Bulos y falsas creencias sobre el cáncer de mama

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El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común, con más de 2,2 millones de casos en 2020, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata del tumor maligno más frecuente en las mujeres en España, donde se registra una de las tasas más bajas de mortalidad de la UE por esta enfermedad, como informa el Ministerio de Sanidad. Los especialistas advierten de que los bulos que circulan sobre esta enfermedad pueden tener efectos negativos como un retraso en el diagnóstico o una interferencia en el tratamiento prescrito por el oncólogo médico. Desde Newtral.es desmentimos algunos de los bulos y falsas creencias más extendidas sobre el cáncer de mama.

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Ni los sujetadores con aros ni los golpes en el pecho favorecen el desarrollo de cáncer de mama, son bulos

Según la OMS, la pertenencia al género femenino es el principal factor de riesgo de cáncer de mama. Otros factores que pueden contribuir a su aparición son el envejecimiento, la obesidad, el consumo perjudicial de alcohol, los antecedentes familiares de cáncer de mama, el historial de exposición a radiación o el consumo de tabaco. 

Una de las creencias difundidas en España es que el uso de sujetadores ajustados con aro puede aumentar el riesgo de tener esta enfermedad, pero es falso. Así lo explica la doctora Sandra Rubio, de la Unidad de Cuidado y Consejo Oncológico del Hospital Sanitas CIMA (Barcelona), en el libro Mitos y realidades en oncología, publicado por la Sociedad Española de Oncología. 

Tampoco hay evidencias de que recibir un golpe en el pecho produzca cáncer de mama, señala Rubio, quien añade que de ser así “todas las jugadoras de fútbol lo desarrollarían”, algo que no ocurre

Desde la Fundación del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama coinciden en que “los bulos más frecuentes en torno al cáncer de mama son de diversa índole, desde los que afirman que un golpe o la compresión de la mama por los sujetadores aumentan el riesgo de padecer este tumor, hasta los que sugieren que trabajar de noche es otro factor de riesgo”. 

No hay un vínculo comprobado entre los desodorantes y el cáncer de mama

Como el desodorante para la axila se aplica cerca del seno, diversas publicaciones han sugerido una posible conexión entre los componentes de este producto y el cáncer de mama. 

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Pero desde la Unidad de Cuidado y Consejo Oncológico del Hospital Sanitas CIMA (Barcelona) aclaran que no hay evidencias concluyentes de un vínculo entre ambos.

José Antonio Villegas, doctor en Medicina y miembro de la Academia de Medicina de Murcia, destaca en una publicación de la Asociación de Cirujanos Española de Mama que hay muy pocos estudios fiables como para llegar a la conclusión de que la utilización de desodorantes causan una patología. 

Doctores de EEUU no han alertado de que las vacunadas contra la COVID-19 “podrían desarrollar cáncer de mama”: es un bulo

Según un mensaje viralizado en marzo de 2021, doctores en Estados Unidos han alertado de que las mujeres “podrían desarrollar cáncer de mama” después de la vacuna contra la COVID-19. Pero es un bulo, como desmentimos en esta verificación.

El texto viral se basa en unas declaraciones que hizo Brett Parkinson, director del centro de atención mamaria del Intermountain Healthcare, un grupo de clínicas y hospitales de Estados Unidos, en un vídeo publicado por el propio centro en redes sociales. 

En el vídeo, Parkinson no establece un vínculo entre las vacunas contra la COVID-19 y el cáncer de mama. En realidad, el doctor señala que uno de los posibles efectos adversos tras la vacunación contra la COVID-19 es la inflamación de los ganglios linfáticos en la zona de la axila.

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Según la investigadora Silvia de Sanjosé, presidenta del Grupo Colaborativo Multidisciplinar para el Seguimiento Científico de la COVID-19 (GCMSC), “es cierto que las vacunas contra el coronavirus pueden provocar una inflamación temporal de los ganglios linfáticos en la axila”. 

“Esta reacción puede confundirse con un signo del cáncer de mama, pero se trata de un efecto adverso vinculado con la vacuna y no con el cáncer”, insiste a Newtral.es

La mamografía no causa cáncer de mama, ningún estudio lo prueba

A través de Facebook y WhatsApp se compartió una cadena que advierte de que la mamografía es la culpable directa de este tipo de cáncer “por la radiación que emite”. Es falso.

“No hay nada publicado en la literatura científica que demuestre que la utilización de la mamografía es responsable de la producción de cáncer”, explica a Newtral.es el doctor Alfonso Vega, jefe de la Sección de Radiología de Mama del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Cantabria. 

La radiación a la que se someten las pacientes es muy pequeña. “No tiene ningún sentido utilizar el argumento de la radiación como razón para no realizarse una mamografía. Este riesgo teórico que se le aduce es cien veces menor que el que tiene una mujer, por el hecho de ser mujer, de padecer un cáncer de mama”, aclara el experto en radiología.

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La supuesta “vacuna contra el cáncer de mama” en Estados Unidos

Una publicación compartida en más de 40.000 ocasiones en Facebook asegura que médicos de la Clínica Mayo han hallado una “vacuna contra el cáncer de mama” que habría servido para “sanar por primera vez a una mujer”. Esto es falso, como ya desmentimos en Newtral.es.

En realidad, la mujer con cáncer de mama de la que se habla en el texto viral, llamada Lee Mercker, participó en la prueba de investigación de una candidata a vacuna en la Clínica Mayo de Jacksonville, en Florida. 

Desde esta institución médica confirman que esta vacuna del ensayo clínico estaba en fase de estudio y “no curó su cáncer de pecho”. Fue la doble mastectomía que se le realizó después lo que frenó la enfermedad y evitó que las células tumorales se reprodujeran por el resto de su cuerpo.

La OMS explica en su web que el tratamiento contra el cáncer de mama habitualmente consiste en cirugía y radioterapia para frenar el avance de la enfermedad en el pecho, los ganglios linfáticos y las áreas circundantes y medicamentos por vía oral o intravenosa para tratar de reducir el riesgo de diseminación del cáncer (metástasis). 

El tratamiento del cáncer de mama puede ser sumamente eficaz, con probabilidades de supervivencia del 90% o más altas, en particular cuando la enfermedad se detecta de forma temprana.