Cuándo se puede decir que un país está en quiebra

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España está quebrada”. Así de contundente respondió el pasado 10 de octubre Pablo Casado en una entrevista en El Mundo cuando le preguntaron si España se encaminaba a la quiebra. 

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Pero ¿qué significa que un país esté en quiebra? Según los expertos consultados por Newtral.es, esto se da cuando un país no puede hacer frente al pago de sus obligaciones y no genera confianza para que le compren deuda. 

En el caso de España, el respaldo de la UE hace muy difícil que se llegara a esa situación. Lo explicamos.

¿Qué significa que un país esté en quiebra?

“Más que hablar de quiebra, hablaría de suspensión de pagos o default, que es cuando un país no puede hacer frente a sus compromisos de pago con la deuda, ya sea pago de intereses o devolución del principal”, explica Joaquín Maudos, catedrático de Análisis Económico de la Universitat de Valencia y colaborador del CUNEF, a Newtral.es. 

A esta explicación, Javier de la Nava, profesor de Economía Internacional de la UDIMA, añade contexto: “Los Estados tienen acreedores, personas físicas o jurídicas que han comprado deuda emitida por el país o han invertido en él y a quienes hay que devolver el dinero con intereses. Si llegado el momento, el país no dispone de dinero suficiente (divisas aceptadas por los acreedores) para afrontar los compromisos de pago, suspende pagos y entra en default”. 

Según comenta a Newtral.es el experto de UDIMA, “normalmente, antes de llegar a esa situación, el Estado trata de negociar con los acreedores con el fin de refinanciar la deuda, diferir pagos, aportar nuevas garantías o acordar quitas de deuda”. No obstante, si un país no cumple con sus pagos, la consecuencia inmediata es perder la confianza de los inversores. “Nadie se fía del Estado, de manera que difícilmente se le presta dinero”, asegura De la Nava. 

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Por su parte, Santiago López, profesor titular del Área de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Salamanca, explica a Newtral.es que la cuestión de si un país está endeudado “depende mucho de las variables de flujo”. Es decir, “a qué ritmo se está endeudando, si ha puesto medidas para parar el endeudamiento, si esa cantidad de está concentrada en unos determinados activos o está repartida, etc”.

“Es como tomar la fiebre a una persona. Es más importante saber cómo está evolucionando, si sube, si baja, etc., que pensar que una persona va a morir porque tiene 40 grados”, explica López.

¿Se puede considerar que España está en quiebra?

“Rotundamente: España no está en quiebra ni mucho menos, pero tiene un elevado nivel de endeudamiento que la hace vulnerable ante una subida de los tipos de interés”, explica Maudos, el experto de la Universitat de Valencia.

Lo mismo opina De la Nava, que alega que “técnicamente España no está en quiebra”. “Hasta este momento ha atendido a todos sus pagos y cumplido sus compromisos y la disposición de divisas (ingresos frente a pagos) se mantiene en equilibrio”, comenta el experto. 

Además, el profesor de UDIMA recuerda que “el ratio Deuda Externa frente al PIB está siendo alto, en torno al 100%, pero es manejable”. “El país con mayor ratio es Japón (238%) y nadie opina que esté en quiebra”, comenta.

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Otro de los motivos por el cuál los expertos defienden que España no está en quiebra es porque nuestra deuda está ligada a la economía europea. “No es que esté mutualizada, pero todos los agentes, bancos públicos y privados del mundo y las casas de inversión cuando compran y venden deuda española entienden que está respaldada por Europa”, explica el profesor de la Universidad de Salamanca.

“En Europa hay países que no llega su deuda ni al 50% del PIB, que quiere decir que están muy saneados, y hay países como España que estamos en el 120% o Grecia que está en el 2000% o Italia que está cerca del 170%. Y no creo que se vea ningún titular en el que digan que Italia está quebrada», alega López que recuerda que “países desde Estados Unidos hasta Japón consideran que estamos en una situación excepcional y que esa deuda que se está acumulando por la pandemia no es por una mala gestión de los Estados”.

¿España siempre coloca su deuda? ¿Cómo se distribuye la deuda española?

Según explica López, los datos sobre la deuda de España se pueden consultar tanto en el Tesoro como en el Banco de España (BdE). El experto recomienda este último organismo al ser más independiente del Estado. 

Así, según las cifras del BdE, la deuda de las Administraciones Públicas del estado se sitúa en el 122,8% del PIB en el segundo trimestre de 2021. De esta, la mayor parte corresponde a la Administración central, es decir, al Estado.

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Además, según los datos del organismo regulador, a finales de 2020 casi la mitad de la deuda española estaba en manos de no residentes. Según explica en su informe el Banco de España, “la deuda de las Administraciones Públicas en manos de no residentes como porcentaje del PIB se incrementó en 2020, pero descendió su peso relativo con respecto al total del endeudamiento”.

Por su parte, el Tesoro Público recoge la distribución de la deuda pública con más detalle. Según sus cifras, de la parte que tienen los residentes la mayoría está en manos del Banco de España. En concreto 353.358 millones de euros a julio de 2021.

