Súbito deshielo en Groenlandia tras un nuevo verano de calor anómalo

deshielo en Groenlandia
Evolución del hielo en Spalte, Groenlandia | ESA, Copernicus
Tiempo de lectura: 5 min

Hace ahora exactamente dos años de la icónica imagen de unos perros tirando de unos amarres de trineo no sobre hielo, sino sobre deshielo. En concreto, aguas de Groenlandia. Era 2019 y la isla cerró julio con temperaturas máximas de más de 20ºC, diez por encima de lo normal.

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Han pasado 730 días desde entonces y una pandemia. Y Groenlandia se ha empezado a acostumbrar a ser un territorio templado en demasiados días de verano. Newtral.es conversaba entonces con Xavier Fettwais, climatólogo de la Universidad de Lieja (Bélgica) que sigue día a día el deshielo de esta gigantesca isla perteneciente al Reino de Dinamarca.

Entonces fue claro: ”un verano con temperaturas y deshielo a niveles sostenidos como los de 2019 nos plantará de golpe en 2050 (según el modelo RCP85)”. De alguna forma ya estamos en ese 2050, después de que una nueva ola de calor haya provocado el más acelerado y masivo deshielo de Groenlandia de las últimas décadas en apenas unos días. El vertido de agua al mar es de unas 8.000 toneladas al día desde el pasado miércoles, según datos de Polar Portal (Dinamarca).

“Probablemente cambiará la faz de Groenlandia, porque será un impulsor muy fuerte para una aceleración del derretimiento futuro y, por lo tanto, el aumento del nivel del mar», señaló Marco Tedesco (Universidad de Columbia y adjunto en NASA) en declaraciones a The Guardian . “Tuvimos este tipo de eventos atmosféricos en el pasado, pero ahora son más largos y frecuentes. La nieve es como una manta protectora, por lo que una vez que se ha ido, queda atrapado en un derretimiento cada vez más rápido”.

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El deshielo lleva a Groenlandia a un punto de no retorno

El verano de 2019 fue de récord. Pero el de 2020 confirmó que los veranos de Groenlandia se han vuelto lo suficientemente cálidos como para que el deshielo lleve a la isla y su océano circundante a un punto de no retorno. Si bien, el mayor problema está en los inviernos: no nieva ni hace el frío lo suficiente com para reponer el hielo que se deshace cada verano, onclusión est publicada en Nature Communications Earth and Environment.

Desde Lieja, Fettweis vuelve con los datos de cada agosto: la presente ola de calor “ha generado la tercera tasa de ablación (deshielo glaciar) más alta de la historia reciente de la capa de hielo (-12 gigatoneladas/día)”, explica el climatólogo. Sin embargo, la cifra podría haber sido mucho peor, tras un invierno no especialmente nivoso. Semanas antes de esta ola de calor se produjeron unas fuertes nevadas en Groenlandia, de manera que calcula que unas “10 gigatoneladas [de deshielo] fueron absorbidas por la capa de nieve”, a pesar de “anomalías de temperatura de +13ºC tierra adentro”.

En concreto, en el pequeño aeródromo de Nerlerit Inaat, en la Groenlandia septentrional, se han batido los 23,4ºC, nuevo récord para la zona desde que hay registros. Sin embargo, justo esas últimas nevadas parecen haber salvado a la isla de haber batido la marca de deshielo de 2019. De hecho, la nota positiva es que los modelos apuntan a que las precipitaciones salvarán los niveles.

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Una nevada reciente evitará batir el récord de deshielo de Groenlandia

Según Fettweis, “gracias a un verano nevado se mantendrá justo por encima de la media después de este evento”. No obstante habrá que seguir de cerca la evolución de la temporada de deshielo, que se extiende entre junio y septiembre en Groenlandia.

La capa de hielo de Groenlandia es la segunda más importante tras la antártica. En caso que de derritiera completamente, supondría un aumento significativo del nivel del océano de hasta siete metros, con una mordida en algunas costas de varios metros más hacia el interior. Un estudio de finales de 2020 calculaba que el nivel del mar podría crecer hasta 18 cm para finales de siglo. Y esto sólo por el aumento provocado por el deshielo de la superficie.

De las avionetas militares a los satélites

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Si hace medio siglo eran pases de avioneta los que retrataban el deshielo polar, hoy los gigas de datos de satélites permiten saber casi en tiempo real cómo se comportan glaciares y otras masas de hielos. Los últimos datos apuntan a que es un proceso más rápido del esperado.

Tecnología y procesado de datos con sello español trabajan para entender qué está pasando en la Antártida y en el Ártico, tal y como contamos en este vídeo de febrero de 2020.

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