El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado a todos los partidos políticos para iniciar el diálogo en busca de un «acuerdo económico y social”, un gran pacto nacional para la reconstrucción del país tras el coronavirus. Para «reeditar los Pactos de la Moncloa de 1977», en palabras del Ministro de Transportes, José Luis Ábalos. En esa llamada a “arrimar el hombro”, el presidente ha citado también a empresarios, sindicatos, comunidades autónomas, diputaciones provinciales y ayuntamientos. Será a partir del 16 de abril.
Pero… ¿por qué se mencionan ahora los Pactos de la Moncloa de 1977? ¿Qué se firmó entonces? ¿Qué es lo que propone exactamente el Gobierno ahora y a quién? ¿Qué opina el resto de actores políticos, sociales y económicos al respecto? ¿Vamos hacia el consenso real o es puro marketing político?
¿Qué fueron los Pactos de Moncloa de 1977?
Para entender la importancia de los Pactos de la Moncloa es esencial conocer el contexto histórico. ¿De dónde veníamos? Tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975 todo empezó a cambiar en España. Dimite Carlos Arias Navarro como presidente del Gobierno y el Jefe del Estado actual, Juan Carlos I de Borbón, apuesta por un joven Adolfo Suárez para ocupar el cargo. Será Adolfo Suárez el que consiga sacar adelante en el Congreso la Ley para la Reforma Política y por fin 1977 trae las primeras elecciones democráticas tras la dictadura y después la firma de los Pactos de la Moncloa.
«Las primeras elecciones democráticas dieron al gobierno de Adolfo Suárez la legitimidad necesaria para afrontar la crisis económica que se arrastraba desde cuatro años atrás», cuenta a Newtral.es el profesor José Luis López González del Departamento de Derecho Público y Filosofía Jurídica de la Universidad Autónoma de Madrid.
La situación era grave. «En España el coste de la vida (la inflación) se había elevado en un 19% en 1976 y amenazaba con llegar a un 30% en 1977. El número de parados alcanzaba el 5%, una cifra alarmante entonces (recordemos que en esos años, tras el régimen de Franco, los datos económicos estaban ocultos bajo muchos parámetros del Estado). El déficit exterior había pasado de 3.500 millones de dólares en 1975, a 4.200 en 1976 y llegaría a 5.000 ese año. La economía no podía seguir así, pero no había soluciones fáciles ni cabía la demagogia ante asuntos complejos», cuenta López González. «Había que dominar la inflación, porque solo así se resolvería el paro de modo duradero, y había que reducir el déficit exterior», entre otras muchas cosas.
De ahí surgió la idea. Todos debían unirse para sacar a España de aquella coyuntura. Por eso los Pactos de la Moncloa fueron los acuerdos firmados en el Palacio de la Moncloa durante la transición española el 25 y el 27 de octubre de 1977 entre el Gobierno de España de la legislatura constituyente, presidido por Adolfo Suárez (UCD), los principales partidos políticos con representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados y con el apoyo de las asociaciones empresariales y los sindicatos (a excepción de la CNT) con el objetivo de procurar la estabilización del proceso de transición al sistema democrático. Dichos acuerdos fueron ratificados posteriormente en el Congreso y más tarde en el Senado (con tres votos en contra y dos abstenciones).
¿Qué medidas importantes se acordaron?
Los Pactos de la Moncloa (puedes descargarlos aquí) “fueron formalmente dos”, como cuenta a Newtral.es Ernesto Pascual, doctor en ciencias políticas y profesor de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC). “Por un lado el Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la economía y por otro el Acuerdo sobre el programa de actuación jurídica y política”. ¿Qué contenía cada uno?
En el Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la economía se reconoció el despido libre para un máximo del 5% de las plantillas de las empresas, el derecho de asociación sindical y el límite de incremento de salarios se fijó en el 22% (inflación prevista para 1978). También se estableció una contención de la masa monetaria y se devaluó la peseta para contener la inflación. Se reformó la administración tributaria ante el déficit público, se activó el impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas con carácter global, personal y progresivo y se tomaron medidas de control financiero a través del Gobierno y el Banco de España ante el riesgo de quiebras bancarias y la fuga de capitales al exterior.
En el Acuerdo sobre el programa de actuación jurídica y política se acordó modificar las restricciones de la libertad de prensa, quedando prohibida la censura previa. Se modificó la legislación sobre secretos oficiales para permitir a la oposición el acceso a la información imprescindible para cumplir sus obligaciones parlamentarias. Se aprobaron los derechos de reunión, de asociación política y la libertad de expresión mediante la propaganda, tipificando los delitos correspondientes por la violación de estos derechos. Se creó el delito de tortura y se reconoció la asistencia letrada a los detenidos entre otras medidas.
