Vitamina D y covid: claves
⇢ La vitamina D3 es necesaria para distintos procesos vitales. Refuerza las defensas y la masa ósea.
⇢ Nadie ha probado definitivamente que la vitamina D prevenga por sí sola la infección por coronavirus.
⇢ Hay evidencia de que personas con déficit de vitamina D enferman más gravemente de covid. Pero es habitual tener déficit de vitamina D.
⇢ Hay indicios de que suplementar con vitamina D3 evita cursos graves de la enfermedad. Y la hipótesis de que previene infecciones tiene sentido.
⇢ Se recomienda no ir por libre y consultar siempre si nos conviene particularmente suplementar o no con vitamina D.
⇢ Los humanos tenemos que fabricar nuestra vitamina D gracias a la luz solar y alimentos como el pescado azul o algunos lácteos grasos.
La historia de las epidemias –no sólo la de coronavirus– ha estado en el último siglo ligada a la de las vitaminas. Cuando el sida campaba entre la juventud de medio mundo, aún desconcertada por esa extraña enfermedad desconocida, el consumo de complejos con vitamina D se disparó. Con la esperanza de frenar, si no los contagios de VIH, sí el curso de aquel síndrome entonces mortal.
Pero encomendarse a la vitamina D para no desarrollar (o curar) COVID-19 cae más en el terreno del bulo o la fe ciega que de la ciencia. Aunque esta sustancia esencial para la vida es clave para mantener la salud. Y cada vez se suma más evidencia de que hace de cierta barrera contra infecciones y cursos graves de la covid y de otras enfermedades.
Tal es así, que el pasado febrero el parlamentario tory David Davis preguntaba en la Cámara de los Comunes a Boris Johnson por qué no se estaba dando vitamina D (la prohormona calcifediol, en realidad) como un “tratamiento barato y efectivo” contra el coronavirus. La Junta de Andalucía decidió que se administrase calcifediol en residencias de mayores, a título preventivo.
The Andalusians appear to have had an extremely good result from providing activated Vitamin D, calcifediol, to care home residents and some GP patients. Today I asked @BorisJohnson to look into the latest evidence from Spain on this cheap, safe and effective treatment. pic.twitter.com/oiSkmJEvIg
— David Davis (@DavidDavisMP) February 3, 2021
Davis hacía alusión a un estudio liderado por el Insitituto Maimónides de biomedicina de Córdoba. De los 50 pacientes tratados con calcifediol (25- OH-vitamina D) sólo uno necesitó ingreso en UCI (2 %), mientras que de los 26 pacientes a los que no se les administró este tratamiento, 13 necesitaron ingreso en la UCI (50 %) del Hospital Reina Sofía.
Una muestra muy pequeña como para sacar conclusiones, que aún se están revisando. Pero cierta base científica sí tiene esta hipótesis de partida. La vitamina D está entre el combo básico de recomendaciones para fortalecer las defensas, como recordaba a Newtral.es la inmunóloga del CBMSO-CSIC Margarita del Val: “ejercicio moderado, dormir bien, buena alimentación, poco estrés y que nos dé algo el sol”.
La vitamina del sol
Las plantas ‘comen’ gracias a la luz solar, que les permite fabricar su alimento. Los humanos, todavía no. Pero hay un compuesto esencial para la vida que sí corre de nuestra parte: la vitamina D. Y para sintetizarla en nuestro organismo, necesita, como los vegetales, que nos dé ese algo de sol.
Las personas adultas necesitan alrededor de 15 microgramos (de 600 a 800 UI) diarios de vitamina D calcitriol y “sólo tenemos dos maneras de obtenerlas: del sol o de los alimentos; y en los meses de invierno podríamos decir que sólo de los alimentos”, explica desde la Sociedad Española de Reumatología el doctor Enrique Casado, del Hospital Universitari Parc Taulí de Sabadell.
Al exponernos uno 15 minutos al día al sol que no esté muy alto, la luz ultravioleta B y el calor en manos, brazos y cara propician reacciones químicas que producen vitamina D3. En países con inviernos oscuros recurren a suplementos. En España, en general, podemos obtener el resto de la comida.
De todas formas, conviene no olvidar que la radiación solar es cancerígena. Y tomar el sol sin protección es una práctica de riesgo. Por cuanto aquí, una vez más, hay que equilibrar la síntesis de vitamina D con no terminar dañando el ADN de nuestras células.
Consumida junto a cierno nivel de grasa, “los alimentos que contienen mayor cantidad de vitamina D son el pescado azul (salmón, la caballa, las sardinas, los túnidos…), huevos y los lácteos enriquecidos”, señala el doctor. Pero hasta completar el 90 % restante, se requiere del sol. Algo que muchas personas no han visto ni en sueños durante el primer confinamiento.
Suplementar a falta de sol
Mientras los contagios estaban disparados en la calle, las personas confinadas ¿quedaban, sin querer, más expuestas a los virus por falta de vitamina D –solar, al menos–? ¿Hizo bien quien tomó suplementos de vitamina D pensando en esquivar el coronavirus?
“La vitamina D es importante para la función del sistema inmunológico y se ha demostrado anteriormente que los suplementos de vitamina D reducen el riesgo de infecciones virales del tracto respiratorio”, asegura desde la Universidad de Chicago David Meltzer. Él es coautor de un estudio que en septiembre ponía el foco en el peor pronóstico ante covid en población estadounidense, la mitad de la cual tiene déficit de vitamina D.
