De los últimos rebrotes, entre 8 y 9 de cada 10 casos son leves o asintomáticos. Algo bueno a nivel hospitalario, pero una trampa para seguir el pulso de la epidemia.
El sentido común nos dice que es más fácil contagiarse de una infección allá donde esté más presente el patógeno. Las UCI de medio mundo se han convertido en campos de batalla para luchar contra un coronavirus bien armado frente a profesionales en muchas ocasiones desprotegidos.
Pero, además de esa imagen de hospitales como focos de peligro de contagio, ante pacientes devorados por el SARS-CoV-2, está otra invisible: la que seguramente permitió la explosiva propagación de la pandemia: los asintomáticos y presintomáticos.
A diferencia de otras enfermedades, evidentes por sus manifestaciones en la piel o hemorragias, la COVID-19 puede discurrir sin apenas enterarse el paciente. Y los virus estar multiplicándose masivamente en sus vías respiratorias. También, saltando de ellas al ambiente en forma de gotitas infecciosas. ¿Más incluso que en un hospital?
En Nueva York, un equipo de la Universidad de Langone decidió medir lo que llegaba a las urgencias de su clínica. En concreto, a 205 pacientes. Los había graves, moderados y leves, todos con COVID-19. Para su sorpresa, los que apenas tenían síntomas eran los que más carga viral presentaban en las muestras que les tomaron de nariz o garganta.
«Parece que la carga viral alcanza su punto máximo en las primeras etapas de la enfermedad», señala en la presentación de su estudio, que se publicará en American Journal of Pathology, Paolo Cotzia, profesor de Patología y médico en Langone. «Aunque no está asociada con la duración de los síntomas, su gravedad o resultado –continúa– parece que la carga viral es un importante marcador epidemiológico de la infectividad en casos levemente sintomáticos y pacientes asintomáticos no hospitalizados».
El pico, desde 48 horas antes de los síntomas
El hallazgo, que ciertamente se ha visto en una muestra pequeña, concuerda con otros trabajos que vienen a concluir que al comienzo de la infección, antes de presentarse los síntomas, es cuando más se está reproduciendo el virus, al menos en las vías respiratorias superiores.

De ahí la importancia de medidas para la población general como la distancia física, el uso de mascarilla o la higiene de manos. Casi cualquiera puede ser sospechoso portador y contagiador del coronavirus.
COVID-19 puede alcanzar su máxima capacidad de contagio algo antes y durante las 48 horas previas al del inicio de síntomas. Así se desprende de otro estudio publicado en abril en Nature Medicine, eso sí, con apenas un centenar de pacientes, del hospital de Guangzhu (China).
Otro trabajo publicado en Nature la semana pasada concluyó que los pacientes COVID-19 asintomáticos en el momento de la prueba pueden contagiar de manera similar al resto. El 40% de la población positiva (2,6% del total) no tenía síntomas en el momento de la PCR. No era, eso sí, cualquier población. La muestra se tomó en Vo (Italia), localidad inmediatamente confinada en febrero –con éxito– tras declararse el brote.
Además de identificar la proporción de casos asintomáticos, los investigadores también vieron que las personas sin síntomas tenían una carga viral similar a la de los pacientes sintomáticos.
«Los profesionales de atención primaria y los pacientes deberíamos sospechar de un posible caso de COVID-19 ante la aparición de síntomas ─no solo respiratorios─ y actuar en consecuencia. La clave no está en evitar repuntes, sino en poder atajarlos de forma precoz desde el sistema sanitario», señala desde Sinc el doctor y periodista Aser García Rada, bajo la elocuente frase «el diablo está en los síntomas leves».
Ya en marzo se calculó que las personas con apenas síntomas son la mitad de contagiosas que las activamente enfermas.
Ya en marzo, Jeffrey Shaman (Universidad de Columbia) publicó en Science que fueron las infecciones no detectadas las que extendieron el patógeno con rapidez. Fueron responsables de 8 de cada 10 casos registrados en las dos últimas semanas de enero en China.
Su equipo llegó a la conclusión de que personas con síntomas leves eran casi la mitad de contagiosas que los pacientes registrados (55%). Sin embargo, su gran número provocó que “dirigieran y aumentaran la difusión”. De ahí la importancia de las tareas de rastreo y aislamiento de los contactos estrechos de los casos detectados.
En este último estudio, lo investigadores encontraron que la carga viral inicial fue significativamente menor en los pacientes que requirieron hospitalización en comparación con los que fueron dados de alta. Eso descontando otros posibles factores distorsionadores.
También encontraron que una mayor carga viral se asociaba con una menor duración de los síntomas en todos los pacientes y no se asociaba con la gravedad de la enfermedad. ¿Quizás los pacientes más enfermos llegan más tarde al diagnóstico?
El profesor George Jour, Director Asociado de Patología Molecular en Langone añade que «encontramos cargas virales más altas en la enfermedad leve en lugar de en la grave porque parecen reflejar el tiempo transcurrido desde el inicio de la infección. Además, las cargas virales más altas se correlacionan con la presencia de cáncer o enfermedades cardiovasculares».
Más carga viral no parece implicar un peor pronóstico de COVID-19, sino un momento inicial de la infección.
Más carga viral no parece pronosticar un peor desarrollo de la enfermedad. Pero puede ser un marcador sustitutivo importante en pacientes no hospitalizados con síntomas leves. Sus resultados apoyan la idea de que tales pacientes pueden representar fuentes importantes del virus.
«Nuestro estudio debe aumentar la conciencia y debe impulsar la adhesión a la recomendación estricta de distanciamiento físico y el uso de máscaras para evitar la transmisión», concluyen los investigadores.
Además: todo sobre el coronavirus, en 10 vídeos: La Covidpedia

Humildad, mucha humildad es lo que se necesita y no hablar como dioses en posesión de la verdad. La gente no necesita una sola verdad, porque no existe. Si quieren información única, para eso está el Partido comunista chino. Humildad mucha humildad...
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Excelente