Miriam Leirós de Teachers for Future: “Hay bulos climáticos que llegan a chavales de 10 años por redes antes que por casa”

Miriam Leirós, impulsora de Teachers for Future Spain | M. Viciosa
Miriam Leirós, impulsora de Teachers for Future Spain | M. Viciosa
Tiempo de lectura: 9 min

Hace cuatro años que un grupo de maestros armó un blog para compartir inquietudes y experiencias sobre docencia relacionada con la emergencia climática. Al calor de las huelgas escolares impulsadas desde Suecia por Greta Thunberg, aquel ‘Blogspot’ se convirtió en Teachers For Future Spain. Hoy es el principal nodo europeo, junto al sueco, de estos profes por el futuro. Al frente de estos profes por el futuro se encuentra Miriam Campos Leirós.

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Profesora de primaria en el colegio Mallón de Nigrán (Pontevedra), lleva 20 años dando clases con una ‘máxima de mínimos’: “que el alumnado se relacione con la naturaleza y aprenda a conocerla y respetarla, como punto de partida”. El fin: un mundo no sólo más limpio, sino más justo. 2020 supuso un frenazo a parte de sus actividades, como las ‘huelgas por el clima’ (parones en los recreos cada viernes), que este curso han retomado.

  • PREGUNTA: ¿Habéis percibido un antes y un después tras la cumbre de 2019 entre alumnado y entre profesorado?
  • RESPUESTA: Hubo un momento álgido tras la cumbre de Madrid, la concienciación de los jóvenes estaba trasladándose a los adultos. Pero la pandemia rompió aquello. Aunque había relación digital, hubo aislamiento. Además, ya estábamos psicológicamente muy afectados y la gente necesitaba de algún modo apartase de las catástrofes, no tenían tiempo para pensar en mucho más que más que la pandemia. Era lógico pero fue un retroceso. Con el tiempo, se ha quedado mucho postureo covid fomentando, por ejemplo, el uso de algunos materiales desechables que no tienen nada que ver con la higiene para evitar contagios.
  • P: ¿Este 2021 se sigue parando los viernes?

  • R: Se está empezando a retomar. Hay cosas que aún no podemos hacer. Pero las visitas de personas ajenas al centro, como las de científicos, se han retomado. Los viernes, poco a poco, tenemos más sensación de normalidad. Queremos que la cumbre de Glasgow de noviembre sea el punto para volver al foco y llevar esas noticias que se generarán a las aulas.
  • P: Empezásteis como una red de profes y ahora vais a por los 28.000 centros educativos de España, ¿que esperáis de ellos?
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  • R: Desde 2019 llevamos con esta campaña. Ojalá todos los centros tuvieran educación ambiental y sobre la emergencia climática. Ahora seremos unos 3.000 implicados en al menos una campaña. Queremos que llegue a todos los docentes de España. La cuestión es que no hay legislación que nos acompañe, pero científicos y medios sí ponen el foco en ello y la escuela tiene que ir de la mano de la sociedad

Profes por el Futuro realizó el 3 y 4 de octubre el primer encuentro presencial de su red, en Madrid. Básicamente se trataba de compartir recursos y experiencias de distintas aulas de España y conectarlas a nivel internacional. Con la presencia de representantes del Ministerio de Transición Ecológica y de Educación, desde Teachers for Future aprovecharon para elevarles una histórica reivindicación: que la emergencia climática entre en las aulas por ley.

Camilo Ruiz, de la Universidad de Salamanca, en el I Encuentro Profes por el Futuro en Madrid | TFF

En la actualidad, no hay una norma educativa que especifique cómo desarrollar contenidos sobre cambio climático o sostenibilidad en primaria o secundaria. Así, por mucha iniciativa que tenga un docente aislado, puede no encontrar el respaldo del equipo directivo o del resto de colegas. “Queremos que se incorpore al currículo de contenidos, pero no en una asignatura”, afirma Leirós. Teachers for Future teme que se pudiera convertir en la nueva Educación para la Ciudadanía, con el consiguiente fracaso, “porque se vería como la asignatura de tal o cual gobierno”.

La OCDE habla no sólo de la necesidad de dar unos contenidos. Sino de que el alumnado desarrolle competencias. Es decir, que sea capaz de aplicar en su día a día esos conocimientos. “Puedes ser muy bueno resolviendo problemas de de matemáticas del libro e incapaz de hacer una buena compra. Buscamos una aplicación ecosocial”. Pero esas palabras a veces suenan a ‘ideología’ cuando se mezclan con bulos, montajes o simple desconocimiento de conceptos ambientales o energéticos.

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Teachers for Future se opone a una asignatura sobre emergencia climática