“Nuestro análisis estadístico sugiere que esto puede ser cierto para la infección por COVID-19”, señala este profesor de medicina. “La vitamina D es barata, generalmente muy segura de tomar y se puede escalar ampliamente”.
Eso sí, como cuenta a Beatriz G. Portalatín la doctora María Achón y Tuñón (Facultad de Farmacia de la USPCEU) en El Español, los suplementos dietéticos que contienen vitamina Sólo se deben tomar bajo la supervisión de un profesional sanitario. Su exceso, por suplementos, es perjudicial.

En este caso, el foco está en evitar el déficit de vitamina D (bien por la vía solar y alimenticia, bien con suplementos sintetizados) no para evitar el contagio, sino para tener un mejor pronóstico covid.
Aunque la función más conocida de la vitamina D es la regulación del calcio y del fósforo, favoreciendo una correcta mineralización del esqueleto, “se sabe que esta vitamina tiene un efecto modulador sobre el sistema inmunitario –señala Casado–. Por ello, los pacientes con niveles bajos de 25-hidroxivitamina D tienen mayor riesgo de infecciones y de enfermedades autoinmunes”.
La cuestión es que la ciencia aún no tiene una respuesta concluyente sobre los mecanismos supuestamente protectores de la vitamina D en relación con la COVID-19, una enfermedad con múltiples manifestaciones y secuelas.
Covid grave y déficit de vitamina D ¿Antes el huevo o la gallina?
Al inicio de la pandemia, en hospitales de varios países observaron que había un déficit de vitamina D entre pacientes que terminaban muy graves. “Pero, la duda que se planteaba era: ¿qué es antes? ¿el huevo o la gallina?”, se pregunta también el doctor Casado.
Algunos expertos postulaban que la vitamina D descendía en sangre como consecuencia de una inflamación de la covid. “Hoy tenemos muchos más datos para afirmar que la vitamina D tiene un efecto protector contra las infecciones bacterianas y víricas, y probablemente también contra la COVID-19”, concluye.
En enero, un equipo iraní repasó todo lo publicado recientemente sobre los suplementos con vitamina D en relación a la mortalidad por COVID-19. Publicaron un estudio preliminar que concluía que al tasa de mortalidad era significativamente menor entre los que recibieron vitamina D (10,56%) en comparación con los que no (23,88%).
De la cuarentena de estudios en marcha, seis tienen conclusiones muy preliminares con correlaciones entre menos severidad de las infecciones y el consumo de suplementos de vitamina D. La cuestión es que puede haber muchos otros factores en juego.
De hecho, uno de los estudios, en Brasil con otro metabolito de la vitamina D llegó a la idea de que no recortaba la mortalidad. En realidad, son escasos los estudios publicados hasta la fecha “y los que hay son con pocos pacientes y presentan varias limitaciones, por lo que es difícil extraer conclusiones”, matiza el doctor Casado.
Sí a los suplementos en pacientes mayores
Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología apuestan por su uso en mayores: “En un mundo ideal, las decisiones de salud se tomarían basadas en una evidencia abrumadora, pero un momento de crisis como el actual puede requerir un conjunto de reglas ligeramente diferente”, aseguran.
Por lo tanto, a pesar de la falta de evidencia sobre dosis específicas de vitamina D para COVID-19 en adultos mayores, “los expertos consideran necesario estandarizar el uso en la práctica clínica”, explican desde esta sociedad.
No en vano, podemos aprender de otras enfermedades, no tan distantes a la covid grave: “tiene sentido pensar que si la vitamina D juega un papel disminuyendo las citoquinas más inflamatorias y protegiendo de las infecciones, pueda tener un efecto protector sobre la COVID-19”, dice el doctor Casado.
Además, resulta que la puerta que usa el coronavirus para entrar en nuestras células también es regulado por la vitamina D.
Así que, a falta de mayores evidencias, parece que esta sustancia no nos librará de contraer el coronavirus, pero si nuestros niveles son los adecuados, estaremos en mejores condiciones de luchar contra él.
Yo tengo mis niveles de vitamina D en 80. Me suplemento con 10.000 Uí diarias para adultos con más de 50 kg. La dosis de 800 Uí no sube los niveles a niveles óptimos.
El uso frecuente de estatinas en pastilla del colesterol o en yogures,deja los niveles de vitamina D a cero,comprovado personalmente....
Al dar bajos los valores de Vitamina D en mi analítica de setiembre de 2020,el médico me indicó tomar Vitamina D una dosis bebible ,semana por medio.Aún no terminé el tratamiento,fines de marzo me harán una analítica para corroborar si alcance el valor normal.Me preocupa al leer la información de que es importante tener dicha vitamina para las defensas.Aún desconozco si estoy protegida.
Llevo todo el invierno tamando vitamina D y no he pillado ni un resfriado cuando normalmente tenía 2 o 3 durante el invierno.
Desde que tomo vit D, hace dos años, no he tenido faringitis ni bronquitis. Antes de ello, muchas veces. Por si sirve.
Llevo todo el invierno tamando vitamina D y no he pillado ni un resfriado cuando normalmente tenía 2 o 3 durante el invierno.