¿Hemos tenido más o menos relaciones sexuales? ¿Somos más o menos aversos a establecer contacto físico con desconocidos en un momento en el que tocar al otro es exponerse al contagio? ¿Se ha aplanado la curva del deseo sexual o todo lo contrario? Son preguntas que los expertos en salud y comportamiento sexual han tratado de responder en estos meses sin poder llegar a una conclusión clara todavía. La evidencia científica no es sólida aún, pero ya hay varias investigaciones publicadas tratando de dilucidar si la pandemia ha tenido algún efecto en la sexualidad de la población.
El 1 de abril de 2020, Jen Gunter, obstetra y ginecóloga en San Francisco (EEUU), publicaba en el New York Times un análisis preliminar sobre la salud sexual en tiempos del COVID-19 en el que apuntaba una posible ambivalencia en el comportamiento sexual en el contexto pandémico. Por un lado, afirmaba Gunter, “la depresión y la ansiedad tienen un efecto negativo en la libido”: “Algunas personas también están sin empleo y el desempleo puede afectar el deseo sexual”.
Esto es algo que también señala Ángel Castro, psicólogo e investigador en la Universidad de Zaragoza, en conversación con Newtral.es: “El estrés que vivimos en el día a día, y que a menudo desemboca en ansiedad, puede provocar que el sexo, que puede ser un elemento fundamental para reducir estas emociones negativas, se vuelva una obligación”.
Gunter apunta que, atendiendo a estudios previos sobre el comportamiento sexual en contextos de crisis humanitarias, “parece poco probable que aumente la actividad sexual en general”. Sin embargo, recuerda que “el trauma también puede incitar a correr riesgos en el ámbito sexual, como tener relaciones sin protección o bajo la influencia de drogas o alcohol”.
Castro, cuya línea de investigación versa sobre la sexualidad de adolescentes y jóvenes, indica que “se pueden producir los dos efectos a la vez”: “Por un lado, que haya personas que hayan reducido su actividad sexual y otras que la hayan aumentado. Por tanto, un efecto podría compensar al otro”.
Más creativos en la cocina… ¿y en la cama?
Menos sexo pero más diversidad sexual es el título de un estudio publicado en la revista científica Leisure Sciences en junio. En él, los investigadores, a través de una encuesta contestada por 1.559 personas mayores de 18 años, concluyen que el 43,5% de los participantes refieren una disminución de la calidad de su vida sexual frente a un 13,6% que asegura que habría mejorado. Un 42,8% afirma que se habría mantenido igual que antes de la pandemia.
La investigación también muestra que una parte de la población habría incluido nuevas prácticas sexuales, tales como intentar nuevas posturas, llevar a cabo fantasías sexuales, así como probar el BDSM (prácticas sexuales que incluyen dominación, sumisión, disciplina…) o masajes eróticos. Estas prácticas correlacionarían, apunta el estudio, con una mejora de la vida sexual.
Sin embargo, cuando hablamos de prácticas sexuales con implicación tecnológica (como practicar sexting o enviar nudes), la investigación no muestra una correlación con una mejoría. La prevalencia de nuevas prácticas sexuales sería del 20,3%, según este estudio; es decir, 1 de cada 5 personas.
“Por un lado, se podría hablar de una explosión de la creatividad”, apunta el psicólogo Ángel Castro, quien reconoce que no habría sido para todo el mundo igual. “En muchos casos, pasar más tiempo en casa, durante el confinamiento sobre todo, y poder repensar las rutinas ha hecho que probemos a cocinar más e incluso nuevos platos. Podría pasar algo similar en la cama”, prosigue.
Impacto psicológico y económico
En agosto, Nature publicó un análisis titulado Hacer el amor en los tiempos del corona: las relaciones durante el confinamiento en el que tres expertas del ámbito de la psicología y sexología ofrecían sus puntos de vista respecto a este tema.
Marieke Dewiette, una de las investigadoras, apunta la dificultad para extraer conclusiones generales debido a las diferencias individuales en la forma en la que las personas reaccionan al estrés provocado por la pandemia: “Algunas personas pierden completamente el interés por el sexo; otras experimentan un aumento en el deseo sexual y usan el sexo como un mecanismo para mantenerse conectados y aliviar la ansiedad”.
Estas diferencias individuales que menciona Dewiette también se refieren a las circunstancias y contextos personales, por lo que advierte que la casuística que debe ser tenida en cuenta es muy variable: desde parejas que tuvieron que dejar de salir (al menos cara a cara) o que decidieron mudarse juntas rápidamente y quizás prematuramente hasta aquellas que tuvieron que interrumpir su relación sexual y exploratoria incipiente, así como aquellas tienen relaciones a larga distancia o las que experimentaron una ruptura.
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El urólogo François Peinado, especializado en medicina sexual y que ha participado en un estudio sobre el impacto de la pandemia en el comportamiento sexual (publicado en julio en la revista Brazilian Journal of Urology), explica a Newtral.es que la crisis sanitaria habría afectado no solo a la actividad, sino también al deseo sexual: “En pareja, la convivencia diaria es muy dura, especialmente si hay niños y más en un confinamiento. Las mayores repercusiones seguramente se empiecen a detectar en unos meses o, incluso, en años”.
