En España hay 350 personas centradas en elaborar las leyes que, después, rigen el país. Trabajan en el Congreso y hablamos de ellos a menudo. Como todo empleado, tienen una serie de derechos y obligaciones, pero ¿qué implica exactamente ser un diputado?
1. ¿Cómo llega un diputado a ser elegido?
A través de unas elecciones generales. Cada provincia tiene asignado un número de diputados concreto y los partidos presentan a sus candidatos en cada uno de estos territorios. Los más votados salen elegidos y pasan a ser representantes de los ciudadanos.
Y esto es muy importante: el cargo les pertenece a ellos, no al partido. Aunque se fueran de la formación, podrían seguir en su escaño y conservar el acta.
2. ¿Qué pasos tiene que dar un cargo electo para convertirse en diputado?
En primer lugar, deben presentar en el Congreso la credencial de la administración electoral que certifica su elección. Después, están obligados por ley a aportar una declaración de sus bienes y otra de sus actividades, teniendo que incluir cualquier ocupación que pueda ser incompatible con el cargo (eso te lo explicamos más abajo) o que le proporcione ingresos económicos.
Y no lo pueden hacer de cualquier manera: tienen que rellenar unos formularios (en la XV Legislatura, este y este) que diseñan las Cortes y que, después, se publican en la web. Si cambia algunos de los apartados o dejan de ser diputados, deberán repetir el trámite. Sin embargo, aunque es un requisito legal, no existe ningún tipo de sanción para los dirigentes que incumplan este paso.
Además, en octubre de 2020 se aprobó un Código de Conducta que obliga a los diputados a hacer una tercera declaración sobre “sus intereses económicos”. En ella deben incluir, con una referencia de cinco años atrás desde que accedieron al cargo:
- Las actividades realizadas que les hayan reportado ingresos o puedan condicionar su actividad como parlamentarios.
- Las donaciones, obsequios y beneficios no remunerados que han recibido, incluidos viajes e invitaciones a actividades de ocio o deportivas.
- Las fundaciones y asociaciones con las que han contribuido o siguen contribuyendo.
- Cualquier otro punto que consideren relevante.
Finalmente, como tercer paso, los diputados deben jurar o prometer que acatarán la Constitución en el primer pleno al que asistan. En la mayoría de los casos, es la sesión constitutiva de la Cámara.
3. ¿En qué consiste su trabajo?
Como miembros del poder legislativo, se dedican a hacer leyes y controlar la actuación del Gobierno. El Congreso, y también el Senado, son las Cámaras donde se tramitan las normas que se aprueban en España a nivel nacional. Los diputados participan en las distintas fases de este proceso: desde votar si ‘merece la pena’ tramitarla hasta su aprobación final, pudiendo proponer en etapas intermedias que se introduzcan cambios en el texto presentado.
- No todos los diputados intervienen en la redacción de todas las leyes. Los partidos dividen a sus cargos en las distintas comisiones -categorizadas por ámbitos- y cada uno participa en las normas que llegan a ella.
Además, el Congreso como poder legislativo ejerce un control sobre lo que hace el poder Ejecutivo. En esta faceta, los diputados piden explicaciones por su actuación a los miembros del Gobierno en el pleno y en las comisiones. También, a través de solicitudes de información que Moncloa está obligada a responder.
De igual manera, como parte de su trabajo, los diputados se reúnen a menudo con plataformas y asociaciones para conocer de primera mano su realidad, así como con lobbies o grupos de interés. El Código de Conducta les obliga a publicar todos estos encuentros.
4. ¿Pueden dedicarse, a la vez, a otra cosa?
Depende. La ley electoral establece que la función de diputado requiere una dedicación “absoluta” y es “incompatible” con “cualquier otro puesto, profesión o actividad, pública o privada, por cuenta propia o ajena, retribuidos mediante sueldo, salario, honorarios o cualquier otra forma”.
Sin embargo, existen una serie de excepciones que la Comisión del Estatuto del Congreso analiza y, en muchos casos, concede. Por ejemplo, en el área privada, se ha permitido compatibilizar el escaño con el ejercicio de la abogacía, el oficio de arquitecto o actividades de explotación agraria, entre muchos otros.
Además, siguiendo la norma, también se puede ser diputado y ejercer otro cargo público a la vez: alcalde, concejal o miembro del Gobierno. La única condición para poder hacerlo es renunciar a uno de los sueldos para no recibir dos salarios públicos.
5. ¿Cuánto cobran?
Todos los diputados reciben un salario base idéntico que decide la Mesa del Congreso cada año. En 2023, es de 3.126,89 euros brutos en 14 mensualidades. Además, perciben una parte variable de su sueldo en función de la provincia por la que han sido elegidos y de los puestos que tengan en la Cámara.
[Puedes consultar en Transparentia los sueldos de todos los miembros del Congreso]
Plus por cargo. Los diputados reciben complementos en función del cargo que desempeñen, siendo el más alto el del presidente de la Cámara, condición por la que reciben 3.421,04 euros adicionales al mes. A esta cantidad habría que sumarle un ingreso extra para gastos de representación y otro para gastos de libre disposición. Aunque en menor cantidad, el resto de miembros de la Mesa reciben también dichos complementos mientras que los portavoces de los grupos parlamentarios y los integrantes de las mesas y portavoces de las comisiones reciben uno o dos ‘pluses’ en este sentido.
- Como hemos explicado antes, los diputados que son alcaldes o altos cargos o miembros del Gobierno no pueden cobrar dos sueldos a la vez. En su caso, deberán elegir si prefieren recibir esta remuneración o la del otro puesto.
Plus por territorio. Sus señorías cobran una cantidad a modo de ‘dietas’ según el territorio por el que han sido elegidos: 2.008,61 euros al mes para los de fuera de Madrid y 958,75 euros para los de la capital. También se les abona el coste de los billetes del medio de transporte que utilicen para ir al Congreso o 0,25 euros por cada kilómetro recorrido si van en un vehículo de uso propio.
No sin mi iPad. Sumado a todo esto, al tomar posesión del cargo, se les entrega a su vez un móvil y un iPad para que puedan recibir las comunicaciones telemáticas de la Cámara.
6. ¿Cuándo se deja de ser diputado?
Lo normal es que un diputado pierda el cargo con la convocatoria de unas elecciones generales, momento en el que se disuelven las Cortes para elegir a los nuevos miembros de las Cámaras. Por supuesto, también deja de ocupar el puesto si presenta la renuncia, fallece, es incapacitado o hay una decisión judicial firme que anule su elección.
También hay causas por las que se puede suspender esta condición: como resultado de las normas de disciplina parlamentaria, si el diputado está en prisión preventiva como parte de un proceso judicial, si lo dicta una sentencia firme condenatoria o si el cumplimiento de esta le impida realizar su trabajo en el Congreso de los Diputados.
7. ¿Cómo responden los diputados ante la Justicia?
En primer lugar, están aforados. Es decir, en caso de ser imputados, serán juzgados por un tribunal superior distinto al que le corresponde al resto de los ciudadanos. Así queda estipulado en el artículo 71.3 de la Constitución: “En las causas contra diputados y senadores será competente la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo”.
Además, cuentan con inviolabilidad por las opiniones que expongan en el ejercicio de su cargo, lo que quiere decir que no podrán ser llevados ante la Justicia por ellas.
Y, por último, mientras dure su mandato gozan de inmunidad: solo pueden ser detenidos en caso de “flagrante delito”. Para que puedan ser procesados se necesita la autorización del Congreso, es el conocido como «suplicatorio” que explicamos aquí.