Hay quien bautiza a su hijo como ‘Messi‘. Y hay quien al descubrimiento de una nueva especie le pone el nombre del astro argentino. Bien sea un fósil patagónico de hace 20 millones de años, bien un lagarto actual. Todo es Messi en Argentina. Y el cursivo nombre de Messi ha quedado grabado en latín en la taxonomía de la historia natural.
Damián Eduardo Pérez nació en Gerli, al sur de la metrópolis de Buenos Aires. Sólo esta ciudad, de unos 60.000 habitantes, cuenta con 25 clubes deportivos. Pero Pérez se implicó desde pequeño con el mítico Porvenir. Hoy, este paleontólogo del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología vive a más de 15 horas en coche de su barrio natal. Pero la pasión futbolera sigue uniéndole a las canchas porteñas y a las de todo el mundo.
Coincidiendo con el ascenso del Porvenir, el grupo de investigación de Damián Pérez acaba de publicar el descubrimiento de dos nuevas especies extintas de animales marinos: una lleva el nombre del equipo de su vida: Discinisca porvenir. La otra –no podía ser de otro modo– Discinisca Messi. “Fútbol y paleontología van de la mano. Este estudio, que enviamos durante el mundial, es superfutbolero”, asegura Pérez, al otro lado de la pantalla, por videoconferencia. “Procuro buscar cualidades en la nueva especie a nombrar que se asemejen a las del jugador de fútbol”.
Pero la nueva especie Discinisca Messi es una ‘almeja’ extinta. Muy pequeña, más parecida a una lapa actual. Una especie de braquiópodo de aguas templadas, que vivió hace unos 20 millones de años en el actual noreste de Chubut.
- PREGUNTA: Se parece a una almeja, pero es más bien una lapa… No sé si eso son cualidades atribuibles a Lionel Messi. ¿En qué rasgo coinciden jugador y nueva especie?
- RESPUESTA: Bueno, respecto a lo de ‘lapa’, pordríamos pensar en un jugador que hace grandes marcajes, te podría nombrar a (Nicolás) Tagliafico, que es otro de los grandes jugadores de la última selección. Pero sí, nos fijamos en las particularidades de los fósiles. Muchos de estos son raros, únicos. Y es lo mismo que pasa con estos jugadores, que son excepcionales, que ocurren una vez por generación.
El género Discinisca todavía existe en la actualidad. Son… imagínenselo como si fueran lapas pero más como una especie de caracoles, con aspecto de tener un un pequeño sombrerito tipo chino. Viven pegados a las rocas, son bastante raros, muy particulares. Con pocos depredadores (como Messi).
- RESPUESTA: Bueno, respecto a lo de ‘lapa’, pordríamos pensar en un jugador que hace grandes marcajes, te podría nombrar a (Nicolás) Tagliafico, que es otro de los grandes jugadores de la última selección. Pero sí, nos fijamos en las particularidades de los fósiles. Muchos de estos son raros, únicos. Y es lo mismo que pasa con estos jugadores, que son excepcionales, que ocurren una vez por generación.
- P: El rosarino Lionel Messi, en la fría París. Discinisca messi, animal de agua templada… en la Patagonia.
- R: Ese registro de mares era de un nivel mucho más alto que la actual. Entonces ingresaba el mar en lo que hoy está descubierto y venimos trabajando en cómo era la fauna invertebrada hace de 20 a 7 millones de años atrás. Hace 20 millones de años lo teníamos acá, en las aguas de lo que es Patagonia, que hoy en día es mucho más frío. Lo que le vi, justamente, como parecido con Messi es esa particularidad que es muy rara de encontrar.
- P: Como ojeadores, ¿cómo fue el descubrimiento de su ‘Messi’?
- R: El primer ejemplar fue en una campaña que estábamos trabajando desde el punto de vista geológico. Uno de mis compañeros, José Cuitiño, ve el primer ejemplar y me dice: ‘Esto es raro, ¿no?’. Efectivamente, no era algo que hubiera sido descrito. A la siguiente campaña (en Cañadón del Puma), encuentro otro. Entonces empezamos a buscar en alguna colección escondida de otro paleontólogo de hace unos 20 años o 30 años. Y resulta que ahí había varios ejemplares que al final que no habían sido descritos.
Al equipo de Pérez le llamó la atención el aspecto vidrioso de la tenue concha de la nueva especie Discinisca Messi. Estos animales marinos que viven encerrados en dos caparazones. Como el jugador, ha ido cambiando de geografías y ha sobrevivido a extinciones masivas.

En este particular, los animales de concha son buenos fedatarios de los cambios climáticos del pasado. Se sabe que los incrementos del dióxido de carbono en la atmósfera están ligados a extinciones. Y dejan una marca en los caparazones animales y en su evolución, ya que son muy sensibles a una acidificación del océano derivada del calentamiento global y el CO2.
En los periodos primitivos en que la Tierra tuvo más carbono, muchos de estos animales se empequeñecían generación tras generación. Es lo que se conoce como ‘efecto Lilliput’.
