El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se manifiesta ahora a favor de eliminar del Código Penal el delito de sedición por el que fueron condenados los líderes del procés y su ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se abre también a modificar el de malversación, por el que también fueron declarados culpables algunos dirigentes independentistas.
De igual modo, el presidente del Gobierno asegura que el Ejecutivo de Mariano Rajoy debería haber aplicado antes el artículo 155 de la Constitución y defiende que la concesión de los indultos han implicado una “distensión” en el clima social de Cataluña. Sin embargo, todo ello difiere de la postura que defendió el Pedro Sánchez del pasado, como demuestra la hemeroteca.
En 2018 estaba seguro que en Cataluña se había producido un delito de rebelión y proponía reformarlo para “defender la Constitución”
En mayo de 2018 todavía no había comenzado en el Tribunal Supremo el juicio a los líderes del procés. Ni siquiera se conocían delitos en los que la Fiscalía asentaría su acusación, pero para Pedro Sánchez estaba claro: los dirigentes independentistas habían cometido un delito de rebelión, si bien opinaba que la figura recogida en el Código Penal no se correspondía con los hechos acaecidos en Cataluña.
Así lo aseguró en TVE, donde anunció su intención de reformar el delito de rebelión: “Estamos trabajando en una modificación del Código Penal y la vamos a presentar en el Congreso. Es evidente que el delito de rebelión tal y como está tipificado en el año 1995 no corresponde al tipo de rebelión que hemos sufrido en los últimos meses”, aseguraba Sánchez, que sentenciaba: “Tenemos que defender el bien jurídico que es la Constitución frente a responsables públicos, que lo que están haciendo es valerse de su institución y de su posición política para violentar el orden constitucional”.
Defendía la misma tesis en Antena 3 horas después: “Si no hay altercados públicos lógicamente eso no significa que no pueda haber un delito de rebelión, como sí que se produjo. La cuestión sería reflexionar sobre si lo que se produjo los días 6 y 7 de septiembre en el Parlamento de Cataluña se puede entender como un delito de rebelión (…) Yo creo que lógicamente lo es”, declaraba el líder del PSOE.
Frente a las críticas del independentismo y de Unidas Podemos, Sánchez en esta misma entrevista defendía la modificación como una forma de “defender los derechos y las libertades” que -creía- estaban “siendo puestas en cuestión por el secesionismo”.
El delito de rebelión se queda en el cajón y Sánchez ahora propone eliminar el de sedición del Código Penal
A las pocas semanas, Pedro Sánchez llegó a la Moncloa tras triunfar la moción de censura contra Mariano Rajoy y, pasado el tiempo, el Tribunal Supremo condenó por un delito de sedición a los principales líderes del procés. Y fue este último punto del Código Penal el que Sánchez quiso entonces reformar.
- Matiz importante. A diferencia de la rebelión, que está incluida entre los delitos contra la Constitución, la sedición se engloba en los delitos contra el orden público.
Esta intención se evidenció no en su discurso de investidura en enero de 2020 -como asegura Sánchez- sino semanas después en una entrevista en TVE. Preguntado por la posible modificación del delito de sedición, respondió: “Hay que ir paso a paso. Es evidente que toda esta crisis ha demostrado que tenemos un Código Penal que no corresponde con la época que ha tocado vivir a España”. La idea también quedó plasmada en el Plan Normativo Anual de ese año.
“La propuesta de reforma del Código Penal se centra en las figuras delictivas contra el orden público y la Constitución con la finalidad de adaptarlas tanto en perspectiva comparada con los textos nacionales de otras legislaciones nacionales europeas y al marco normativo de la Unión Europea, así como a los actuales parámetros doctrinales, políticos y constitucionales”
Plan Normativo Anual 2020Publicidad
Desde entonces, cuando se preguntaba al Gobierno sobre este cambio alegaba la falta de apoyos parlamentarios para llevarlo a cabo y, aunque la propuesta desapareció de los planes normativos anuales de 2021 y 2022, ahora Pedro Sánchez la ha recuperado en la recta final de la legislatura: “¿Preferimos la Cataluña y la España de 2022 o la Cataluña y, por tanto, la España de 2017? Yo creo que la respuesta es de cajón: claramente, la Cataluña y la España de 2022”, aseguró en una entrevista en laSexta.
