Huracanes más violentos en zonas inhabituales. Inundaciones recurrentes. Lluvias torrenciales fuera de temporada. Grandes incendios forestales de nueva generación… Uno de los aspectos que el panel de expertos del cambio climático (IPCC) atribuye sin duda al calentamiento global es la mayor recurrencia y destrucción de algunos fenómenos de clima extremo. Y eso tiene un coste económico que alcanzó los 150.000 millones de dólares a gobiernos y aseguradoras en 2021.
Los doctores Kat Kramer y Joe Ware son los responsables del informe Contabilizar el coste de 2021: un año de crisis climática, publicado por la ONG Christian Aid. Aunque la covid ha protagonizado los titulares de 2021, la crisis climática ha continuado arrasando territorios, creando su propio camino de devastación, según este estudio.
Desde huracanes en EE.UU., China e India, hasta inundaciones en Australia, Europa y Canadá. Estos fueron los grandes devoradores de fondos para la reconstrucción en el llamado ‘primer mundo’. El que más coste ha producido fue el huracán Ida, con 65.000 millones de dólares. Ida recorrió la costa oriental norteamericana desde finales de agosto. Se llevó por delante la vida de 95 personas y produjo el desplazamiento de 14.000 personas.
Las inundaciones de julio en Europa costaron 43.000 millones y mataron a 240 individuos. Las de la provincia china de Henan causaron 17.500 millones en destrucción, acabaron con la vida de 320 personas y desplazaron a más de un millón.
“Es muy difícil atribuir cada uno de los eventos al cambio climático, pero Ida es un buen ejemplo del tipo cosas en clima extremo que más tememos en el futuro”, señalaba poco después de ocurrir esta catástrofe el climatólogo Kerry Emanuel a Newtral.es. Para el mayor experto mundial en huracanes, se da la paradoja de que cuestan mucho al bolsillo del contribuyente, pues las reparaciones suelen pagarla los estados, no los seguros. Y en países ricos los costes financieros asociados a un huracán son muy altos, aunque a nivel humano sean menos dramáticos que en un lugar pobre.
Un coste del clima extremo infravalorado en el sur global
El precio de las propiedades en los países ricos es superior. Y con él, el coste de los seguros, que es con lo que suelen medirse este tipo de impactos económicos. Pero el informe de Christian Aid entra a analizar cinco eventos que, si bien tuvieron un coste financiero más bajo, trajeron impactos humanos devastadores: la sequía en África y América Latina y las inundaciones en Sudán del Sur.
Este país ha experimentado inundaciones en las que más de 850.000 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares. África Oriental continúa asolada por la sequía, lo que pone de relieve la injusticia de la crisis climática, para los autores.
Para Kat Kramer, “los costes del cambio climático han sido graves este año, tanto en términos de pérdidas financieras como también en la muerte y el desplazamiento de personas en todo el mundo. Si bien fue positivo ver algunos avances en la cumbre COP26, está claro que no vamos por buen camino para garantizar un mundo seguro y próspero”.
Algunos de los desastres en 2021 golpearon de forma repentina, como el ciclón Yaas, que azotó a India y Bangladesh en mayo. Causó pérdidas valoradas en 3.000 millones de dólares en solo unos pocos días. Otros eventos tardaron meses en desarrollarse, como la sequía del río Paraná en América Latina. Con su nivel más bajo en 77 años, ha arruinado economías locales de Brasil, Argentina y Paraguay.
Cerca de la mitad de los eventos de clima extremo con más coste tuvieron lugar en Asia. Inundaciones y tifones que costaron 24.000 millones. Pero el impacto ha recorrido casi todo el planeta. Australia sufrió inundaciones en marzo que desplazaron a 18.000 personas y sufrieron daños por valor de 2.100 millones de dólares,
Los datos de seguros y pérdidas financieras sobre los tornados recientes en los EE. UU. Están incompletos, por lo que no se incluyen en este informe, pero pueden incluirse en el estudio del próximo año.
Un mundo de clima extremo incluso con el parón pandémico para el CO2
Steve Bowen, popular meteorólogo y director de Catastrophe Insight, ha señalado 2021 parece ser el año en que por sexta vez las catástrofes naturales han cruzado el umbral de pérdidas de los 100.000 millones de dólares asegurados. Las seis peores han sucedido en la última década.
“Es preocupante las concentraciones pandémicas de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzaran un nuevo récord histórico. Y el último informe sobre la brecha de emisiones publicado por el Programa de Medio Ambiente de la ONU el mes pasado mostró que los planes climáticos nacionales que componen el Acuerdo de París no estaban actualmente en el camino correcto”.
Para Anjal Prakash, coordinador del informe especial del IPCC sobre océanos y criosfera, “es el norte industrializado el que ha contribuido a gran parte del cambio climático que vemos hoy. Esos países habían acordado movilizar 100.000 millones de dólares para 2020, pero no lograron alcanzar este objetivo. Durante la COP 26, los países del sur global llegaron con la expectativa de que la reunión les mostrara una hoja de ruta para lograr el objetivo”. Pero no pudo ser.
Por su parte, Rachel Mander, miembro de Christian Aid representante en la COP26, explica que “el cambio climático nos llevará a la bancarrota y, en el camino, perderemos mucho más que dinero. Para evitar esta eventualidad, debemos tomar medidas valientes, asegurándonos de que la carga de los costos se distribuya y no empeore la desigualdad global”.