Niegan el actual Estado alemán, creen que la República Federal de Alemania no existe y que el país está bajo un gobierno ilegítimo. Para los miembros ‘reichsbürger’ o ‘ciudadanos del Reich’, todo lo que ha sucedido desde 1945 es parte de una ocupación bajo administración militar que no reconocen, al punto de reivindicar el Reino de Alemania anterior a ese año.
Los planes de los seguidores de esta teoría de la conspiración para atentar contra el Gobierno alemán y tomar el poder se han visto truncados esta semana, cuando un intento de golpe de Estado se ha saldado con 25 detenidos, entre los que se encuentra el aristócrata Heinrich XIII, el líder de este movimiento.
Según ha señalado la Fiscalía alemana, los miembros del grupo siguen “un conglomerado de mitos de la conspiración”, como QAnon o las teorías negacionistas de la pandemia, además de ideologías que se mezclan con el nacionalismo, el antisemitismo y otras teorías de la extrema derecha.
Las autoridades alemanas llevan meses vigilando la actividad de estos fanáticos, y consideran el Reichsbürger una organización terrorista peligrosa conformada por personas con entrenamiento militar y acceso a armas. La Oficina para la Protección de la Constitución calcula que hay 21.000 seguidores, y al menos un 10% de ellos está “orientado a la violencia”.
Negar el Estado alemán e incitar a la insurrección: los puntos que defienden los ‘reichsbürger’
Los ‘reichsbürger’ rechazan la existencia de la República Federal de Alemania y su sistema legal, niegan la legitimidad de los representantes elegidos democráticamente e, incluso, incitan a definirse por fuera de la ley, incumpliéndola en algunos casos.
En cambio, creen que el Imperio Alemán sobrevive, junto con su constitución imperial, y consideran a Heinrich XIII su líder, a quien quieren nombrar emperador de Alemania. El aristócrata es el tataranieto del káiser Guillermo II, que abdicó en 1918.
Roland Imhoff, profesor de la Universidad de Mainz, explica que “lo que tienen de especial los ‘reichsbürger’ es que parte de ellos viven en una especie de sociedades paralelas durante mucho tiempo. Este estilo de vida en el que no pagan impuestos, no obedecen las leyes locales, etc., les lleva casi automáticamente a entrar en conflicto con las autoridades. Por lo tanto, la violencia suele enmarcarse en la autodefensa contra un poder extranjero, en este caso, el Estado alemán, que viola su derecho a la soberanía”.
Entre las ideas que siguen, se mezcla el revisionismo territorial e histórico, el nacionalsocialismo y el antisemitismo. Como relatan en el informe, “hay superposiciones ideológicas con la escena de extrema derecha”. El Gobierno de Baviera añade los siguientes elementos a la definición: “El espectro de ‘ciudadanos del Reich’ va desde los alborotadores, los descontentos con el Estado o los teóricos de la conspiración hasta enfermos mentales y personas con una visión del mundo de la extrema derecha cerrada”.
Imhoff señala que, por lo general, las personas que creen en una teoría de la conspiración tienen más probabilidades de creer en cualquier otra. En la mentalidad conspirativa, “prácticamente todos los acontecimientos de cierta relevancia son el resultado del diseño directo de personas poderosas que toman decisiones secretas”.
Los miembros del ‘Consejo’ se han reunido regularmente en secreto desde noviembre de 2021 para planificar la toma del poder en Alemania, fijando un plan para establecer sus propias estructuras estatales, como señala la Fiscalía. Aunque llevan años organizándose, y las autoridades vigilan sus movimientos desde 2016. Según sus previsiones, el golpe de Estado se haría a través de lo que llaman “compañías de seguridad nacional”, unidades militarmente organizadas y armadas.
Entre ellos, se organizan en las redes, con sus propios canales como el de ‘Los herederos de Bismarck’ y su ‘Informationsjournal’, o ‘VHD Aktuell’, que cuenta con el canal de YouTube desde el año 2020. En ellos, también buscan recaudar fondos. “Sugiere a sus seguidores que podrían liberarse de la obligación tributaria ‘convirtiéndose’ al Reino de Alemania”, y a cambio, reciben ese dinero en lo que llaman el ‘fondo de bienestar público’, según el informe.
También tienen sus propios símbolos: como las banderas imperiales y el Castillo Hohenzollern, en Baden-Württemberg, donde se han reunido en alguna ocasión para felicitar al ‘Supremo Soberano’ por su cumpleaños.
Como parte de su campaña, los ‘ciudadanos del Reich’ “escriben cartas extensas a las autoridades que son difíciles de entender, con argumentos y alegatos, así como dictámenes jurídicos erróneos. Las explicaciones van desde el simple rechazo de la acción oficial, incluyendo el chantaje, hasta los insultos o la coerción, a veces con amenazas de violencia”, como recoge la Oficina para la Protección de la Constitución.
“Las cartas son regularmente ‘certificaciones’ por bufetes ficticios de abogados, y dicen que están ‘aprobados’ por el ‘más alto tribunal’, una autoridad inventada”, añaden en el informe. Además, circulan supuestos documentos como «licencias de conducir del Reich» o «documentos de identidad del Reich», indica la Fundación Konrad Adenauer.