En el ámbito social en relación a los derechos de las mujeres los pactos reformaron el código penal en lo referente a la despenalización del adulterio y el amancebamiento, la despenalización y la regulación de la venta de anticonceptivos y la modificación de las edades de la mujer tomadas en consideración para la tipificación del rapto y del estupro.
¿Quién firmó qué en 1977?
Firmaron los dos acuerdos de los Pactos de la Moncloa: Adolfo Suárez (por el Gobierno), Leopoldo Calvo-Sotelo (por UCD), Felipe González (por el PSOE), Santiago Carrillo (por el PCE), Enrique Tierno Galván (por el Partido Socialista Popular), Josep Maria Triginer (por el PSC), Joan Reventós (por Convergencia Socialista de Cataluña), Juan Ajuriaguerra (por el PNV) y Miquel Roca (por Convergència i Unió). Menos Manuel Fraga (por Alianza Popular) que no suscribió el acuerdo político, pero sí el económico.
Todas esas medidas se convirtieron en un ejemplo de convivencia democrática entre todas las fuerzas políticas y territorios (incluidos los nacionalistas vascos y catalanes) y permitieron a España iniciar el camino de la modernización que la llevaría a integrarse más adelante en la Unión Europea. Para el profesor José Luis López González “por paradójico que pueda parecer, fue una etapa traumática pero enormemente productiva a la vez. Supuso la consolidación de las bases del sistema laboral y social de nuestra democracia”.
¿Qué tipo de acuerdo propone el Gobierno de Sánchez?
La idea del presidente del Gobierno era iniciar este jueves 16 de abril una ronda de contactos que abarcara a los representantes de todos los partidos con representación parlamentaria para empezar a buscar un acuerdo de reconstrucción tras la pandemia del coronavirus. Pretendía arrancar estas citas con el líder del Partido Popular Pablo Casado, sin embargo, el anuncio de las fechas se hizo en rueda de prensa sin avisar previamente al principal grupo de la oposición, algo que ha molestado profundamente a los populares. Finalmente, como contábamos desde Newtral, la reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Casado no se celebrará este jueves 16 de abril sino la semana próxima, en una fecha aún por determinar.
La ronda de contactos «irá de mayor a menor por representación en el Congreso» (a excepción del PP) y tendrá lugar el jueves 16 y el viernes 17 de abril, en palabras de la portavoz del Ejecutivo María Jesús Montero, que ha anunciado que el diálogo se extenderá después a los agentes sociales y a las comunidades autónomas o los ayuntamientos. «Todo el que quiera aportar va a tener la oportunidad de hacerlo», dijo Montero.
¿Tiene sentido comparar la realidad de 1977 con la actual?
Para Ernesto Pascual, doctor en ciencias políticas y profesor de la UOC, «lo único trasladable a nuestros días de los Pactos de la Moncloa de 1977 es el marco conceptual del consenso» porque la España de entonces y la de ahora no tiene mucho que ver. «En aquel momento se sabía lo que se tenía que hacer, cuáles eran los objetivos y se llegó a un acuerdo común. Nos jugábamos la democracia. Ahora vivimos en una incertidumbre total. Mientras en muchos otros países la confianza hacia su gobierno ha crecido tras la crisis del COVID-19, en España la situación de polarización que vivimos se ha acentuado con la pandemia», cuenta Pascual.
«Yo les llamaría de otro modo y no Pactos de la Moncloa claramente», explica este experto «y creo que de ellos solo se puede recuperar el espíritu de diálogo, el marco». «Un espíritu de diálogo que podría servir para blindar la Sanidad y la Educación por ejemplo», pero «siempre desde el respeto». «Debemos rebajar el nivel de tensión y repensar nuestro Estado con las diferencias de unos y otros. Debemos intentar llegar a un acuerdo de mínimos, intentar pensar como pensaron los políticos que firmaron en 1977, a largo plazo y no a corto«, afirma el experto. «Se trataría más bien de eso que hemos llamado muchas veces Pactos de Estado».
¿Marketing político o intención real de acuerdo?
En politólogo y profesor de la Universidad Pontificia de Comillas, Carlos Rico, tiene una visión bastante crítica ya que cree que esta propuesta por parte del Gobierno de reeditar los Pactos de la Moncloa «se debe más a estrategias de comunicación y marketing político que de contenido sustantivo real». «Es un nombre que queda bien, pero luego el contenido de esos pactos se desconoce… ¿cómo puede ser esto?», se pregunta el experto.
