En 2019 llegó a las costas gallegas un ‘narcosubmarino’ con tres toneladas de cocaína procedente de Brasil. Lo tripulaba una joven promesa del boxeo español, Agustín Álvarez, aunque el intento de desembarco de la droga que protagonizó en la ría de Aldán (concretamente en la playa de O Foxo) no fue más que un contratiempo, puesto que el destino real de la cocaína era Lisboa. La historia de este aparato apodado ‘Che’ fue contada en el libro Operación Marea Negra por el periodista Javier Romero, que ahora ha asesorado a Amazon Prime en la elaboración de una serie homónima.
Pero ¿es cierto todo lo que aparece en la serie protagonizada por Álex González? Sobre este asunto, Javier Romero puntualiza a Newtral.es que Amazon Prime tiene dos productos que narran los hechos: un documental (Operación Marea Negra: la travesía suicida) y la propia serie. El primero, en palabras del autor, es un producto “fidedigno a los hechos”, mientras que el segundo está “ficcionalizado”.
Sin embargo, como explica Romero, la serie se construye a partir de “cuatro puntos cardinales” que sí respetan lo acontecido en aquel viaje que finalizó con el hundimiento del narcosubmarino el 24 de noviembre de 2019 frente a las rías gallegas.
El piloto: Agustín Álvarez, de campeón amateur de boxeo a piloto de narcosubmarinos
El personaje que vertebra toda la trama es el del piloto del narcosubmarino, Agustín Álvarez (Álex González), quien en su momento fue una joven promesa del boxeo español. Si bien el pasado en el deporte del protagonista es cierto, la realidad se separa de la ficción en distintos puntos.
El primero es el nombre, ya que en la serie de Amazon Prime el protagonista no se llama Agustín, sino Nando. El segundo son los tiempos. El encargado de pilotar este peculiar medio de transporte por el Atlántico había ganado el campeonato amateur de boxeo, pero no justo antes de adentrarse en el narcotráfico, como muestra la ficción, sino en 2010, como puntualiza a Newtral.es la Federación Española de Boxeo.
Además, “la manera en la que acaba en el mundo del narcotráfico no tiene nada que ver con la serie”, concreta a Newtral.es Romero. La relación de Álvarez con la cocaína se inicia, según las investigaciones policiales utilizadas por el periodista para escribir su libro, durante su estancia en Lleida (Cataluña), a donde se marchó con poco más de 20 años para trabajar con un amigo de la infancia en un taller de karts, y no porque una parte de su familia estuviera involucrada en el tráfico de estupefacientes.
“Tampoco es fidedigna la razón por la que acepta el trabajo” (en la serie el capo de la operación le tiende una trampa), relata Romero, quien sí apunta que es cierto que “Agustín fue la opción B del plan”. “En un principio era otro gallego el que tenía que conducir el narcosubmarino. Llegó incluso a viajar al Amazonas para verlo, pero finalmente se echó atrás”, explica el autor de Operación Marea Negra.
El viaje con el narcosubmarino: más de 3.500 millas y 27 días por el Atlántico
El otro punto en el que el relato de Amazon Prime converge con la realidad es el viaje del narcosubmarino por el Atlántico, en el que Álvarez se embarcó con otros dos tripulantes, pese a que las nacionalidades de estos no coinciden. Si en la ficción los acompañantes del boxeador son un colombiano y un brasileño, en la realidad fueron dos hermanos ecuatorianos (Luis Tomás Benítez Manzaba y Pedro Roberto Delgado Manzaba). Juntos recorrieron durante 27 días las más de 3.500 millas que separan el Amazonas colombiano de las costas gallegas.
Antes de eso, Álvarez había viajado, como muestra la serie, hasta un astillero ilegal en las costas del Amazonas brasileño. “Que el astillero estaba militarizado y había gente con armas de fuego para defender la droga es cierto, pero la fiesta que montan la noche antes de iniciar el viaje está ficcionalizada”, puntualiza Romero sobre esta escena.