Según un estudio, en España, un 23% de la población habría disminuido su actividad sexual, frente a un 7% que la habría aumentado
La investigación en la que ha participado Peinado muestra que, en España, un 23% de la población habría disminuido su actividad sexual, frente a un 7% que la habría aumentado. Apuntan también que un 3,2% de la población habría mantenido relaciones sexuales con una persona diferente a su pareja durante la cuarentena. En Inglaterra, este porcentaje ascendería al 9,7%. Por otro lado, un 10% de los españoles encuestados asegura haberse masturbado más durante el confinamiento.
En las conclusiones del estudio, los autores reconocen que tienen “más preguntas que respuestas”, pero que de una cosa están seguros: “El COVID-19 tendrá un impacto negativo no solo en términos de afectividad, sino también en las relaciones sexuales”, un impacto que producirá cambios en diferentes niveles. También señalan que “el impacto psicológico y económico de esta pandemia durará meses después de la vuelta a la normalidad”.
Sexo con desconocidos en la nueva normalidad
¿Y en esa nueva normalidad tomaremos más precauciones? ¿Habrá un efecto en el comportamiento debido al uso de mascarillas, la distancia física y las medidas de seguridad? El médico François Peinado no tiene esperanzas “de que la gente sea más consciente de la higiene y de las medidas de precaución en el sexo”: “La educación sexual que hay en España es absolutamente deficitaria, las enfermedades de transmisión sexual siguen aumentando, y mi apuesta es que la gente seguirá adoptando prácticas nada aconsejables”, añade.
Sin embargo, el psicólogo e investigador Ángel Castro señala que “investigaciones llevadas a cabo en Estados Unidos y Canadá lanzan la hipótesis de que, una vez se asiente la nueva normalidad, la gente va a tender menos a relacionarse con desconocidos”: “En cuanto a relaciones sexuales, se podría prever que, sobre todo la gente sin pareja, se relacionará con personas de las que tengan referencias, que conozcan de algo, que puedan tener cierta impresión de que están sanas”.
“La vida sexual de los españoles durante el confinamiento empeoró”
En España, uno de los estudios más recientes es el que ha llevado a cabo un grupo de investigación de la Universitat Jaume I (Castellón). En el paper, publicado en noviembre en la revista Sexuality Research and Social Policy, los autores han analizado la salud sexual durante los meses de confinamiento, hallando que un 35,9% experimentaron un aumento de su deseo sexual; un 34,9%, una disminución del mismo; y un 29,1% lo mantuvo igual.
En general, la encuesta realizada a 1.448 participantes muestra que las prácticas sexuales más comunes durante el confinamiento fueron la masturbación sin el empleo de juguetes sexuales (61%), relaciones sexuales con una pareja sentimental (40%), actividades sexuales online tales como consumo de pornografía o uso de webcams (28,4%) y la masturbación usando juguetes sexuales (20,2%). Destacan también que un 4,1% se saltó el confinamiento para practicar sexo con otra persona.
“En general, diría que la vida sexual de los españoles durante el confinamiento empeoró”, apunta el psicólogo e investigador Rafael Ballester
Rafael Ballester, psicólogo y catedrático de la Universidad Jaume I y el autor principal del estudio, explica a Newtral.es que “hay mucha variabilidad en los resultados”, pero que “sí se observa un efecto de la pandemia en la vida sexual de la población española”. “¿En qué dirección se habría producido dicho efecto? Un 38% sería en la línea del deterioro, mientras que un 14%, en la de mejora. En general, diría que la vida sexual de los españoles durante el confinamiento empeoró”, concluye.
Ballester destaca también que “si bien la masturbación habría aumentado, el nivel de satisfacción por la realización de esta práctica no se habría incrementado tanto”. Por ello, el investigador apunta que “debido a la situación de estrés generalizada, a la ansiedad y a la preocupación constante, no solo por la crisis sanitaria en sí, sino por el trabajo, habrá casos en que la masturbación fue más bien compulsiva: es decir, menos centrada en el placer y más centrada en una descarga emocional”.
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Fuentes consultadas
- Ángel Castro, psicólogo e investigador en la Universidad de Zaragoza
- Rafael Ballester, psicólogo y catedrático de la Universidad Jaume I
- François Peinado, urólogo especializado en medicina sexual
- Menos sexo pero más diversidad sexual (Leisure Sciences, junio de 2020)
- Hacer el amor en los tiempos del corona: las relaciones durante el confinamiento (Nature, agosto de 2020)
- El impacto de la pandemia del COVID-19 en el comportamiento sexual de la población (Brazilian Journal of Urology, julio de 2020)
- Salud sexual en España: la vida sexual durante el confinamiento causado por el COVID-19 (Sexuality Research and Social Policy, noviembre de 2020)