En ella, manifestó que quería “continuar dando pasos” en este sentido y que, para ello, había que “homologar el Código Penal en lo que respecta al delito de sedición a las principales democracias europeas”. Al día siguiente, PSOE y UP presentaron una proposición de ley en el Congreso que derogaba el delito de sedición y lo sustituía por otro de “desórdenes públicos agravados”, con unas penas mucho menores que la anterior figura jurídica. Según las manifestaciones de sus socios de investidura, el Gobierno tiene los votos suficientes como para sacarla adelante.
El momento en que se aplicó el artículo 155 de la Constitución
No solo respecto al Código Penal, también hay diferencias en lo que Pedro Sánchez ha manifestado respecto a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. El Gobierno de Mariano Rajoy lo materializó el 27 de octubre de 2017, después de que Puigdemont declarara -y después suspendiera- la independencia de Cataluña en base a los resultados de la consulta del 1 de octubre y a las ´leyes de desconexión’ aprobadas por el Parlament.
En esta aplicación, el PP contó con el apoyo del PSOE, aunque semanas después Sánchez asegurara lo siguiente: “Los socialistas nunca quisimos ni la declaración unilateral de independencia ni la aplicación del artículo 155. Nunca. Ahora bien, una vez impuesta esa declaración unilateral de independencia no cabía otra respuesta que la aplicación del artículo 155”.
No obstante, en la reciente entrevista en laSexta, Pedro Sánchez enmendaba su postura. Según él, había que haberlo aplicado antes: “Si nos vamos hacia atrás, y usted me pregunta ahora mismo ¿cuándo tendríamos que haber aplicado el artículo 155, entonces, en el año 2017? Yo le hubiera dicho el día en el que el Parlament de Catalunya aprobó las desconexiones, digamos, las leyes de desconexión”, aseguraba.
De reivindicar “el íntegro cumplimiento” de la condena a defender los indultos como una vía de “reconciliación”
Cuando era secretario general del PSOE y líder de la oposición, Pedro Sánchez criticó al Ejecutivo de Rajoy por haber “utilizado el indulto más de lo debido”. En su opinión, “los indultos políticos debían acabar en nuestro país”. Era 2014. En octubre de 2019 se conoció la sentencia del procés y, ya como presidente del Gobierno, aseguró que los condenados cumplirían toda su condena: “El acatamiento de la misma significa su cumplimiento. Reitero, significa su íntegro cumplimiento”.
Sin embargo, en una acto en junio de 2021 en el Liceu de Barcelona con el título ‘Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España’, Sánchez anunciaba que propondría al Consejo de Ministros otorgar el indulto a los nueve condenados por el Tribunal Supremo. Tomó la decisión -aseguraba- en nombre de la “concordia”: “El Gobierno de España ha optado por abrir paso a la reconciliación. Al reencuentro. Y creemos que esta medida de gracia abrirá ese camino. Nos dará a todos la posibilidad de comenzar de nuevo y de hacer las cosas mejor”.
La tipificación de los referéndum ilegales en el Código Penal que Sánchez no emprendió
Pedro Sánchez incluyó en el debate electoral del 10N una propuesta en relación al procés: volver a incluir en el Código Penal el delito de referéndum ilegal. “Vamos a incorporar un nuevo delito para prohibir de una vez por todas la celebración de referéndums ilegales en Cataluña, como ocurrió cuando gobernaba el PP”, aseguró ante el resto de candidatos.
Tres años después son los populares los que proponen la medida, sin que por ahora el PSOE haya marcado una postura común como partido.
falta de etica política, falta de respeto a la constitución( que no quiero decir que, esta precise de determinadas reformas, principalmente para eliminar tanta confusión e interpretación) incoherencia, cinismo. Para mi, toda una decepción, como de pensamiento mayoritariamente socialdemócrata.