Los problemas en alta mar: un submarino de fibra de vidrio y una tormenta
Sí son ciertas las penurias que los tres pasaron dentro del semisumergible, fabricado con fibra de vidrio y que apenas contaba con un metro y medio cuadrado de espacio para moverse y no disponía ni de sistemas de evacuación ni de grandes dispositivos electrónicos para la navegación.
Sin embargo, algunos detalles del viaje escapan a la realidad. Así, aunque tanto el temporal (la borrasca Cecilia) al que los tres tripulantes tuvieron que enfrentarse, como el encuentro con una patrulla de policía en alta mar pasaron de verdad, ciertos detalles no cuadran con el relato fidedigno. Un ejemplo, como detalla Romero, es la sumersión que el narcosubmarino protagoniza al encontrarse con los agentes. “Llega un momento en la serie en el que el submarino se hunde para evitar una patrulla, pero la realidad es que el semisumergible, como su propio nombre indica, no puede sumergirse absolutamente nada porque la presión del agua lo reventaría”, cuenta el periodista.
La tradición del uso de estos narcosubmarinos empezó en la década de 1990 en Colombia, de la mano de Pablo Escobar, aunque el primero se incautó en el año 2006, como relata AFP en este reportaje. “El año pasado se interceptaron 31”, explica Romero, sobre el balance a este respecto por parte de las autoridades de Colombia. “En España se ve como algo aislado, pero en Colombia y por extensión en Sudamérica la industria de los narcosubmarinos es una amenaza”, señala el autor.
La llegada a Galicia: un destino improvisado
A finales de noviembre de 2019, el semisumergible llegó a las coordenadas pactadas para hacer el desembarco de la cocaína, a 270 millas en línea recta de Lisboa. Pese a este logro, nadie salió al encuentro de los tres tripulantes, dado que una de las lanchas que debía transportar la droga desde alta mar hasta la costa había sufrido problemas técnicos.
Esa es la razón por la que finalmente el ‘Che’ acabó poniendo rumbo a la Costa do Morte de Galicia, donde Álvarez tenía varios amigos de la infancia a los que pidió ayuda (incluido el amigo que le había dado trabajo en Lleida). Sin embargo, a la llegada del narcosubmarino la Guardia Civil ya había recibido el aviso y estaba esperándolo. Tanto la Policía española como la portuguesa y brasileña llevaban meses detrás de este semisumergible en el marco de la Operación Marea Negra, que ahora da nombre a la serie. El desembarco de la droga nunca pudo llevarse a cabo.
Álvarez y sus dos acompañantes hundieron el semisumergible e intentaron escapar. Los hermanos ecuatorianos fueron detenidos ese mismo día, mientras que el gallego cayó en manos de la Policía cinco días después.
El juicio: 11 años de prisión para Agustín Álvarez
La sentencia del juicio contra los tripulantes del narcosubmarino se anunció el 1 de febrero de 2022. La Audiencia de Pontevedra condenó a 11 años de prisión y sendas multas de 300 millones de euros a los tres tripulantes por un delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico de drogas, como relató El Faro de Vigo. A los cuatro amigos de Álvarez que le ayudaron, los magistrados los sentenciaron a entre 7 y 9 años de prisión y sendas multas de 200 millones de euros.
Sobre los amigos de Álvarez, Romero destaca que “no eran profesionales del narcotráfico, aunque los tripulantes del ‘Che’ sí lo fueran”. Pese a ello, en palabras del periodista, “por el alijo de droga más singular de la historia de Europa debido al modo de transporte pagaron el pato unos chavales gallegos que pasaban por allí a cambio de dinero”.
Fuentes:
- Javier Romero, autor de Operación Marea Negra
- AFP
- El Faro de Vigo
- Ministerio del Interior
- Federación Española de Boxeo
Subnormal,ojalá algún día entiendas el montaje de "la guerra de Ucrania"
Me ofresco como voluntario al ejercito de ucrania soy venezolano y estoy en la guyana francesa