Así es un eco-legio. Así vivieron sus Fridays For Future en un colegio de Sanse en 2019, coincidiendo con la COP-25
  • P: ¿Cuáles son las principales carencias en conciencia ambiental en alumnado y docentes?
  • R: Aunque el concepto cambio climático se maneje cuando preguntas sobre cómo nos afecta, en la práctica es bestial el desconocimiento. Creen que el calentamiento global es sólo subida de temperatura y ya está. No lo relaciona con las hambrunas, injusticia social… Al alumnado le pasa también. Creen que es cosa de quitar plástico del mar o que nos pondremos durante más meses la manga corta. Hay que trabajar conceptos, también las ideas de adaptación a la emergencia climática y la mitigación. Requiere tiempo. Los contenidos curriculares pueden relacionarlo todo.
  • P: ¿Se habla poco de clima en el aula? ¿Se circuscrible a la clase de ‘natu’?
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  • R: Pongo un ejemplo. Tras el informe con los datos del IPCC, hemos empezado el curso sin haber arrancado directamente con esto. ¡Y es tremendo para la humanidad lo que dice! Como muchos docentes no lo entienden o conocían, lo relegan a cientos momentos o asignaturas. Tendría que estar presente a diario. Pero también hay que cambiar hábitos en el aula. No podemos esperar al momento en que el alumnado se incorpore a la sociedad activa. Ya mismo transmiten información e ideas a la familia. Incluido el pedir cuentas y exigir a los representantes políticos.
  • P: ¿Han calado los fakes y la desinformación entre la infancia? ¿Son ellos el principal freno potencial?
  • R: Han calado los fakes climáticos. Te das cuenta de que ya entran a discutir desde los 10 años (5º de Primaria). Suelen llegar a clase con información mezclada con falsedades, bulos o inventos. Te rebaten en el aula. Les llegan antes por las redes sociales que por casa. Si bien no pueden hacer uso de las redes legalmente hasta los 14, la edad de acceso ha bajado a los 10, sobre todo con Tiktok. Ahí cualquier persona habla y cuenta algo que puede ser mentira. No puede convertirse en su primer contacto con el tema climático. Es verdad que en familias también circulan los bulos e intervenir ahí es un tema complicado porque confrontas con el ‘mi padre me ha dicho que…’ y, ¿cómo lo haces sin desautorizar a sus padres?
  • P: ¿Cómo trabajáis el tema de la desinformación en el aula?
  • R: Es curioso, porque se apuesta mucho por educación digital, más aún desde la pandemia, pero sin que se tenga la formación para manejar toda esa información. No trabajamos en el aula esto lo suficiente. Pero sí procuramos inculcar que se contrasten las fuentes y remitirse a pruebas. Son ellos los que transmiten esa información en casa. Pero hay tantas que muchas veces tienes que ir con ellos poco a poco. Yo a veces les doy enlaces falsos y verdaderos para que lleguen a la conclusión de qué es cierto y qué no. Lleva mucho tiempo preparar ese material. En general, instintivamente si ven un enlace que pone ‘news’, creen que es importante. Pero, sobre todo, si tiene muchos ‘likes’ o ‘corazones’. Hay que explicarles que los ‘me gusta’ no garantizan fiabilidad, como no lo hace una alta audiencia en la tele.

Hay que explicar en el aula que una información con muchos ‘likes’ en redes no garantiza su fiabilidad, como no lo hace la mucha audiencia en la tele.

  • P: ¿Habéis encontrado focos de negacionismo climático entre profesorado y familias?
  • R: A veces detectamos focos de negacionismo en las familias. Un ejemplo: lo del precio de la luz dicen que viene por las renovables. Como hay un sector que criminaliza a todo lo que sea reivindicación o cambio verde, con este tema ya se ve cómo quieren de hacer de esto una causa. Eso lo oyen en casa. También hay quien no tiene claro lo del calentamiento… te hablan de que el frío de Filomena, por ejemplo, demuestra que no es para tanto. Lo han oído antes. El mismísimo Trump vino a decir algo así.
  • P: Pero algunos padres pueden ver esto como que se les está exigiendo un esfuerzo extra, incluso económico, por el clima, desde una supuesta posición acomodada.
  • Microplásticos hasta en las bolsitas del téR: Es cierto que no podemos incurrir en incoherencias, como que estemos explicando las consecuencias de la quema de combustibles fósiles y calentar el colegio con diésel. Para eso hemos ideado las ecoauditorias. Como mínimo, para que seamos conscientes de lo que hay que cambiar a nuestro nivel. Desde el tipo de menú que se sirve en comedor, hasta el tipo de calefacción. O la gestión del agua o materiales. Es absurdo hacer un mural sobre contaminación usando purpurina, que es un microplástico dañino para los ecosistemas. Y claro que tampoco se trata de que el esfuerzo recaiga sólo de un lado.
  • Con esto de que vienen “pisando fuerte” o “están muy concienciados” ¿No estamos cargando a juventud e infancia con demasiada responsabilidad climática por ser “nuestro futuro”?
  • R: Efectivamente. Cuando decimos que estas generaciones tienen que solucionar el problema les estamos cargarlo con una mochila enorme. Otra cosa es concienciar o respaldar sus acciones cuando tienen una edad para realizarlas. Pero estamos para que cale el mensaje. Hay muchas formas de participación democrática. Empezando por reclamar a los políticos. La sociedad puede hacer gestos diarios. Pero mientras no se elaboren leyes para cambiar las cosas, nuestra capacidad es minoritaria en comparación. Les tocará vivir un tiempo más complicado.
  • P: Antes de llegar a la huelga por el clima ¿qué simple gesto empieza la educación ambiental?
  • R: Observar el paso de las estaciones. La idea (revolucionaria) de que el tiempo natural sucede y hay que respetarlo, por más que queramos ir más deprisa. Que los frutos vienen cuando tienen que venir. Conseguir lo material en el menor tiempo empieza a corromper al alumnado. Al enseñarles insectos que dejan de aparecer en otoño, que cambian los colores… nos hace aprender a respetar el paso del tiempo. Eso es sencillo y la base de todo.