Hace dos semanas, el director de Recursos Humanos de Ryanair, Darrell Hughes, insistió en una entrevista con ABC en que no se reuniría con los sindicatos para atender las demandas de los trabajadores: “No nos sentaremos con los sindicatos; no tememos que se extiendan las huelgas”. Las protestas continúan en pie y se alargarán hasta enero del año que viene en la que es ya la mayor huelga de la historia de Ryanair.
Sin embargo, la ley establece que la empresa está obligada a sentarse a negociar con los sindicatos que convocan una huelga, en este caso, Unión Sindical Obrera (USO) y el Sindicato Independiente de Tripulantes de Cabina de Pasajeros de Líneas Aéreas (Sitcpla). Los expertos consultados coinciden: Ryanair podría estar incumpliendo la legislación española al negarse a negociar.
Analizamos la batalla abierta en las negociaciones con los trabajadores de Ryanair y el marco legal que regula estas relaciones.
La legislación recoge que la empresa debe sentarse a negociar con los convocantes del paro
La legislación española establece que es una obligación por parte del empleador negociar con sus trabajadores en huelga. El artículo 8.2. del real decreto ley de relaciones del trabajo indica: “Desde el momento del preaviso y durante la huelga, el comité de huelga y el empresario (…) deberán negociar para llegar a un acuerdo, sin perjuicio de que en cualquier momento los trabajadores puedan dar por terminada aquella”.
Jesús Cruz, catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Sevilla, lo explica: “La legislación contempla dos perspectivas: una, la obligación a sentarse a negociar durante una huelga, y otra, la obligación de negociar un convenio colectivo, que es lo que reclaman los trabajadores de Ryanair en este caso”.
Por tanto, según Cruz, “es ilegal negarse a negociar en estos momentos con una huelga convocada y activa”. El abogado laboralista del Colectivo Ronda, Sergio Maldonado, añade que, si la autoridad laboral convoca para una mediación entre las partes y la empresa no se presenta, Ryanair estaría incumpliendo la ley.
Ryanair afirma que solo se sentará con CCOO, no con los sindicatos convocantes
El conflicto laboral de Ryanair es complejo y tiene muchas aristas. La batalla de años para conseguir mejorar las condiciones laborales de los tripulantes de cabina dio un giro inesperado cuando la compañía irlandesa y el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) firmaron un acuerdo el pasado 31 de mayo.
Este pacto es solo aplicable a los tripulantes de cabina que decidan afiliarse a CCOO y recoge demandas como el bonus de productividad (con aumentos de 1.000 euros en 2022 y de 800 en 2023 en los sueldos), un patrón de trabajo de cinco días y tres de descanso, o contratos laborales indefinidos.
La multinacional se decantó por negociar con CCOO frente a USO y Sitcpla, un hecho que prueba el choque sindical en la compañía. Manuel Lodeiro, el vicepresidente de Sitcpla en Ryanair, asegura que el acuerdo se alcanzó a espaldas de USO y su sindicato, y Jon Herrera, el secretario general del sector aéreo de CCOO, asegura que la razón es que llevan cinco años negociando con ambos sindicatos sin conseguir nada. “En el mismo formato en que ellos [USO y Sitcpla] han estado trabajando cinco años, en pocos meses nosotros hemos cerrado un acuerdo”, asegura Herrera.
De hecho, en la entrevista en ABC, Hughes afirma que la aerolínea solo se sentará con CCOO. “No tenemos ninguna intención de sentarnos con USO y Sitcpla. A nosotros nos representa CCOO”.
Ryanair aún no tiene un convenio colectivo que regule las relaciones laborales de los trabajadores
Según explica Cruz, el acuerdo con CCOO no puede tratarse de un convenio colectivo porque en Ryanair no se ha constituido un comité de empresa que lo pueda negociar. Como denuncian los sindicatos convocantes de los paros, la empresa siempre ha dificultado el desarrollo normal de las elecciones. Según Maldonado, “las compañías sí pueden dificultar, aunque no impedir, la creación de un comité de empresa porque para ello se necesita que Recursos Humanos facilite el censo electoral”.
