La Comisión Europea ha listado las 10 tecnologías críticas para proteger su soberanía y su seguridad económica, con mayor énfasis en cuatro, que considera altamente probable que presenten los riesgos más sensibles e inmediatos de fuga tecnológica: semiconductores avanzados, inteligencia artificial, tecnologías cuánticas y biotecnologías. La UE considera que con prioridad máxima estas tecnologías deben pasar una valoración de riesgo por parte de los países miembros.
Esta clasificación llega en un contexto que la UE califica como un aumento de tensiones geopolíticas, una mayor integración económica y la aceleración del desarrollo tecnológico. Microchips de última generación, sistemas basados en inteligencia artificial, computación cuántica e ingeniería genética tendrán que pasar por la lupa para determinar si sus importaciones o exportaciones representan un peligro para la seguridad de la UE.
La estrategia de seguridad europea identifica cuatro categorías amplias y no exhaustivas de riesgo para estas tecnologías críticas:
- La resiliencia de las cadenas de suministro, incluyendo la seguridad energética;
- La ciberseguridad y la seguridad física de las infraestructuras críticas,
- la seguridad y la filtración de tecnología;
- la weaponización (instrumentación/militarización) de las dependencias económicas y la coerción económica.
La naturaleza transformadora de las tecnologías críticas y su potencial para usos militares o para la violación de los derechos humanos son los criterios que se han utilizado para definirlas, y la Comisión considera que los riesgos deben ser estimados conjuntamente con representantes políticos de los países miembros y con el aporte de las empresas.
Las 4 tecnologías críticas destacadas por la Comisión Europea
Semiconductores avanzados
Un semiconductor es una sustancia que se comporta como conductor o como aislante dependiendo de las condiciones en que se encuentre de campo eléctrico, campo magnético, presión, radiación o temperatura ambiente. El más empleado hoy es el silicio (Si), particularmente en la industria electrónica, seguido por el germanio (Ge) con mayor presencia en ámbitos macro industriales. A los semiconductores en ocasiones se les llama microchips, que son circuitos integrados o estructuras pequeñas formadas por un material semiconductor, generalmente silicio.
Las tecnologías avanzadas de semiconductores incluyen a los semiconductores como tales, pero también la microelectrónica y la fotónica. Como componentes esenciales de los dispositivos electrónicos en áreas críticas como las comunicaciones, la informática, la energía, la salud, el transporte, sistemas y aplicaciones espaciales y de defensa los semiconductores son considerados tecnologías críticas. Debido a su enorme naturaleza transformadora y a su uso con fines civiles y militares, la Comisión considera que mantenerse a la vanguardia de las tecnologías críticas es crucial para la seguridad económica.
Inteligencia artificial
La IA (software), la computación de alto rendimiento, la computación en la nube y en los bordes (también llamada edge, la computación que se produce cerca del usuario), y el análisis de datos tienen una amplia gama de aplicaciones de doble uso y son cruciales en particular para procesar grandes cantidades de datos y afectar a la toma de decisiones o predicciones basadas en este análisis de datos. Estas tecnologías críticas tienen un enorme potencial transformador en este sentido.
Tecnologías cuánticas
Las tecnologías cuánticas tienen un enorme potencial para transformar múltiples sectores, civiles y militares, al permitir nuevas tecnologías y sistemas que aprovechan las propiedades de la mecánica cuántica. En la primera década de los 2000 y hasta 2015 empezaron a salir de los laboratorios varias líneas de uso que, según los expertos podían suponer una amenaza a la seguridad nacional o una ventaja competitiva brutal: la comunicación cuántica, que permite un nuevo sistema de comunicación basado en la transferencia de información cuántica (qubits) de un lugar a otro; la computación cuántica (Quantum computing), un músculo de computación tal que permitiría romper las claves asimétricas de cifrado de lo que hoy conocemos como internet; la criptografía cuántica; y la detección cuántica (quantum sensing and radar), que llevaría a los gobiernos a tener una muy alta precisión en la medición de materiales a escala subatómica, y a mejorar los relojes atómicos que dan soporte al GPS o al sistema Galileo.
Centros de investigación, universidades, empresas y gobiernos trabajan coordinadamente para el desarrollo de redes de comunicaciones cuánticas y la estandarización de protocolos, procesos e interfaces necesarios para su posterior industrialización. Este es el caso de varios programas de la UE, entre los que se encuentra la red cuántica más grande de Europa, MadQCI, que está en Madrid. Actualmente en todo el mundo se mueven unos 30.000 millones de financiación gubernamental para desarrollar tecnologías cuánticas, que son consideradas estratégicas en la escala de la seguridad nacional y la macroeconomía.
Las tecnología cuánticas son críticas, según la Comisión, por las áreas en las que tendrá impacto: servicios financieros, logística, transporte, industria aeroespacial y automovilística, ciencia de los materiales, energía, agricultura, farmacéutica y ciberseguridad. El impacto total de las tecnologías cuánticas que se están desarrollando o se desarrollarán no puede aún calificarse plenamente.
Biotecnologías
La biotecnología es un campo multidisciplinar en el que participan las ciencias naturales y las ingenierías para utilizar sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos. Por ejemplo las tecnologías detrás de CRISPR, la elaboración y desarrollo de nuevas vacunas, los pseudoembriones artificiales, o los cultivos de órganos.
La Comisión considera que las biotecnologías tienen un importante carácter facilitador y transformador en ámbitos como la agricultura, el medio ambiente, la sanidad, las ciencias de la vida, las cadenas alimentarias o la biomanufactura. Pero advierte que algunas biotecnologías, como la ingeniería genética aplicada a patógenos o compuestos nocivos producidos por modificación genética de microorganismos, pueden tener una dimensión de seguridad o militar, sobre todo cuando se utilizan indebidamente.
China, la innombrable
El anuncio llega tras unos años en los que la UE está intentando reducir su dependencia de China y otros países tras interrupciones en las cadenas de suministro provocadas por la pandemia de COVID-19 y el conflicto en Ucrania, que provocó una crisis energética.
El documento, sin embargo, no menciona a China. "Esto no va contra ningún país. Hacemos lo que creemos que es de interés general para nuestros conciudadanos", ha dicho Thierry Breton, Comisario Europeo de Mercado Interior, en rueda de prensa dedicada a las tecnologías críticas. "Cuando vemos que hay un riesgo de dependencia excesiva, un riesgo de ruptura de una cadena de suministro que podría ser crítica para nosotros, tomamos medidas, no esperamos".
Del otro lado del océano, esta misma semana, la administración Biden sí ha mencionado a China. Ha anunciado límites adicionales en las ventas de semiconductores avanzados a China, bajo el argumento de que el acceso a este tipo de tecnología es peligroso porque podría ayudar a los militares chinos a guiar misiles hipersónicos, establecer sistemas avanzados de vigilancia o descifrar códigos ultrasecretos estadounidenses.
- COMMISSION RECOMMENDATION of 3.10.2023 on critical technology areas for the EU's economic security for further risk assessment with Member States, European Commission
- ANNEX to the Commission Recommendation on critical technology areas for the EU's economic security for further risk assessment with Member States, European Commission
- U.S. Tightens China’s Access to Advanced Chips for Artificial Intelligence, The New York Times
- EU to assess risks of critical technologies being weaponised -official, Reuters
- These are the four technologies the EU wants to protect, especially from China, Euronews