- P: ¿Qué nos dice Discinisca messi del cambio climático pasado y del futuro que nos espera con el cambio climático actual?
- R: De algún modo nos está enseñando el futuro climático. En particular, en el caso de aquellas disciniscas, el tamaño era un poco mayor que las actuales incluso. Pero sí nos da información ambiental. De todas formas, hace 20 millones de años, de un periodo particular antes del Mioceno, no estuvo particularmente caracterizado por cambios en niveles de acidificación u oxigenación. Sí hace unos 200 y pico millones. Hace 20, teníamos un clima más cálido que el actual, pero a nivel mundial. Estaba un poco por encima de un par de grados respecto a la actualidad. En ese sentido se nos apunta un poco hacia ese futuro al que si nos encaminamos. [+2ºC respecto a al era preindustrial fue el límite de seguridad para la vida terrestre, que se estableció en el Acuerdo de París, luego revisado a +1,5ºC].
- P: ¿Cómo llegaron a una revista científica y le plantaron el nombre de Messi sobre la mesa con una nueva especie? ¿Cuáles son las reglas y límites a la hora de nombrar?
- R: Es una actividad que se hace hace más de 300 años y tiene ciertas normas. Hay un código de nomenclatura para especies tanto de animales como de plantas, incluso hasta para los virus. Nosotros tenemos un poco de libertad. Yo digo siempre que nombrar nuevas especies, para los que hacemos ese tipo de actividad, es un pequeño momento de creatividad que tenemos. Los trabajos científicos no son muy muy artísticos, no liberan mucho la la creatividad, porque son bastante rígidos. Los nombres especies perduran en el tiempo, nos trascienden a los científicos, entonces nos dan un momento para dejar plasmado algún gusto, algún fanatismo como en este caso. A mí me gusta homenajear, nombrar, agradecer a personas, a lugares, a instituciones o hablar un poco de las cosas que nos gustan y también aprovecharlo. Aunque no sean grandes fósiles con el carisma de un dinosaurio.
Aprovechar algo pequeño para agradecerle a alguien que nos dio tanta alegría como Messi y a la vez llamar un poco la atención para que terminemos hablando de cómo era el mar en Patagonia hace 20 millones de años.
- R: Es una actividad que se hace hace más de 300 años y tiene ciertas normas. Hay un código de nomenclatura para especies tanto de animales como de plantas, incluso hasta para los virus. Nosotros tenemos un poco de libertad. Yo digo siempre que nombrar nuevas especies, para los que hacemos ese tipo de actividad, es un pequeño momento de creatividad que tenemos. Los trabajos científicos no son muy muy artísticos, no liberan mucho la la creatividad, porque son bastante rígidos. Los nombres especies perduran en el tiempo, nos trascienden a los científicos, entonces nos dan un momento para dejar plasmado algún gusto, algún fanatismo como en este caso. A mí me gusta homenajear, nombrar, agradecer a personas, a lugares, a instituciones o hablar un poco de las cosas que nos gustan y también aprovecharlo. Aunque no sean grandes fósiles con el carisma de un dinosaurio.

- P: Usted, que ha descubierto tantas nuevas especies y criaturas, ¿no ha recibido presiones de clubes de fútbol o empresas para hacer un guiño a sus productos?
- R: A veces hay opiniones, pero no; no hay presiones. A veces los trabajos científicos son revisados por pares, por otros científicos, y a veces alguno no le gusta y te sugieren cambiar el nombre. Pero como este es un espacio de libertad, no tenemos por qué seguir esas opiniones. Vos podés nombrar dentro de los códigos de nomenclatura: básicamente, no dar nombres ofensivos.
- R: A veces hay opiniones, pero no; no hay presiones. A veces los trabajos científicos son revisados por pares, por otros científicos, y a veces alguno no le gusta y te sugieren cambiar el nombre. Pero como este es un espacio de libertad, no tenemos por qué seguir esas opiniones. Vos podés nombrar dentro de los códigos de nomenclatura: básicamente, no dar nombres ofensivos.
- P: ¿Estos ‘homenajes’ no tiene algo de generoso por su parte? Porque la gente puede (y suele) ponerle su propio nombre a lo que a lo que descubre, ¿no?.
- R: Bueno, trabajo con muchos caracoles fósiles. Y, por ejemplo, he nombrado alguno en honor a (Héctor Germán) Oesterheld, el que es un geólogo y escritor de historietas argentino, el autor de El Eternauta, por ejemplo, que fue desaparecido… es uno de los desaparecidos de la última dictadura militar en Argentina. También le dediqué un caracol Mario Bros, a Superman. [Pérez participa, también, en un pódcast sobre cultura cómic]. Es hablar de un gusto personal, pero también busco que a veces los nombres hablen un poco de los de los bichos con los que estoy trabajando, que tengan alguna característica. Pero también a paleontólogos argentinos. Pero nos gana la pasión futbolera. Al mismo tiempo que salió Discinisca messi, tenemos el caso de una rana fósil, nombrada como Dibu Martínez (arquero de la selección que triunfó en Catar). Estamos en un momento en que van a empezar a aparecer un montón, están saliendo todos los trabajos que fueron enviados en diciembre del año pasado.
