Estados Unidos acaba de entrar en recesión técnica tras conocerse que su producto interior bruto (PIB) cayó un 0,2% en el segundo trimestre cuando ya venía de una contracción del 0,4% en el trimestre previo, según el dato adelantado de la Oficina de Análisis Económico del Gobierno estadounidense (BEA, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, unos días antes de darse a conocer el dato, la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, señaló que la definición técnica de una recesión toma en cuenta “un amplio rango de datos”, y añadió que “esto no es una economía que esté en recesión”, como recoge la Casa Blanca. Las palabras de Yellen se suman a las de quienes han planteado la necesidad de redefinir el concepto de recesión, aunque hay otros analistas que no lo ven necesario.
Preguntamos a los expertos sobre qué significa el término recesión, si habría que redefinirlo y qué datos adelantan una crisis económica.
¿Qué es una recesión económica?
“Una recesión técnica se mide a través de dos trimestres consecutivos de decrecimiento (crecimiento negativo) del PIB en su variación trimestral”, apunta Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas.
Aunque hay distintas teorías sobre el origen de la definición, Estrella Trincado, profesora del departamento de Economía aplicada, estructura e historia de la Universidad Complutense de Madrid, señala que el criterio de recesión empezó a usarse en 1974, siguiendo a un artículo de Julius Shiskin de The New York Times.
“En ese momento, la crisis del petróleo de 1973 llevaba por primera vez a una desaceleración con inflación. Anteriormente, las recesiones solían ir vinculadas a la deflación, pero a partir de 1973 se produjo una ‘estanflación’ (estancamiento con inflación). Por ello, se tuvieron que usar otros indicadores para saber si había recesión; no indicadores de precios, si no indicadores de intensidad de la actividad económica, como el crecimiento del PIB”, cuenta.
Los indicadores que adelantan una crisis económica
“Existe una cierta correlación entre un fuerte deterioro de la confianza del consumidor y del sentimiento empresarial europeo y la caída posterior del PIB”, explica Torres, que asegura que “los índices PMI son otra fuente de información interesante que pueden adelantar una crisis económica”. El PMI es un indicador económico que incluye informes y encuestas mensuales de empresas manufactureras del sector privado y que adelantan información sobre la salud de la economía global.
¿Y qué tiene qué pasar en estos indicadores para que un país empiece a preocuparse por su futuro económico? “Es muy difícil saberlo porque hay que valorar (algo siempre bastante subjetivo) si la caída de esos indicadores son puntuales o indican algo más profundo, por eso no es fácil prever las recesiones”, indica este experto.
Para Trincado, aunque las variaciones del PIB son un criterio sencillo para diagnosticar una recesión, “al valorar cómo evolucionará esa recesión no hay que fijarse solo en el PIB, sino también en el desempleo, la inversión, la salida de capitales, etc. En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, el desempleo es muy bajo (3,6%) y la recesión puede deberse más a la contracción monetaria del Banco Central que a una depresión de largo plazo”, explica.
¿Habría que redefinir el término recesión?
Para Torres, “no hay necesidad de redefinir el término recesión pero sí precisar de qué se habla en cada caso”. Este analista apunta que “hay recesiones como la del estallido de la burbuja financiera que apuntan a la cuasi desaparición de todo un sector, que había crecido de forma insostenible, mientras otras como la que está en ciernes, es fruto del encarecimiento de las materias primas. Esta última no es una recesión financiera sino que se trata de una recesión causada por un shock de oferta, que produce inflación, pérdida de poder adquisitivo y por tanto contracción del consumo”, termina.
El analista económico Marc Vidal cree que hay múltiples indicadores que adelantan o dan pistas del futuro económico pero que depende del país, el momento y sus modelos productivos. “No es lo mismo una crisis derivada de una burbuja inmobiliaria que otra que sea consecuencia de un incremento de precios aunque el origen siempre parte de un desajuste entre la oferta y la demanda, ya sea porque la oferta es excesiva o porque la demanda es escasa”, dice en esta misma línea.
Recesión técnica versus recesión práctica
“Habría que diferenciar entre recesión técnica y recesión práctica”, dice Vidal. Para este experto por un lado estaría la recesión desde un punto de vista académico u oficial y por otro, “deberíamos analizar la realidad actual, tras una interrupción económica inédita, para interpretar el estado económico como una potencial recesión”.
Este es el caso de España, sobre el que Vidal explica que “tras un descenso de la producción en 2020 del 10,8% todo lo que vino después fue un rebote que podría parecer espectacular pero que no lo es. Crecer, dos años después, solo un 4% (que será menos a final de año) no es significativo, de hecho podría considerarse estancamiento”, afirma mientras recalca que no se puede considerar que la economía crece de manera importante tras una caída histórica del PIB.
Vidal lo llama ‘la teoría del ciclista’ y “ocurre cuando parece que crecemos más porque vamos más rápido ahora, pero somos el ciclista que aún no ha empezado el ascenso al puerto. España va con retraso y estamos descendiendo aún la montaña anterior”.
España entrará o rozará la recesión en 2023, según expertos
Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, cree que la recesión llegará a España posiblemente en el primer trimestre de 2023. “El crecimiento del PIB del 1,1% el segundo trimestre de este año ha sido un dato positivo que los analistas no esperábamos, pero yo creo que la economía española gripará en el último trimestre”, dice.
“En el tercer trimestre de 2022 el PIB crecerá un 1%, pero en el cuarto trimestre ese crecimiento será cero o negativo y lo mismo en el primer trimestre de 2023. Si fuera en ambos casos negativo estaríamos hablando de recesión técnica y en caso contrario igualmente sería una situación mala también aunque no se denominase así”, matiza Pedraza. Para este experto la inflación, los impuestos indirectos y la subida de tipos de interés van a contribuir a un final de año recesivo.
Trincado también opina que “el crecimiento cero es preocupante, ya que el estancamiento lleva a la reducción de los ingresos salariales frente a las rentas del capital y a un menor dinamismo de la economía y la productividad y es previsible que el consumo y los beneficios se estanquen”.
La última recesión técnica que vivió España fue en en 2020, cuando cayó un 5,4% en el primer trimestre y un 17,7% en el segundo, según datos del INE. Fue la mayor caída del PIB desde que se tienen registros.
- Oficina de Análisis Económico del Gobierno estadounidense (BEA, por sus siglas en inglés)
- Estrella Trincado, profesora del departamento de Economía aplicada, estructura e historia de la Universidad Complutense de Madrid
- Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas
- Marc Vidal, analista económico y divulgador tecnológico
- Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas
- Contabilidad Nacional del Instituto de Estadística de España (INE)
- Why does BEA publish percent changes in quarterly series at annual rates?