Por tanto, el pacto entre CCOO y Ryanair se trata de un acuerdo extraestatutario que tiene eficacia limitada. “Lo que más caracteriza a este tipo de pactos es que solamente se aplican a los trabajadores afiliados al sindicato que lo ha negociado”, comenta Cruz.
Maldonado añade que “este acuerdo no aplica a la plantilla y, de hecho, cualquier afiliado puede negarse a que se le aplique a sus condiciones si así lo decide”. Un punto que corroboran desde CCOO: “Hemos firmado un acuerdo de adscripción voluntaria para que la gente decida si es bueno o es malo, a nadie se le obliga a aplicarlo”, indica Herrera.
La nota de prensa de CCOO añade que las partes han fijado “un calendario para negociar y firmar antes de octubre de 2023 y con plena eficacia un convenio colectivo completo que aportará mayores beneficios y mejoras para todo el personal de cabina de la compañía (…)”.
Es decir, que CCOO espera contar con representatividad legal suficiente para esa fecha para poder negociar un convenio colectivo que afecte a todos los trabajadores con independencia de su afiliación sindical. “Para esa fecha esperamos haber mejorado las condiciones de los trabajadores, haber normalizado la situación, conseguir hacer procesos electorales democráticos con representación legal de los trabajadores y que podamos cerrar un acuerdo que tenga eficacia completa”, explica Herrera.
Sin embargo, Lodeiro denuncia que el pacto entre CCOO y Ryanair ha provocado que “se erosione la base de los sindicatos combativos, que se les reste fuerza y que CCOO consiga afiliados a base de claudicar en todo aquello que la empresa no estaba dispuesta a ceder con el resto de sindicatos”. El vicepresidente de Sitcpla apunta a las pagas extras o a disfrutar de los 14 festivos nacionales como las demandas no incluidas en el acuerdo.
La batalla judicial de los sindicatos y Ryanair
La razón de esta preferencia podría ser la batalla legal abierta desde hace años con USO y Sitcpla. Ambos sindicatos han denunciado a Ryanair por incumplir la legislación laboral en varias ocasiones.
De hecho, es así como empezó todo. Los sindicatos convocantes de los paros reclaman los niveles salariales previos a la pandemia, como la Audiencia Nacional ya falló en su sentencia. “La compañía modificó sustancialmente las condiciones de los tripulantes de cabina durante la pandemia, de manera unilateral, lo denunciamos y la Audiencia Nacional nos dio la razón”, dice Lodeiro. “La compañía no lo ha rectificado todavía porque han recurrido el fallo al Tribunal Supremo”, indica.
Ambos sindicatos que han convocado los paros exigen la intervención del Gobierno en esta contienda. Desde el Ministerio de Trabajo señalan a Newtral.es que han recibido la petición y aún están buscando “agenda disponible para convocar la reunión”.
Los tripulantes de cabina extienden la huelga hasta después de Navidad
Los sindicatos USO y Sitcpla de tripulantes de cabina de Ryanair, la compañía de vuelos de bajo coste, han organizado la mayor huelga de su historia. Ante la negativa de la aerolínea de sentarse a negociar, han decidido que los paros se alarguen hasta enero para hacerla coincidir con los periodos vacacionales de agosto y Navidad, épocas en las que habitualmente se cogen más aviones.
Los trabajadores de Ryanair exigen a la compañía irlandesa derechos laborales básicos, como 22 días de vacaciones o el mismo derecho a huelga, ya que según comunican a Newtral.es fuentes sindicales de Sitcpla 24 empleados han sido despedidos por sumarse a los paros a pesar de que no habían sido convocados legalmente para cumplir los servicios mínimos. También afirman las mismas fuentes que la empresa ha abierto más de 100 expedientes sancionadores a otros empleados.
- Real Decreto Ley de Relaciones del Trabajo
- Acuerdo de CCOO y Ryanair
- Ministerio de Trabajo
- Manuel Lodeiro, vicepresidente de Sitcpla en Ryanair
- Sindicato USO
- Jon Herrera, secretario general del sector aéreo de CCOO
- Jesús Cruz, catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social
- Sergio Maldonado, abogado laboralista del Colectivo Ronda