Entre otros, le siguen unos 152.696 millones de euros en manos de entidades de créditos y 88.049 millones que tienen las entidades de seguros.

¿Qué puede pasar si un país como España está en quiebra?

Cuando un país está en quiebra se ven afectados directamente los tenedores de bonos y los inversores extranjeros, pero, como explica De la Nava, sobre todo “los ciudadanos y las empresas del país moroso”. “Pues las importaciones se verán afectadas, en especial las básicas -energía y alimentos- y los mercados desabastecidos”, comenta el experto de la UDIMA.

“Cuando un gobierno ya no puede pedir prestado dinero no puede invertir, por ejemplo en infraestructuras. Esto puede generar desempleo”, explica el profesor, que añade que “los funcionarios públicos y jubilados también corren el riesgo de que ya no se les pague”. 

“La consecuencia inmediata es el incremento de la pobreza. Por ejemplo durante la crisis argentina de 2001, el número de argentinos que vivían por debajo de la línea de pobreza se duplicó (del 25,9% al 57,5%)”, afirma De la Nava. 

Lo mismo comenta López, que añade que el país en quiebra “no puede hacer transacciones internacionales”. “Si no entra alguien con dinero de ayudas internacionales o de ONG, etc la población va a tener un empobrecimiento brutal y, por tanto, va a haber una gran salida de la gente de ese país”, comenta el experto.

Otra de las consecuencias que mencionan los expertos es la depreciación del dinero es otra importante consecuencia. “Cuando un país quiebra tiene dos opciones: intentar pedir nuevos préstamos con más altas tasas de interés o acudir al FMI en busca de apoyo”, añade el profesor de la UDIMA.

Para él, la primera opción es “posponer los problemas”. “Si el FMI proporciona ayuda, analizará el país y serán propuestas reformas y ajustes. Por ejemplo, el FMI puede exigir privatizar las empresas estatales. El apoyo financiero del FMI envía una señal positiva al mercado de capitales y a los prestamistas con el fin de aumentar la seguridad de prestar dinero al país. Si aquellos se sienten más seguros nuevamente, la tasa de interés bajará”, comenta De la Nava.

¿Cuál es un ejemplo de un país en quiebra?

Según los expertos consultados tendríamos que ir a países de África y de América Latina para encontrar estados en quiebra. “En el mundo actual es muy difícil que las organizaciones internacionales dejen que alguno quiebre”, comenta López, que añade que “suelen ser territorios que han tenido guerras horribles, etc”.

El profesor de la Universidad de Salamanca señala que “podríamos considerar que Grecia está en crisis, pero algunos estados de Alemania también pueden estar en crisis”. Así, para López el principio es el mismo: “En ambos casos son pocos habitantes y se puede mantener porque Grecia tiene a la UE detrás y los estados alemanes a Alemania”. 

Por su parte, De la Nava recuerda que “los países llevan quebrando desde que el mundo es mundo”, y destaca “los incumplimientos de varios países de América Latina durante la década de los ochenta del pasado siglo (México, Brasil o Argentina, principalmente)”. Esta situación, explica el experto, dio lugar a la llamada ‘Crisis de la deuda latinoamericana’.

“Los Estados pueden quebrar y, de hecho, lo hacen a menudo, pero tienen un privilegio del que carecen los individuos. Si un gobierno no paga pierde la confianza de los inversores, pero nadie le embarga ni le reclama por la fuerza lo que debe”, analiza el profesor de Economía Internacional.

De la Nava señala que “solo en el siglo XIX España presentó suspensión de pagos siete veces, dado que el Tesoro estaba a cero y no podía atender a los acreedores”. “La última quiebra soberana de España fue hace más de un siglo, en 1882. Entonces, el Estado no tenía un papel tan importante y las consecuencias fueron infinitamente más suaves para la gente que si esa bancarrota se produjese en la actualidad, que en cualquier caso se deberían de malas políticas económicas, con alto endeudamiento y desmesuradas ambiciones”, afirma.

Fuentes

  • Joaquín Maudos, catedrático de Análisis Económico de la Universitat de Valencia y colaborador del CUNEF
  • Santiago López, profesor titular del Área de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Salamanca
  • Javier de la Nava, profesor de Economía Internacional de la UDIMA
  • Banco de España
  • Tesoro Público
  • Entrevista en El Mundo de Pablo Casado

4 Comentarios

  • Ya los acreedores se ha llavado casi 200 empresas públicas gracias ha nuestros políticos que monos son ?? y viva la pepa

    • La instituciones deberian de embargar a todos los políticos y a sus amiguetes para que paguen por su elevada codicia

  • Me parece que enmascarar la quiebra no significa no estar en quiebra. Que no se diga que se está en quiebra es por no crear alarma, es muy malo para la inversión y para supuestos votantes.

  • Con la UE no, pero sin la UE ya estábamos quebrados seguro. Huele a azufre, como la lava del volcán sobre las bananas.