José Viña: “España es muy longeva, pero no envejece tan bien, demasiados mayores sufriendo”

El doctor especialista en envejecimiento José Viña | UV
El doctor especialista en envejecimiento José Viña | UV
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El 4 de agosto de 1997 murió Jeanne Calment. Tenía 122 años y 164 días. La decana del cementerio, la mujer más longeva de la historia… hasta que un matemático ruso sembró la teoría de que había sido una impostora. Calmet, según esta teoría, habría muerto con 99 años. Nada mal, por otro lado. Sin signos de demencia y con una movilidad envidiable. Envejecimiento saludable.

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Con tres años menos que Calmet, la madre del doctor José Viña (Valencia, 1953) comenzó a subir las cinco plantas de su bloque a pie, por indicación de su hijo. “Su estado mejoró”. ¿Alarga la vida subir escaleras? Quizás no, pero fue una mujer menos frágil hasta su reciente fallecimiento, ya con los 99 mismos [posibles] años que Calmet. “Asumimos que el límite de la vida humana normalmente está en los 100-110 años, pero podemos hacer que la gente llegue a la edad avanzada con buena calidad de vida. En medicina llamamos ‘fragilidad’ a lo contrario”.

Viña, catedrático y Premio Nacional de Investigación en Biomedicina en 1998, lleva cuatro décadas escudriñando factores genéticos y nutricionales que influyen en el envejecimiento. Pero también en las enfermedades que han proliferado según nos hemos convertido en una especie que estira su esperanza de vida, como la del alzhéimer. Poco amigo de elixires de juventud, tiene una receta no para vivir más, sino para evitar lo que más le preocupa: la inexorable química de la fragilidad. La del envejecimiento saludable.

  • PREGUNTA.- ¿Envejecer es esencialmente oxidarse?
  • RESPUESTA.- Esa es una frase afortunada del que fue un buen amigo, el doctor Xaime Miquel (en los 80 dirigió un programa de la NASA sobre el efecto de los rayos cósmicos). Se basaba en la teoría de los radicales libres del envejecimiento. Son productos derivados de oxígeno que pensábamos que estaban ahí sólo para hacer daño. Pero ahora sabemos que son útiles, que son señales celulares, avisos. Es verdad que envejecemos porque nos oxidamos, pero no es toda la verdad. Hay otras cosas que nos llevan al colapso energético y vital.
  • P.- ¿Qué nos hace viejos? ¿Estamos programados para envejecer?
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  • R.- El acortamiento de los telómeros es otra cara del envejecimiento. Los cromosomas, que empaquetan el ADN, tienen unos remates que son esos telómeros. Cada vez que la célula se divide, se acortan un poquito. Llega un momento en que esa capa protectora es tan corta que ya no puede duplicarse más. Eso lo descubrió el alumno de Ochoa que compartió el Nobel con él. Sabemos que la telomerasa es capaz de aumentar los telómeros en algunas células. Pero, ojo, eso también ocurre en las células cancerosas.

  • P.- Las dos caras, ¿es por eso que las células cancerosas son casi inmortales?

“No conozco ningún compuesto que, tomado, alargue la vida. Ni siquiera en animales”.

  • R.- Es por eso. Pero también podríamos decir que la especie humana es ‘inmortal’, solo que desde el origen las células se están dividiendo y dividiendo y mutando y mutando. Con su telomerasa (una enzima presente en nuestras células, que trata de evitar ese acortamiento). Yo no sé a día de hoy de ningún compuesto que tomado alargue la vida. Ni siquiera en animales.
  • P.- Pero hay ratones a los que han alargado la vida
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España, un problema con la dependencia

A pesar del zarpazo que la COVID-19 ha dado a la esperanza de vida, España tiene la mejor cifra de longevidad de la Europa comunitaria y la tercera del mundo (en países de más de un millón de habitantes). Nos superan Japón y Suiza. 80,4 años en hombres y 86,1 en mujeres de media, según datos del Ministerio de Sanidad de diciembre de 2020. Somos un país longevo, “pero frágil”, apostilla . Augura que la mitad de la población española puede ser ”dependiente en dos décadas si no hacemos algo“.

