Así están frenando la transmisión del coronavirus las vacunas

El reto de las vacunas es frenar la transmisión del virus | M. Viciosa
El reto de las vacunas es frenar la transmisión del virus | M. Viciosa
Tiempo de lectura: 6 min

El Santo Grial de una vacuna es conseguir inmunidad esterilizante. Cortar de tal manera la transmisión de un patógeno que pueda erradicar la enfermedad que produce. Ninguna de las aprobadas en el mundo ha sido diseñada así. Prueba de ello es el reciente positivo (leve) en antígeno del presidente argentino, algo más de dos meses después de recibir su primera dosis.

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El primer objetivo de las actuales vacunas es evitar muertes y hospitalizaciones por COVID-19. Y, paralelamente, reducir las infecciones sintomáticas. ¿Están las vacunas frenando la transmisión del coronavirus? Te lo explicamos:

Pfizer y Moderna, las primeras vacunas anticovid aprobadas, manejan eficacias en ensayo de, aproximadamente, un 95 % frente a la covid más evidente y contagiosa. Pero un reciente estudio preliminar de los Centros de Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC) muestra que son capaces de frenar la transmisión del coronavirus con una efectividad del 90 %. Con o sin síntomas. Tanto la de Pfizer como la de Moderna, las vacunas de ARNm aprobadas.

EE.UU. ha medido que las vacunas de ARNm frenan la transmisión con una efectividad del 90% en sanitarios.

En aquellos que no recibieron ninguna vacuna se registró una tasa de incidencia de 1,38 infecciones por cada 1.000 voluntarios. En los que sí se vacunaron total o parcialmente solamente se registraron unas tasas de incidencia de 0,04 y 0,19 infecciones por cada 1.000 personas, respectivamente.

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En España, este efecto se observa indirectamente en la caída en las bajas laborales del colectivo sanitario. De ser uno de los colectivos más golpeados en las anteriores olas, a caer significativamente desde que se iniciara la campaña de vacunación.

En Cataluña, por ejemplo, de acuerdo con los datos de la Consellería de Salut, la incidencia a 7 días por cada 100.000 sanitarios es de 231 entre los que no ha recibido ninguna dosis. Se desploma hasta los 42 casos entre los que recibieron las dos dosis y los 149 entre los que solo recibieron una dosis.

En un estudio de seguimiento, realizado en el Fundación Hospital de Alcorcón, el impacto es similar: las infecciones cayeron un 62% después de la primera dosis. No hubo ninguna entre sanitarios tras la segunda dosis (a las tres semanas, en el caso de Pfizer; cuatro, con la vacuna de Moderna).

También frenan las transmisión las vacunas AstraZeneca y Janssen

Un estudio preliminar publicado en The Lancet determinó que la vacuna de Oxford AstraZeneca en primera dosis disminuye la transmisión del virus en un 67 %. Esto, en ensayos clínicos con muestra pequeña y escogida en Gran Bretaña, medido desde el día 22 tras la inyección.

Sobre 8.500 vacunados, la vacuna no impide de manera general la covid asintomática, al menos con la variante británica (eficacia de apenas el 28 %, pero sobre una muestra pequeña con aquella cepa). Datos previos, recogidos en Nature, dejaban este porcentaje general de éxito frente al contagio asintomático al 50 %.

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El gran laboratorio de la vida real para esta vacuna es Reino Unido, que la inyecta masivamente en todos los mayores de edad. Sus datos de contagios, sin embargo, apuntan a que puede tener un impacto relevante en el frento al contagio.

La vacuna de AstraZeneca empieza a ‘hacer efecto’ de manera significativa a partir del día 22 tras la primera dosis, según han medido. ¿Será que los asintomáticos vacunados apenas contagian? Está por ver,.

La vacuna monodosis de Janssen es la que más recientenente ha medido en sus ensayos si se frena la transmisión, o más precisamente, los contagios. Y ante distintas variantes. Hicieron PCR y tests de anticuerpos de seguimiento a parte de su muestra.

En el grupo del ensayo que recibió placebo, no vacuna, hubo infecciones asintomáticas. En el bloque de los vacunados, también, pero muchas menos. A los 28 días de la dosis, se contagiaron sin síntomas sólo 10 vacunados, frente a 38 que no lo estaban.

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Lo que no sabemos es si esos 10 fueron, a su vez, contagiosos. Seguramente no todos. Ellos dieron positivo en PCR. E incluso así, no toda PCR positiva asintomática garantiza contagiosidad. Entre otros factores, depende de la carga viral en cada momento.

Así que, sí. Con total seguridad, esta vacuna ha podido probar preliminarmente que corta la transmisión, con una eficacia algo menor a la que tiene para evitar la enfermedad. Eso sí, una cosa son los ensayos y otra el impacto en el mundo real de la pandemia.

La idea que subyace a la eficacia de las vacunas para frenar la transmisión es que, caso de que el virus llegue al cuerpo, limita su capacidad para replicarse. Cae la carga viral. Tanto como para que no pueda esa persona contagiar a sus cercanos.

Países donde ha caído la transmisión

Pfizer, también, ha podido demostrar su eficacia a la hora de frenar los contagios entre 600.000 vacunados en Israel. De aquella monitorización se ha observado una eficacia del 92 % contra infecciones (sintomáticas o no), una semana después de la segunda dosis. Del 42 %, tras la primera.

Las muertes por covid tras la primera dosis cayeron, con una eficacia respecto a los no vacunados del 72 %. Nadie murió de coronavirus a la semana de recibir la segunda dosis, según ha documentado Israel en NEJM.

Todas las vacunas aprobadas en Europa han mostrado eficacia reduciendo hospitalizaciones por COVID-19, de acuerdo con datos en población, no ensayos clínicos, como los recientemente publicados de Escocia.

Sólo unos pocos desarrollos experimentales en el mundo están orientados a vacunas esterilizantes. Es decir, aquellas que cortan la transmisión porque acaban con el virus antes siquiera de que pueda acceder a las células de nuestro tracto respiratorio.

La candidata a vacuna española del CBN de Enjuanes-Sola es nasal. La sustancia, un virus sintético ‘de pega’, permite el entrenamiento de nuestra primerísima línea de defensa en nariz y garganta. De demostrarse que funciona, sería una de las vacunas más efectivas del mundo, pero deberá superar los ensayos y contar con capacidad de producción industrial y distribución competitiva.

Probar que las vacunas frenan eficazmente la transmisión –además de acabar con muertes y hospitalizaciones– es clave para tomar decisiones en Salud Pública. Desde debates sobre pasaportes inmunitarios a obligatoriedad o no de ponérselas, pasando por la pertinencia de vacunar a la infancia.

1 Comentarios

  • Quien os desmiente a vosotros!! Borrar esta mentira!! Esto debería ser denunciable !! ??