“Si comparamos el contexto de 1977 con el actual hay muchas cosas que no encajan, que no son reproducibles. Si alguien te dice… vamos a hacer un gran acuerdo entre todas las fuerzas políticas para decidir qué tenemos que hacer para salir de esta gran crisis, en principio, ¿quién se puede negar a eso? Nadie”, reflexiona Rico. «El problema es que detrás de ese enunciado genérico con el que nadie puede estar en desacuerdo, no se sabe exactamente en qué hay que ponerse de acuerdo ni cómo”.
«El de 1977 era un acuerdo concreto para la transición, para la economía y para afianzar derechos y libertades básicos fundamentales en una democracia y el de ahora es un acuerdo que no se sabe exactamente ni cuál es el contenido», incide el experto que se lamenta de que para colmo, «el contexto social actual es de polarización total y las estrategias de los líderes políticos es ver quién saca más rédito de la confrontación».
“¿Unos nuevos Pactos de la Moncloa? Suena bien”. ¿Evocar aquella época es oportuno? Rico explica en qué consiste lo que los politólogos llaman el framing o lo que es lo mismo, los ‘significantes vacíos’. «Hay ciertas palabras que son muy útiles en la comunicación política porque evocan ideas con las que nadie puede estar en contra. Si yo hablo de justicia, de libertad, de pactos, son palabras que suenan bien, que te dan cierta ventaja comunicativa, pero que luego uno puede rellenar. El contenido se lo puede intentar ya luego dar uno, según sus intereses», añade Rico.
¿Qué opinan partidos y sindicatos sobre este pacto?
El líder del Partido Popular, Pablo Casado, está profundamente molesto por haberse enterado de la fecha en la que pretendía citarle el Gobierno para los acuerdos de reconstrucción mediante una rueda de prensa y no con una llamada directa. Precisamente por eso la reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Casado será el próximo lunes 20 de abril a las once de la mañana.
Los populares consideran que hay «nula voluntad» de pacto por parte de Pedro Sánchez y avisan de que no pueden consentir «más desplantes» pero se reunirán para acercar posturas antes ese pacto de reconstrucción. Esta es la postura oficial del PP al respecto del Pacto de Reconstrucción propuesto por el Gobierno.
Desde Ciudadanos han enviado una propuesta concreta al Gobierno para llegar a unos Pactos de la Reconstrucción, que, en su opinión, «puede generar consensos, porque no pone en cuestión el sistema democrático» sino que plantea medidas para salir de la crisis de la COVID-19. La líder de la formación naranja, Inés Arrimadas, se ha reunido este jueves 16 de abril con Pedro Sánchez.
En cuanto a Vox, ha rechazado la llamada de Moncloa. No está por la labor de ningún acuerdo de consenso. Su portavoz del Comité de Acción Política, Jorge Buxadé, aseguraba esta semana que su formación podría atender la llamada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para alcanzar un «gran acuerdo nacional» frente al coronavirus, siempre que sean excluidos de ese pacto Podemos y los partidos nacionalistas y rectifique sus «medidas totalitarias».
El Partido Nacionalista Vasco también se ha reunido este jueves 16 de abril con Pedro Sánchez para hablar de acuerdos. En opinión de su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, “ahora no toca hablar de tensiones con la que está cayendo” tal y como dijo en una entrevista en RNE.
Recordemos que el lehendakari, Iñigo Urkullu, se mostraba el pasado 7 de abril «absolutamente dispuesto» a que se pongan en marcha «acuerdos de Estado» para hacer frente a la situación generada por la pandemia del coronavirus. Urkullu cree que «el nombre del foro es lo de menos» y que se debe «trabajar por el bien común desde el respeto y el reconocimiento mutuo» por lo que reconoce que ha habido «decisiones y formas» por parte del Gobierno que no le han gustado.
Desde Coalición Canaria, su diputada Ana Oramas no se ha pronunciado sobre estos pactos de reconstrucción pero lanzaba un reto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al líder de la oposición, Pablo Casado. «¿Ni siquiera esta vez van a ser capaces de ponerse de acuerdo por el bien de España? Pues qué triste» dijo en el pleno del pasado 9 de abril.
La CUP por su parte ha manifestado su rechazo frontal a la propuesta de Pedro Sánchez de reeditar ningún acuerdo, en palabras de su portavoz Mireia Vehí durante el mismo pleno en el Congreso de los Diputados.
El portavoz del PDeCAT, Marc Solsona, se ha mostrado abierto a «escuchar» la propuesta del Gobierno de impulsar unos nuevos Pactos de la Moncloa «si sirven para afrontar la crisis» sanitaria, económica y social que conllevará el coronavirus. Así lo ha anunciado en una rueda de prensa de telemática.