- P: La selección nacional de los fósiles ¿Vienen más Messis en camino? ¿Qué hay de Liolaemus messi?
- R: Bueno, esa una especie actual de lagarto que descubrieron hace un par de años. Fueron biólogos también. Supongo que fanáticos del fútbol. Entiendo que empieza a ser ya una tradición en el mundo natural. Y, sí… vamos a ver ahora más especies nuevas y nombres. Sé que van a venir más también por ese lado del fútbol. Siempre aparecen nuevas oportunidades para nombrar organismos. Ahí aparecen todas las pasiones que están en en nosotros, en mis compañeros. Son decisiones en que a veces ni hay ni mínima discusión.
“Las almejas son el ‘balón de oro’ de la evolución. Existen desde hace 500 millones de años. Hay miles de especies”.
- P: En la historia de la Tierra, ¿quién es el ‘balón de oro’ de la evolución?
- R: Las almejas. Tienen de todo. Existen desde hace 500 millones de años y explotaron en los últimos 60 de formas increíbles. Hoy no se puede imaginar una playa sin almejas y sin bivalvos. Y sin embargo hay miles y miles de especies y todas empezaron a diversificarse de formas muy locas. Más que descubrimiento soñado al que poner nombre, me gustaría contar una historia lo más completa posible, tener la suficiente cantidad de información para poder saber cómo ocurrieron sucesos de un pasado remoto. Y homenajear, con su nombre, a todo un grupo organismos nuevos.
- P: Decía usted que las disciniscas se encuentran ahora en la costa del Caribe americano, ¿Podemos anticipar que Miami será un hábitat óptimo para Lionel Messi?
- R: Messi es el más grande, ya demostró y ganó todo. Donde elija estar lo vamos a acompañar y a seguir agradeciéndole. Y si es en zonas más cálidas, como las disciniscas de hoy día, ¡suma a las razones para haber elegido el nombre!
- R: Messi es el más grande, ya demostró y ganó todo. Donde elija estar lo vamos a acompañar y a seguir agradeciéndole. Y si es en zonas más cálidas, como las disciniscas de hoy día, ¡suma a las razones para haber elegido el nombre!
De Messi a David Bowie, nuevas especies con nombres de celebridades
La humanidad ha logrado identificar, catalogar y nombrar a aproximadamente 1,8 millones de especies. Pero como recuerda Federico Kukso en Sinc, hay tres, cinco, diez o incluso 100 millones adicionales todavía están a la espera de ser descubrieras y bautizadas.

Recuerda el biólogo alemán Michael Ohl que los nombres de las nuevas especies son bellezas lingüísticas. Dice en The Art of Naming que “la imaginativa invención de nombres científicos para especies recién descubiertas es un ritual especialmente alegre. Es a través de la denominación de las especies que percibimos y entendemos la naturaleza”.
El mundo natural está lleno de homenajes y pasiones. Maradona no podía ser una excepción. “El 26 de noviembre de 2020, un día después de su fallecimiento, salió publicada una de una especie de libélula (caballito del diablo) nueva con el nombre de Maradona (Librelula maradoniana)”, recuerda Pérez.
Su autor, Julián F. Petrulevičius, comienza así su artículo científico en la revista donde presentó su descubrimiento: “En honor a Diego Armando Maradona (El Diego) el mejor futbolista mundial de todos los tiempos. En la Copa de la FIFA 1986, Maradona, el jugador de fútbol del pueblo, redefinió el fútbol en menos de cinco minutos”. Y, párrafos después, empieza a hablar del ejemplar.
Maradona está empatado con Messi a nombres científicos. Existe otro ejemplar de ‘parásito cascarudo’ con el nombre de Diegoglossidium Maradonai. Pero otras celebridades han tenido el honor de quedar inmoratalizadas en el olimpo de la taxonomía:
- Arañas en honor a David Bowie, Ozzy Osbourne, Johnny Cash, John Lennon, Harrison Ford, Pablo Neruda, Jack Nicholson, Orson Welles, Elvis Presley y el escritor uruguayo Mario Benedetti. El pasado marzo, también homenajearon a la selección argentina con una araña Scaloneta.
- Avispas han sido denominadas en recuerdo de Rosalind Franklin, Lady Gaga o Shakira.
- Trilobites que homenajean a Mick Jagger y Marilyn Monroe.
- Escarabajos que honran a Arnold Schwarzenegger o a Novak Djokovic.
- Lagartos como el que lleva el nombre completo de Lionel Messi y otro extinto que conmemora a Jim Morrison.
- Un crustáceo llamado Stephen Hawking.
- Un gusano de nombre Bob Marley.
- Un lirio de mar que recuerda a Salvador Dalí.
- Y, por supuesto, dinosaurios. El escritor Michael Crichton, autor de Jurassic Park, cuenta con dos: Crichtonsaurus y Crichtonpelta benxiensis.