Nos habéis preguntado a través de nuestro servicio de verificación de WhatsApp (+34 627 28 08 15) por un vídeo viral en inglés con subtítulos en español en el que aparece el doctor estadounidense Ryan Cole hablando sobre los supuestos peligros de las vacunas autorizadas contra la COVID-19.
En una conferencia celebrada el pasado 27 de julio en Estados Unidos, Ryan Cole aseguró que las vacunas que se están administrando contra el coronavirus producen en el organismo unas “toxinas” que dañan “órganos vitales”.
Cole se refiere a las proteínas S que fabrican las vacunas en el organismo para generar la respuesta inmune contra el virus causante de la COVID-19. Pero no hay evidencias científicas de su supuesta toxicidad, como ya explicaron a Newtral.es el catedrático de Inmunología en la Universidad de Valladolid Alfredo Corell y el doctor en Biociencias Moleculares e investigador del Instituto de Investigación Hospital La Paz Alejandro Pascual Iglesias.
Ryan Cole ya ha difundido otras afirmaciones falsas sobre las vacunas como destaca la agencia AFP, que forma parte de la red internacional de verificadores IFCN al igual que Newtral.es. Las vacunas autorizadas tanto en España como en Estados Unidos se han sometido a los controles habituales de las agencias reguladoras de medicamentos y han cumplido los requisitos de seguridad.
¿Quién es Ryan Cole y por qué habla de vacunas?
Ryan Cole se identifica en su perfil de LinkedIn y en su web profesional como “dermatopatólogo”. Dirige un laboratorio en Idaho, Estados Unidos, especializado en “patología y los servicios de laboratorio clínico”, según la página web del centro.
No hay registro de que haya participado en el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19 y distintos verificadores internacionales como AFP, HealthFeedback y FactCheck.org han desmentido las afirmaciones sin pruebas que ha compartido sobre la vacunación.
En concreto, Ryan Cole afirmó en la conferencia en la que participó el 27 de julio, que se ha viralizado, que las vacunas contra la COVID-19 producen proteínas S en los vacunados que son “toxinas”.
¿Qué es la proteína S de las vacunas contra la COVID-19 a la que se refiere Ryan Cole?
Como ya explicamos, la comunidad científica ha identificado la proteína que permite que el coronavirus SARS-CoV-2 infecte y se multiplique en las personas. Se trata de la proteína S (también conocida como spike, espícula y en ocasiones traducida del inglés como “espiga”), que es clave para que este virus se una a las células humanas.
Las vacunas que se están administrando en España y Estados Unidos contra el coronavirus contienen instrucciones para que nuestras propias células fabriquen una proteína S igual a la del coronavirus. Al hacerlo, nuestro sistema inmune reconoce que esta proteína es una amenaza que no debería estar en nuestro cuerpo y aprende a defenderse contra ella.
Es esta proteína de las vacunas que Ryan Cole considera perjudicial para los vacunados. Pero el investigador Alejandro Pascual ya aclaró en detalle en esta verificación que no hay evidencias de que las proteínas S que producen en el cuerpo de los vacunados tras el pinchazo sean tóxicas.
De hecho, las autoridades sanitarias, que monitorizan de cerca los posibles efectos secundarios de la vacunación, confirman que las vacunas cumplen con los requisitos de seguridad y sus beneficios superan a sus posibles riesgos.
Cole también sostiene en el vídeo viral que esas proteínas causan “los mismos daños que todo el coronavirus”. Pero Pascual aclara a Newtral.es que “la proteína S por sí misma no causa los daños atribuidos a la COVID-19, necesita la interacción de todo el virus”.
Los mensajes sin aval científico de Ryan Cole sobre las vacunas
En el su conferencia, Ryan Cole también asegura que las proteínas producidas por las vacunas contra la COVID-19 no se quedan en el lugar de la inyección -generalmente un brazo- para generar la respuesta inmune, sino que viajan a través de la sangre de nuestro cuerpo y llegan a “los órganos vitales”.
Pero tampoco hay evidencias de ello. “Las investigaciones demuestran que las proteínas S permanecen adheridas a la superficie de las células alrededor del lugar de inyección de la vacuna. No se sabe que se desplacen a otras partes del cuerpo”, explican a Newtral.es desde la plataforma Health Desk, que recopila las investigaciones disponibles hasta el momento sobre la vacunación.
“Una dosis muy pequeña de la vacuna llega al torrente sanguíneo (alrededor del 1%), pero en cuanto llega al hígado, las enzimas de este órgano la destruyen por completo”, añaden los expertos, citando los estudios al respecto, que se pueden leer aquí.
¿Por qué se dice que las proteínas S de las vacunas llegan a todos los órganos?
Para apoyar sus afirmaciones sobre las proteínas S que “viajan por el cuerpo y llegan a los órganos de los vacunados”, distintas plataformas antivacunas se refieren a un estudio de la revista Clinical Infectious Diseases sobre un análisis del plasma de la sangre de personas que han recibido las vacunas, publicado en mayo de 2021.
El catedrático de Inmunología en la Universidad de Valladolid Alfredo Corell explica a Newtral.es que dicho estudio tiene una muestra muy pequeña de 13 individuos, que recibieron la vacuna de Moderna. Según el inmunólogo, aunque la investigación detectó la proteína S en la sangre de los vacunados y se ha visto en plasma, “se trata de una concentración transitoria de apenas unos días”.
“Siguiendo con este ensayo, la técnica que utilizan para medir la concentración de fragmento S1 [de la proteína S] en plasma es muy sensible y detecta concentraciones muy bajas, de hecho 40.000 veces más bajas de las concentraciones que se consideran tóxicas”, destaca Corell.
“Y otra cuestión muy relevante es que en este ensayo se observa que no hay ninguna liberación de la proteína S en plasma tras la segunda dosis de la vacuna”, añade el inmunólogo.
En definitiva, y en contra de lo que asgeura Ryan Cole en su vídeo sobre las vacunas, no hay por el momento evidencias de que la proteína S que fabrica nuestro organismo a partir de las vacunas autorizadas contra la COVID-19 sean “tóxicas”. Se siguen estudiando los posibles efectos adversos de la vacunación, pero las autoridades confirman, en base a las evidencias disponibles, que los beneficios de las vacunas son mayores a sus posibles riesgos.