ERC ha anunciado que sí acudirá a hablar con Pedro Sánchez. Será este viernes 17 de abril, pero reconoce que eludirá participar en cualquier versión de los Pactos de la Moncloa de 1977 que puedan suscribirse después de la crisis del coronavirus porque adherirse a ellos supondría «blanquear» un régimen como el actual, que se ha demostrado «fallido», en palabras de su portavoz en el Congreso Gabriel Rufián.
EH Bildu finalmente se ha reunido también con el Gobierno este viernes 17 de abril a pesar de que su diputado Óskar Matute anunciaba lo contrario en el pleno del Congreso días antes.
El líder de Más País, Íñigo Errejón y los verdes de Equo también responderán positivamente al llamamiento del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para avanzar hacia un pacto de reconstrucción.
¿Qué opinan los principales sindicatos? El secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, cree que “es completamente necesario un gran pacto de estado para esa fase de reconstrucción” y añade que “si Europa no da una respuesta adecuada en este momento, el deterioro de la legitimidad de la UE es irreversible y ahí sí hay que tener una posición de Estado”. Desde UGT, su secretario general, Pepe Álvarez, no se cierra a ese pacto nacional pero pide saber cuál será el papel de cada uno.
¿Cómo ven estos pactos Zapatero, Aznar o González?
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero cree que «un gran pacto es fundamental». «Los ciudadanos esperamos un esfuerzo de todos, un acuerdo que afronte los aspectos más decisivos en relación con las políticas de salud inmediatas en la salida de la pandemia y sobre las medidas económicas y sociales posteriores», decía recientemente Zapatero en una entrevista en La Cafetera.
«Se puede arrimar el hombro, se puede firmar un acuerdo, y por supuesto criticar. Y quien tiene la responsabilidad más importante, además del Gobierno, es el principal partido de la oposición. El principal partido de la oposición es el que históricamente hace o no hace que haya grandes acuerdos de Estado. Es una cuestión de patriotismo cívico y patriotismo social», expone el expresidente que termina diciendo que espera «que esta semana avancemos hacia ese acuerdo fundamental».
¿Qué piensa el expresidente del Gobierno José María Aznar sobre los pactos? Desde un editorial de la fundación Faes, que él mismo preside, da algunos consejos a Pablo Casado. A pesar de escribir que «una izquierda dogmática y sectaria en un gobierno fallido son interlocutores muy poco prometedores», prosigue, «si el presidente del Gobierno convoca, hay que acudir y muy singularmente quien lidera la oposición».
«Hay que acudir porque forma parte del deber de representar a millones de españoles y porque es la forma de dejar constancia de que en España ha sido el Partido Popular el que ha asumido la responsabilidad de gobernar después de que la izquierda dejara un país con los peores indicadores económicos y sociales», expone el texto.
«Hay que acudir, entre otras razones, para exponerle con claridad a Pedro Sánchez cuál es la posición ante la crisis sanitaria y la económica, de qué se está dispuesto a hablar y con quién, y de qué no se está dispuesto a hablar y con quién no» y porque «el Gobierno debe explicar cuál es el escenario que contempla para dentro de dos meses cuando la actividad económica y social haya empezado a salir del confinamiento», añade.
Eso sí, «si Sánchez plantea los pactos como una forma de apuntalar su fórmula de gobierno con Podemos y los demás acompañantes, simplemente fracasará. Si el PSOE se abre a una cooperación leal, abandonando iniciativas y compañías desestabilizadoras del marco constitucional y con una hoja de ruta razonable y pactada para salir de la crisis que tenemos encima, la aritmética parlamentaria no debería ser su mayor preocupación», termina el editorial de Faes.
¿Y qué opina el expresidente del Gobierno Felipe González que fue uno de los firmantes de los Pactos de la Moncloa de 1977? González cree que para afrontar la pandemia hace falta diálogo y pactos permanentes «sin menospreciar a nadie», pero también ha instado a los líderes políticos a ser capaces de «ceder posiciones» y no incurrir en la contradicción.
En una entrevista en Onda Cero, González ha explicado que los Pactos de la Moncloa hoy tienen un «efecto simbólico» sobre la capacidad política de ponerse de acuerdo para emprender una «pelea acordada» con todo el mundo contra el coronavirus, y una salida socioeconómica.
Y en esta lucha para salir de la crisis apuesta por «inventar una fórmula nueva» porque «lo que está fallando es la capacidad de respuesta de la Unión Europea». En este sentido, ha lamentado que se haya dado «una respuesta local a un problema global». A nivel nacional, González ha admitido que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, no le ha consultado para la resolución de la crisis si bien ha precisado que tampoco se lo ha pedido.
Fuentes:
- Los Pactos de la Moncloa de 1977
- Universidad Autónoma de Madrid
- Universidad Pontificia de Comillas
- Universidad Oberta de Catalunya
- Congreso de los Diputados