El viaje extraordinario de España hasta alcanzar la cima del fútbol mundial

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Jenni Hermoso y Alexia Putellas celebran la victoria en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023. FOTO RFEF
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Apenas han pasado ocho años desde que las futbolistas de la selección española dejaron atrás la ilusión de disputar su primer Mundial y transformaron toda su energía en reclamar el espacio que se les había negado en gran parte de su historia. Durante décadas -la Federación reconoció su existencia 63 años más tarde que la de los hombres-, las mujeres vieron el fútbol como un espacio excluyente. Lo dijo emocionada Irene Paredes en la previa del partido más importante de su vida, la final del Mundial de fútbol que España conquistó ante Inglaterra. “Todas hemos crecido pensando que el fútbol no nos pertenecía”.

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Paredes, como tantas otras jóvenes que llegaron al Mundial de Canadá 2015 creyendo que la participación de España sería anecdótica, se llevó algo más importante que un triunfo: la proyección de lo que podría suceder con un mínimo de atención desde los organismos. En ese debut, y tras ser eliminadas en la primera fase, Vero Boquete salió cabizbaja por el túnel del estadio consciente de que ese día podría ser el inicio de algo grande. Y probablemente su final.

Canadá 2015: ¿Y si sumamos inversión al talento?

Vero, como tantas futbolistas talentosas, salió al extranjero para ser profesional y se llenó de experiencias que le hicieron ver que lo que vivía en su propio país no debía ser lo normal. En el regreso de ese Mundial, las futbolistas de España convocaron a los medios de comunicación para solicitar cambios profundos en la Federación. Veteranas y jóvenes encontraron un punto en común: estaban convencidas de que con unos mínimos podían llegar muy lejos. Entonces, el mínimo era no llegar a Canadá tres días antes del debut para evitar el jet lag. El mínimo era disputar algún amistoso previo para preparar el Mundial.

Las futbolistas obligaron a la Federación a tomar medidas, entre ellas la asignación de Jorge Vilda como nuevo entrenador. Se aceptó crecer en la línea marcada por las jugadoras, pero en el camino se quedaron quienes mantuvieron el pulso para lograrlo, como Vero Boquete, quien no volvió a ser llamada para una cita internacional. 

El Mundial de fútbol de 2019, el año de las primeras veces para España

Las futbolistas comenzaron a entrenar en mejores campos y horarios. Los estadios se abrieron para ellas en cascada, incluyendo los récords del Metropolitano y San Mamés. El FC Barcelona disputó la primera final de la Champions League de un equipo español, donde se veía que había una inmensidad de trabajo para alcanzar al Lyon.

El Mundial de Francia 2019 fue la puesta en escena de las futbolistas de España ante el Estados Unidos de Megan Rapinoe, con unos octavos de final que fueron el límite de un equipo que hasta entonces nunca había superado una eliminatoria, pero que sentó las bases de lo que podría llegar a ser esta selección. El talento estaba en las piernas de Jenni Hermoso o Alexia Putellas, y en una generación única que no paraba de cosechar éxitos en las categorías inferiores.

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La mentalidad ganadora de una generación extraordinaria

Los éxitos individuales y colectivos comenzaron a acumularse en el fútbol español. El Real Madrid creó su equipo femenino. Llegaron todos los premios para Alexia Putellas, las tres finales consecutivas de un FC Barcelona dominante en Europa, la firma del I Convenio Colectivo que sentaba las bases de la profesionalidad… Eran los años de las primeras veces, como la noche mágica que se vivió en el Camp Nou, que cerraba un círculo para dar la razón a quienes simplemente lucharon por jugar al fútbol, que lloraron en el colegio o que sintieron el himno con un imperdible sujetando el escudo en la camiseta. 

De todas estas situaciones aprendió un grupo de futbolistas que vio en la derrota de la Eurocopa 2022 una última necesidad de empujar. Entonces, 15 jugadoras firmaron una carta renunciando a la selección para reclamar mejoras en las condiciones, para olvidarse de pelear y dedicarse a lo que mejor saben hacer.

En el Mundial de fútbol de Australia y Nueva Zelanda 2023 que finalmente ha ganado España, parecía que no había cambiado nada para que las capitanas Jenni Hermoso, Irene Paredes o Alexia Putellas lideraran la expedición, o para que algunas de las firmantes de la carta, como Aitana -mejor jugadora del torneo-, Ona Batlle o Mariona Caldentey, regresaran a la competición.

Pero la realidad es que, por primera vez, las futbolistas viajaron en vuelos chárter, pudieron tener a sus familiares cerca –incluidos los hijos de Paredes e Ivana-, disfrutaron de descansos entre partidos y contaron con nutricionista y más fisioterapeutas. Por primera vez, incluso, tuvieron la presencia del presidente de la Federación, Luis Rubiales, durante todo el evento.

España en el Mundial de fútbol 2023:»Que las futbolistas solo nos tengamos que dedicar a jugar»

En el camino volvieron a quedar grandes talentos como María León o Patri Guijarro, campeonas de Europa. Con la medalla de oro en el cuello, Alexia Putellas recogió el esfuerzo de todas las generaciones anteriores. “Pelear es un sobreesfuerzo, las jugadoras solo tenemos que pensar en entrenar, cuidarnos, alimentarnos y dejar todo en el campo. Son cosas básicas, espero que las futbolistas solo nos tengamos que dedicar a jugar”.

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El triunfo de España en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023 es la victoria de lo extraordinario, del talento imponiéndose al sistema y de futbolistas derribando las últimas puertas que les quedaban por delante. Es el cambio social, el dejar de mirar para otro lado y el buscar un futuro en el que las niñas tengan referentes a las que mencionar. Irene, Alexia, Jenni, Salma, Olga… Sus nombres resonarán en la memoria histórica del fútbol en España, donde la estrella sobre el escudo dirá que se puede soñar con ser campeonas en un Mundial, pero sobre todo con un lugar al que pertenecer.

2 Comentarios

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  • No podemos consentir,actos que atentan,a la honorabilidad,y que van contra la más elemental urbanidad
    Por dos motivos
    Primero una persona PUBLICA no puede hacer actos, contra el sentido común,, Y más si son qntisociales

  • Jugadoras han declarado que Vilda entraba en sus habitaciones de hotel cuando le parecía, y que también cuando le parecía les revisaba las bolsas y su contenido. Una conducta que, además de deleznable, es ilegal. A ello hay que sumar la reciente imagen de Vilda manoseando el pecho de una mujer del cuerpo técnico, otro acto deleznable e ilegal. Este señor ya no es que deba dimitir, que también, es que debe ser juzgado y condenado según la legislación vigente. La Constitución española promulga la igualdad entre hombres y mujeres. ¿El seleccionador de la masculina entra en las habitaciones de los jugadores cuando le da la gana, y les revisa las bolsas también? ¡En el deporte y en los demás ámbitos, respeto para la dignidad y la autonomía de las mujeres, y respeto a la ley!