Uno de los debates que se ha abierto en los últimos meses en torno al Franquismo, en el 50 aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, es el del acceso de las mujeres a la educación universitaria durante el régimen.
[Este artículo forma parte de una cobertura especial sobre desinformación en torno a la figura de Franco en el 50 aniversario de su muerte. Puedes leer otros aquí sobre la política social, la economía y los embalses durante el Franquismo o el aumento del extremismo entre los jóvenes]
Qué se dice. Por un lado, que las mujeres no podían estudiar en la universidad o que el Franquismo limitó sus posibilidades de estudio; por otro, que sí hay ejemplos de mujeres que consiguieron graduarse en aquella época.
- En el plano político, el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, pidió a principios de año no olvidar “que en los años en los que no había democracia no se permitía a las mujeres estudiar”.
- A lo que la diputada del PP Ester Muñoz contestaba diciendo que su abuela, nacida en los años 30, había estudiado para ser perito mercantil.
La afirmación de Torres también ha sido cuestionada en redes por usuarios que aseguraban que sus ascendientes mujeres sí habían accedido a alguna carrera universitaria.
- En algunos casos, incluso se ironizaba sobre el tema, en línea con las narrativas de desinformación que ponen en duda la represión que sufrieron las mujeres en aquella época, compartiendo imágenes de mujeres en minifalda descontextualizadas, como verificamos aquí.
Qué sabemos. Las mujeres tenían permitido estudiar en la universidad durante el Franquismo. De hecho, el porcentaje de estudiantes aumentó a lo largo de esos 40 años, aunque las expertas advierten de que el acceso estaba condicionado al origen social y al papel que la Dictadura reservaba a las mujeres.
Los datos. En su investigación sobre La educación femenina en el sistema educativo español, los profesores de Historia de la Educación Laura Sánchez y José Luis Hernández cifran la evolución de la inclusión de la mujer en las aulas universitarias, también durante el Franquismo.
- “En 1940, la representación de las mujeres en la universidad era del 13,2%. La mayor presencia femenina estaba en las facultades de filosofía y letras, en ciencias había un 11%, en las de derecho y medicina el porcentaje se reducía al 3% y en veterinaria no alcanzaban el 1%”.
- Y ya en la década de 1960, “el aperturismo social y político de España exigía un cambio en el sistema educativo”, que elevó el porcentaje de mujeres universitarias al 26%, explican.
Qué papel tenían las mujeres. En un país que debía gestionar los destrozos de la Guerra Civil iniciada por Franco, la Dictadura entendía que las mujeres debían “ayudar con funciones asistenciales” y dar “socorro a la población necesitada”, explican Sánchez y Hernández.
- Esas tareas se hacían, sobre todo, en las “instituciones de auxilio social donde el fomento de la maternidad iba acompañado de la lucha contra la mortalidad infantil”.
Contexto. El papel que el Franquismo tenía reservado a las mujeres condicionó sobremanera su acceso a la universidad. Lo explica a Newtral.es Beatriz García, profesora de historia contemporánea en la Universidad de León, que ha investigado sobre la memoria democrática de las mujeres en España, la situación de las presas con Franco, el divoricio o las reclamaciones laborales femeninas.
- “Lo que hizo el Franquismo fue imponer un modelo de género para las mujeres: lo que deseaba la sociedad en ese momento era que fueran esposas y madres. Se entendía que todos aquellos conocimientos al margen de lo que tenía que saber una mujer para llevar su casa no eran tan necesarios”.
- También había un componente económico: “Muchas mujeres no pudieron seguir estudiando porque eran pocas las familias que podían dar a sus hijos estudios y, si podían, siempre priorizaban a los chicos”. En muchos casos, las que solían llegar a la universidad “eran hijas de afines al régimen”.
Qué carreras elegían. García detalla que las profesiones hacia las que se orientaban las mujeres estaban también ceñidas a la idea que el Franquismo tenía de ellas: centradas, normalmente, en los cuidados.
- “La de maestra, por ejemplo, estaba bien vista porque consistía en tratar con niños, lo que les correspondía por su rol de género. En otros ámbitos, también se aceptó para ellas la de farmacéutica, porque la botica no dejaba de ser como una especie de cocina en la que mezclaban ingredientes, también por el concepto de curación y atención al otro”.
- En ese sentido, detallan Sánchez y Hernández en su investigación que “llegó a haber una presencia mayoritaria de mujeres [durante el Franquismo] en filosofía y letras y en farmacia”, con un 69,9% y un 50% de estudiantes universitarias, respectivamente.