ha anulado. Los protocolos de gestión están trastocados”.
Más frecuentes: Hasta un 15% más probables que en los años ochenta.
Más destructivas. Primero, porque el Mediterráneo acumula más energía, que luego puede descargar violentamente. Segundo, porque hay “más ocupación del territorio” y, por tanto, más vecinos, visitantes y empresas afectadas.
Olcina cree que ante esta realidad, además de frenar la quema de combustibles fósiles –detrás del calentamiento global–, toca adaptarse. En el caso de España, con una legislación urbanística y de vivienda rigurosa, que contemple el nuevo clima. Y, seguramente, trasladando a parte de la población a zonas seguras. Un millón de viviendas está en riesgo de inundación. “Es posible que para muchos no quede más remedio que el traslado”. La emergencia climática va a obligar a “desalojar algunas líneas de costa en España”.
Fuentes
Jorge Olcina (UA)
Mar Gómez (eltiempo.es)
Liz Stephens (Univ. Reading)
Ernesto Rodríguez Camino (AME)
0
Comentarios
Ya no se pueden publicar comentarios en este artículo.
0 Comentarios