Resuelto el misterio que parecía estar apagando la estrella Betelgeuse

El 'estornudo' de Betelgeuse | NASA, ESA, Hubble
El 'estornudo' de Betelgeuse | Wheatley, NASA, ESA
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Nadie sabe qué hace una estrella justo antes de morir. En concreto, justo antes de explotar. Pero sí sabemos que algunas empiezan a apagarse, a debilitarse, en los momentos antes de despedirse del universo con un estallido que libera cantidades inimaginables de energía. Dejando en su lugar lo que se conoce como una supernova, con un brillo visible desde la Tierra a plena luz del día, si la estrella era ya detectable en las noches terrenales.

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¿Es esto lo que le estaba pasando a la estrella Betelgeuse? Parece que no. La estrella, la más brillante de Orión, se venía oscureciendo desde el pasado otoño. Al punto de que se especuló con la posibilidad de una inminente explosión y muerte en forma de un espectáculo brutal en nuestros cielos. Pero un nuevo artículo, publicado en The Astrophysical Journal, viene a decir que, simplemente, Betelgeuse ha ‘estornudado’.

Perseidas

¿Fue la Estrella de Belén fue una supernova como será Betelgeuse?

La atenuación inesperada de esta supergigante roja probablemente fue causada por una inmensa cantidad de material caliente expulsado al espacio, que acabó formando una nube de polvo. Este fue el que bloqueó la luz de Betelgeuse durante un tiempo. No explotó la estrella, pero sí debió de escupir de golpe millones de partículas de su interior, como en un estornudo.

El telescopio Hubble captó el estornudo

Tras varios meses de observación de luz ultravioleta de Betelgeuse, que el Hubble comenzó a registrar en enero de 2019, vieron señales de un material denso y caliente moviéndose a través de la atmósfera estelar en septiembre, octubre y noviembre del año pasado. Luego, en diciembre, varios telescopios terrestres observaron que la estrella disminuía el brillo en su hemisferio sur.

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Orión es fácilmente reconocible por el trío de estrellas que aparece ahora a altas horas de la madrugada por el este.

«Con el Hubble, vimos el material cuando salió de la superficie visible de la estrella y se movió a través de su atmósfera, antes de que se formara el polvo que hizo que la estrella pareciera atenuarse», explica Andrea Dupree, directora asociada del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (EE.UU.). Además, “pudimos ver el efecto de una región densa y caliente en la parte sureste de la estrella moviéndose hacia fuera», destaca.

«Este material era de dos a cuatro veces más luminoso que el brillo normal de la estrella. Pero, aproximadamente un mes más tarde, el hemisferio sur de Betelgeuse se atenuó notablemente a medida que la estrella se debilitaba. Creemos que es posible que la nube oscura haya resultado de ese flujo de salida», dice la investigadora. 

El plasma supercaliente fue liberado desde una gran célula de convección en la superficie de la supergigante roja. Luego pasó a través de la atmósfera caliente a las capas exteriores más frías. Se alejó millones de kilómetros y a esa distancia, se enfrió y formó los granos de polvo.

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La nube de polvo resultante bloqueó la luz de aproximadamente una cuarta parte de la superficie de la estrella. El oscurecimiento comenzó a finales de 2019 y la estrella recuperó su brillo normal en abril de 2020.

Supernovas: una preciosa catástrofe del universo

Betelgeuse es una estrella supergigante roja envejecida. Ha ido aumentado de tamaño debido a cambios complejos en el enorme reactor de fusión nuclear que es su corazón. Ahora es tan grande que si reemplazara al Sol en el centro de nuestro sistema solar, su superficie exterior se extendería más allá de la órbita de Júpiter.

Recreación de una explosión que deriva en supernova | NASA

Aunque esta vez no le ha tocado, su destino es una explosión de supernova en un futuro no muy lejano. La estrella está relativamente cerca, a unos 725 años luz, por lo que su oscurecimiento temporal en realidad habría ocurrido alrededor del año 1300, teniendo en cuenta lo que tarda su luz en llegar a la Tierra. O sea, que lo que sabemos ahora de ella ocurrió hace más de 700 años.

Quizás ya haya explotado. Y lo sabremos, porque es posible que su destello no llegue en forma de un brillo potente en el cielo, incluso visible durante el día, durante varias jornadas, como ha ocurrido en supernovas anteriores.

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De hecho, un reciente estudio viene a decir que el fin del universo tendrá algo que ver con este tipo de explosiones luminosas. En el frío futuro del cosmos, agotado de energía, hasta las estrellas más pequeñas terminarán explotando como granos de pólvora colorida en el cielo. Tal y como hacen las grandes ahora y como hará Betelgeuse mucho antes.

Por fortuna, todo quedará en eso. Su material está suficientemente lejos como para que pueda afectarnos más allá de regalar un espectáculo de fuegos artificiales cósmicos.

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