Los datos del crecimiento de una teoría peligrosa
La Fiscalía subraya que los miembros de este grupo “son conscientes de que este proyecto solo puede realizarse mediante el uso de medios militares y la violencia contra los representantes del Estado. Esto también incluye cometer homicidios”. Su acceso a armas y el entrenamiento militar que muchos han seguido los han convertido en un grupo peligroso.
En su informe de 2021, la ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, también resaltaba la irrupción de los ‘reichsbürger’ en las protestas en contra de las medidas del Gobierno para contener la pandemia, y destacaba la expansión de las teorías de conspiración como una de las tendencias más preocupantes. “Hay indicios de esfuerzos contra el orden básico democrático libre”, se relata en el informe.
En 2021, hubo 1.330 delitos de motivación política atribuidos a los seguidores del Reichsbürger y el Selbstverwaltern (‘autogobierno’), de los cuales 1.011 fueron clasificados como extremistas.
La llamada de los seguidores a desobedecer el orden establecido ha provocado varios incidentes. En 2021, por ejemplo, durante un registro domiciliario en Linden (Hesse) por sospecha de fraude, el sospechoso disparó a la policía con una ballesta. Las amenazas también se repiten en algunos de los canales que tienen, en los que justifican el asesinato de políticos para cumplir con el supuesto deber de resistencia que exige el grupo.
Durante otra investigación policial, en noviembre de 2021, la policía de Duisburgo (Renania del Norte-Westfalia) encontró 2.000 municiones, varias armas de fuego legales listas para usar y una granada de mano, entre otras cosas.
Hasta el año pasado, las autoridades habían revocado la licencia de tenencia de armas a 1.050 ‘ciudadanos del Reich’, aunque todavía había unos 500 que mantenían sus permisos.
Infiltrados en las fuerzas de seguridad: el foco para reclutar más seguidores
El foco principal de los esfuerzos de reclutamiento de la asociación fueron los miembros de las Fuerzas Armadas (Bundeswehr) y la Policía, entre los que buscan reforzar su brazo militar. Las autoridades alemanas también han detectado que esto les ha facilitado el acceso a información confidencial a través de conexiones de esta organización con empleados públicos.
El Gobierno ha encontrado 319 miembros de las fuerzas de seguridad del Estado sospechosos de estar relacionados con la extrema derecha y la Oficina Federal de Contrainteligencia Militar reportó 1.064 más, según el informe Extremistas de derecha, ‘Reichsbürger’ y ‘Selbstverwalter’ en las agencias de seguridad, publicado en mayo de 2022 por la Oficina central sobre extremistas.
El operativo de esta semana se saldó con 25 detenciones de entre los 52 sospechosos iniciales, y se han hecho registros en más de 130 propiedades. “La asociación es consciente de que también habrá muertes. Sin embargo, al menos acepta este escenario como un paso intermedio necesario para lograr el «cambio de sistema a todos los niveles» que se pretende, resume la Fiscalía en su comunicado.
- Roland Imhoff, profesor de la Universidad de Mainz
- Comunicado de la Fiscalía alemana sobre las detenciones
- «Reichsbürger» y «Selbstverwalter», Oficina estatal para la Protección de la Constitución
- Informe de Amparo Constitucional 2021, Oficina estatal para la Protección de la Constitución
- Oficina estatal para la Protección de la Constitución
- Informe «Extremistas de derecha, ‘Reichsbürger’ y ‘Selbstverwalter’ en las agencias de seguridad» (mayo 2022), Oficina central sobre extremistas
- Gobierno de Baviera
- Fundación Konrad Adenauer
- Folleto para los empleados del sector público, Oficina Estatal para la Protección de la Constitución
Lo que dicen estos alemanes es cierto. Alemania, como ya pasaba tras la 1a Guerra Mundial NO ES LIBRE, ni mucho menos gobernada por la voluntad de su pueblo, sus gentes, sus habitantes nacionales.
Por lo tanto, si la soberanîa no radica en sus habitantes nacionales, NO ES UNA DEMOCRACIA. Es una falacia, una farsa organizada por grupos de ideologîa capitalista (minorîas con apoyos extranjeros al pueblo alemàn), es decir, solamente el capital permite obtener posiciones de poder polîtico.
Estos grupos minoritarios que ostentan poderes pùblicos pueden estar organizados por lôgica simple o algunos individuos pueden llegar por esfuerzos personales a posiciones importantes dentro de la Administraciôn Pùblica.
Pero repito, no es una democracia porque los intereses de los polîticos no suelen coincidor con el de los habitantes. El interés por el capital es la prioridad de los polîticos. Esto genera consecuentemente corrupt@s y por supuesto, todo tipo de tràfico y tejemanejes inmorales, sumamente innobles.
Primero digamos la verdad, seamos HONESTOS, luego hablemos de virtudes.
Deseo lo mejor para estos alemanes que defienden la verdad en Alemania.
El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.... pero en este caso habría que analizar cuáles son las causas de que esta piedra esté de nuevo en mitad del largo y difícil camino de la democracia.
Mientras la mujer, en su largo camino en la arrogancia de género, manipulaciôn y autocomplacencia ha perdido la cuenta de las veces que tropieza con piedras, bordillos, escaleras, y sobretodo, realidades.
En su lucha democràtica apoyada financieramente por organizaciones internacionales, las mujeres "democràticas" destruyen familias, privan hijos de sus padres y buscan beneficios econômicos MUY injustos e inmerecidos.
Ahora a tomar viento...