No siempre fue así. España empezó a destacar entre los países europeos en longevidad a finales del siglo XIX, cuando las guerras suponían un verdadero mordisco a la estadística de la esperanza de vida. Pero no fue hasta 1980 en que comenzó a subir al escalafón de los países donde se vive más años a nivel mundial. El reto está ahora en el envejecimiento saludable.

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 En informe ‘Cuidados de larga duración en Europa en el horizonte de 2030’ habla de que el número de dependientes en España se duplicará al término de esta década. El principal factor: en envejecimiento no saludable.

  • P.- Con la pandemia hemos valorado el concepto de ‘los más frágiles’. ¿Hay una química de la fragilidad?
  • R.- Nadie ha vivido 500 años, ni ningún ratón 8, ni una mosca un año. Lo que sí podemos hacer es que la gente llegue a edad avanzada con muy buena calidad. Fragilidad es lo contrario: que en lo físico se vaya muriendo la gente lentamente, pierde peso, apenas se puede levantar de la silla o coger una botella; si no puedes levantarte, no puedes ir solo al baño, si no puedes coger una botella, no puedes comer solo, te vuelves dependiente. No podemos alargar los años pero mejorar la calidad de vida muchísimo.
  • P.- ¿Cómo se puede frenar o combatir esa fragilidad si no hay antídoto?
  • R.- Podemos retrasar el paso de la fragilidad a la dependencia. Programas de ejercicio específicos y de nutrición. No “tranquilidad y buenos alimentos”. España es muy longeva, pero el 17º país en longevidad saludable. Vivimos mucho, pero hay demasiada gente sufriendo. Nos haría falta algo así como un genio, un Einstein que revolucione la longevidad para hablar de vivir más. Pero con la visión actual, podemos combatir la fragilidad con ejercicio, nutrición y suplementos en quienes lo necesiten.

    Tenemos dos opciones: buscar qué genes te hacen casi inmortal o aumentar la longevidad (hemos descrito al menos tres, incluido el de la telomerasa). Pero nuestro equipo está más por buscar cómo mejorar la calidad de vida. Evitar la dependencia es importantísimo. Desde el punto de vista humano, lo primero. Económicamente, además, son 18.000 millones de euros al año. Y podríamos bajarlo a la mitad con ejercicio, nutrición y suplementos.
  • P.- ¿Cuestión de hábitos más que de pastillas?
  • R.- No vale para nada el ‘paseo saludable’. Paseen, sí. Pero hagan programas específicos de ejercicio. Igual que la nutrición, específica para cada grupo y para cada edad. Investigamos qué modificaciones específicas podemos introducir para retrasar el paso de la fragilidad a la dependencia.

Para el doctor Viña, hay unos “parámetros de fragilidad me mejoran muy sustancialmente con intervenciones”. Y en la química de la fragilidad, también aparece una sustancia a veces vendida como ‘milagro’: el glutatión, que lleva estudiando desde hace décadas. Está en nuestro organismo y se obtiene a partir de precursores que están en alimentos “ricos en proteínas”. Por lo que recomienda suplementar sólo cuando es necesario.

Envejecimiento saludable: “Los centenarios nos dan muy buen ejemplo. Comprimen la morbilidad y son un sitio donde mirarnos”

Viña trabajó en los años setenta con Hans Adolf Krebs, Nobel de Medicina en 1953, conocido por definir el ciclo del metabolismo del ácido cítrico. “Me dijo: ‘ponte a mirar el glutatión, que hay más en la célula que en glucosa, vamos, que no era una moleculilla”. De ahí a ser un elixir de juventud dista mucho. Y, desde luego, no el único ingrediente de un envejecimiento saludable.

“Los centenarios nos dan muy buen ejemplo de ello, suelen tener una muerte plácida y comprimen la morbilidad. Tenemos donde mirarnos. Y donde mirar: en sus hábitos y análisis de sus genes. No estamos dando palos de ciego”, concluye.