La vacuna de Moderna, primera en mostrar eficacia en una veintena de mayores

Campaña de Vacunación | UNSPLASH
Campaña de Vacunación | UNSPLASH
Tiempo de lectura: 6 min

Una vacuna tiene que ser segura y efectiva para merecer tal nombre. Y, de alguna manera, también debería ser universal, válida y confiable para casi toda la población. En la COVID-19 uno de los retos es inmunizar a población de riesgo. Y el primer factor de riesgo es la edad avanzada. Moderna ha dado los primeros pasos para demostrar que su candidata a vacuna va por buen camino.

Publicidad

Según ha publicado en New England Journal of Medicine (NEJM), de sus ensayos en fase 1 ha concluido que «puede generar anticuerpos neutralizantes en adultos mayores y ancianos a niveles comparables a los de los adultos más jóvenes”, según ha dicho Tal Zaks, director médico de Moderna, en la presentación de los resultados.


Una presencia suficiente y sostenida de anticuerpos neutralizantes que genera el organismo garantiza el bloqueo del virus

De forma paralela, se ha visto que la respuesta de las células de las defensas, los linfocitos T que tienen memoria del virus, también es similar a la de las personas jóvenes protegidas por esta posible vacuna.

Lo importante para determinar la efectividad de una vacuna no es sólo que genere ambas respuestas inmunes (anticuerpos y células T), sino que perdure en el tiempo. En este trabajo con población mayor, se ha medido la respuesta hasta 43 días después de la primera dosis.

Publicidad

Por ahora las ventanas de tiempo de medición son cortas para todas las candidatas vacunales, que no llevan ni medio año probándose en entornos controlados, en el mejor de los casos.

Con todo, lo publicado hasta la fecha es esperanzador. Eso sí, el ensayo se realizó en apenas 40 voluntarios: 20 de entre 56 y 69 años, y otros 20 de más de 70 años. Una muestra pequeña, propia de la primera fase del ensayo. Está por ver que esa respuesta sea común en cohortes más grandes y, sobre todo, que no se den efectos adversos graves asociados a la vacuna.

Reacciones adversas típicas de una vacuna de la gripe

La mayoría de participantes sintió los típicos efectos secundarios de ponerse una vacuna: dolor y reacción en el sitio del pinchazo, fatiga o dolor de cabeza, así como malestar general transitorio. En una de las personas mayores de 70 años sí se registró una reacción más graves (nivel 3).

Un caso de fatiga extrema, que se suma a fiebre por encima de 39ºC en otro voluntario del grupo de menores de 70 años. En el primer caso, tras recibir la segunda dosis de 100 microgramos.

Publicidad

A diferencia del grupo de jóvenes en que se probó la vacuna en las semanas anteriores, a los mayores no se les administraron dosis superiores a los 100 microgramos.

«Debido a la reactogenicidad sistémica (reacciones adversas generales, como la fiebre alta) clínicamente significativa observada en participantes entre las edades de 18 y 55 años con la dosis de 250 μg, administramos dosis de 25 μg o 100 μg a los participantes mayores», explican los autores en NEJM.

Las personas mayores se están quedando fuera de los ensayos

Los resultados de la vacuna de Moderna en mayores se publican unos días después de una carta de investigación en la que seis científicos muestran su preocupación por que apenas hay ensayos de medicinas o vacunas contra la COVID-19 entre quienes superan lo 65 años.

Mariscal, Efe.
Publicidad

Datos (hasta junio de 2020) del registro mundial de ensayos clínicos ClinicalTrials mostraban que, hasta el verano, no se había publicado ningún trabajo relacionado con mayores en lo relativo a vacunas. Y había la mitad de estudios con esta población respecto a la más joven en ensayos de medicamentos contra el coronavirus.

Las personas de este grupo de edad son las más golpeadas por el SARS-CoV-2. Se ha comprobado cómo sus defensas tienden a reaccionar incorrectamente al virus, desatando tormentas inmunitarias potencialmente letales. Quizás por eso se está siendo cauto en las muestras de mayores de 65 años en los ensayos de vacunas.

Sin embargo, los autores, impulsados por la doctora Sharon Inouye, destacan que  muchas de estas exclusiones «carecen de justificación y parecen plantearse por la conveniencia y prisas de los autores de los ensayos». Estos grupos de edad pueden plantear más reacciones adversas y suponer más paralizaciones y revisiones de los ensayos, como le ha ocurrido al menos en dos ocasiones a AstraZeneca con la vacuna de Oxford, aunque en población joven.

Varios ensayos clínicos publicados recientemente sobre los tratamientos con COVID-19 tenían rangos de edad más jóvenes. Los autores citan como ejemplo un estudio sobre la hidroxicloroquina con una edad media de sólo 40 años.

Hay especialistas que argumentan que sólo se necesita la vacunación de las poblaciones más jóvenes para lograr la inmunidad colectiva (nivel de inmunidad de entre el 60% y el 70%),  y, por lo tanto, la vacunación de los adultos mayores no es esencial. Sin embargo, «el alto nivel de inmunidad requerido, junto con el hecho de que muchos entornos (por ejemplo, hogares de ancianos) están compuestos casi exclusivamente por adultos mayores, destaca el imperativo de su inclusión en los ensayos de la vacuna COVID-19», explican estos especialistas.

La vacuna de Moderna usa una tecnología no probada antes en humanos para generar protección, la de ARN mensajero. Se inyectan moléculas con una cadena de instrucciones para generar proteínas del SARS-CoV-2.

Esas instrucciones no entran en el núcleo de las células humanas, donde está en ADN, lo cual es una ventaja. Sin embargo, el manejo de esta futura vacuna nos sería sencillo. «La molécula de ARN es muy lábil, se destruye con facilidad», como explicaba aquí el biotecnólogo del CNB-CSIC y experto en CRISPR Lluis Montoliú.

fake vacunaBill Gates no ha dicho que “la vacuna de la COVID cambiará permanentemente tu ADN”

Moderna, con sede en Massachusetts (EE.UU.) nunca había producido una vacuna antes. Calcula que debería poder tener listas entre 500 millones y 1.000 millones de dosis al año. Un objetivo de producción que sería abrumador incluso para un fabricante experimentado. En España espera envasar esta vacuna en la planta que Laboratorios Rovi tiene en San Sebastián de los Reyes y para la que ha empezado un proceso de selección de personal.

Pfizer-BioNTEch, por su parte, también emplea la misma tecnología de ARM mensajero en sus candidatas vacunales. La farmacéutica alemana no producirá sus posibles vacunas en la planta que también tiene en esta localidad madrileña, sino en Bélgica y Alemania.