Circula por redes sociales, y nos habéis preguntado en nuestro servicio de verificación por WhatsApp, por una foto del ministro franquista José Antonio Girón junto a supuestas medidas que puso en marcha durante su mandato en el Ministerio de Trabajo entre 1941 y 1957. En concreto, los avances a los que se refiere la imagen tienen que ver con cuestiones relacionadas con los derechos de los trabajadores.
En la imagen también aparece la frase “Le acaban de retirar la medalla al trabajo”, en alusión a cuando la actual ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, anunció el pasado octubre la retirada de las Medallas al Mérito en el Trabajo a destacadas personalidades de la dictadura en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática. Una de esas personalidades era José Antonio Girón.
Según el mensaje viral, Girón creó la Seguridad Social, el derecho al desempleo, las vacaciones pagadas, las horas extras y la Formación Profesional. Desde Newtral.es hemos consultado a distintos expertos y hemos revisado la legislación sobre estos temas. La conclusión, sin embargo, es que estas afirmaciones son, en su mayoría, falsas o engañosas, al mezclar datos correctos con otros que no lo son.
Las vacaciones pagadas fueron una medida adoptada en 1931 por el gobierno republicano de Manuel Azaña. Por su parte, la Seguridad Social tuvo su germen a principios de los años sesenta, pero no fue hasta la llegada de la democracia cuando el sistema se afianzó tal y como lo conocemos.
También es engañosa la afirmación que plantea que Girón fue el creador del derecho al desempleo, una medida que comenzó a adoptarse durante la II República. Aunque es cierto que la medida se implementó con más eficacia durante los años sesenta, nunca fue bajo la tutela de José Antonio Girón como ministro de Trabajo, que había dejado su cartera años atrás.
La puesta en marcha de un sistema de Formación Profesional en España tampoco se puede atribuir a una medida puesta en marcha por José Antonio Girón, ya que existen precedentes a principios de los años veinte y no fue hasta la llegada de la Ley General de Educación de 1970 cuando comenzó a instaurarse tal y como la conocemos hoy día. Otra ley más que Girón no lideró, al haber dejado su cartera en 1957.
La única afirmación que sí es cierta y que se puede atribuir al período en el que José Antonio Girón fue ministro de Trabajo son las pagas extraordinarias.
José Antonio Girón no creó la Seguridad Social
Tal y como desmentimos en Newtral.es, es engañoso afirmar que la dictadura franquista crease la Seguridad Social. Este organismo se formalizó con la creación del Instituto Nacional de Previsión (1908), en el que se integran las cajas que gestionan los seguros sociales que van surgiendo, por lo que, aunque sin ese nombre, la primera concepción de la Seguridad Social es anterior a Franco, tal y como detalla el propio organismo en su web oficial.
No obstante, se implementaron medidas como la Ley de Bases de la Seguridad Social de 1963, que pretendía implantar un modelo «unitario e integrado de protección social, con una base financiera de reparto, gestión pública y participación del Estado en la financiación». Además, esta ley estableció que la Seguridad Social sería la encargada de otorgar prestaciones por desempleo o incapacidad a los cotizantes.
La norma hizo que se creara en 1966 la Ley General de la Seguridad Social, pero no es hasta la implantación de la democracia y la aprobación de la Constitución cuando se configura el actual Sistema. De todas formas, aun concediendo que la Seguridad Social tuvo su primera ley, como tal, durante el franquismo , en ningún caso pudo haber sido obra por Girón como ministro de Trabajo, ya que él dejó su cartera en 1957, años antes de la Ley de Bases de la Seguridad Social (1963) y de la Ley General de la Seguridad Social (1966).
Derecho al desempleo: el germen que nació en los años treinta y creció en los sesenta
Según Mariano Esteban, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Salamanca, el derecho al desempleo tiene dos gérmenes históricos principales: el primero, en los años treinta, el segundo, a principios de los años sesenta.
La primera medida entra en vigor en 1931, cuando se pone en marcha la Caja Nacional contra el paro forzoso o paro involuntario. Este servicio fue creado por el entonces gobierno republicano de Manuel Azaña, con Francisco Largo Caballero como ministro de Trabajo.
Esta cobertura, que duraba entre tres y seis meses, estaba sufragada a medias entre el Estado y las prestaciones de empresarios y trabajadores y suponía más o menos un tercio del salario. Este sistema se mantuvo entre 1932 y 1933.
De igual forma, la primera ley nacional de seguro contra el desempleo se aprobó en 1961, durante la dictadura, y suponía una cobertura del 75% del salario medio durante seis meses para quienes estuvieran inscritos al sistema. A pesar de que la ley fue aprobada en plena dictadura, no fue José Antonio Girón quien llevó a cabo esta medida, sino su sucesor, Fermín Sanz-Orrio.
De todas formas, Mariano Esteban, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Salamanca, afirma a Newtral.es que “no podemos decir que en esos momentos hubiera nada parecido a la prestación por desempleo tal y como conocemos hoy o parecida, sino que estamos exclusivamente ante precedentes”. Asimismo, Esteban matiza que “en ambos casos se trataba de normas que comenzaron a abrir esas posibilidad, pero el desarrollo de las mismas careció de la universalidad que ahora tiene la prestación, siendo más amplia la puesta en práctica en los años sesenta que en los treinta, como es lógico”.
Para Daniel Lanero, profesor titular de Historia Contemporánea de la Universidad de Santiago de Compostela, el derecho al desempleo debe considerarse como “un proceso histórico de carácter acumulativo o progresivo”. Asimismo, Lanero se decanta por la primera fecha, la del período republicano, como el inicio del derecho al desempleo, ya que “es complicado hablar en términos semejantes a los actuales de derechos laborales o sociales durante el franquismo, por la naturaleza autoritaria y dictatorial del régimen”.
Las vacaciones pagadas no las creó José Antonio Girón, fue el gobierno republicano de 1931
En relación con las vacaciones pagadas, tampoco fue José Antonio Girón quien puso en marcha esta medida. Ni siquiera fue durante el franquismo. La medida entró en vigor con la Ley relativa al contrato de trabajo, publicada en el BOE del 22 de noviembre de 1931, con el primer gobierno republicano de Manuel Azaña. En concreto, en el artículo 56 se especifica que: «El trabajador tendrá derecho a un permiso ininterrumpido de siete días, al menos si su contrato de trabajo ha durado un año. El patrono, de acuerdo con el obrero, determinará la fecha en que éste haya de comenzar la vacación. El disfrute de ésta no supone descuento alguno del salario que gane el trabajador. La parte del salario en especie será pagada como de ordinario o debidamente compensada».
A pesar de ser una ley pionera, según Mariano Esteban, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Salamanca, “no era (la ley) una de las primeras del mundo que reconocían las vacaciones pagadas. En la mayoría de los países [occidentales] ese derecho se consiguió inmediatamente después de la I Guerra Mundial”.
Las primeras pagas extraordinarias: una medida de posguerra
A diferencia de la Seguridad Social, el derecho al desempleo y las vacaciones pagadas, la creación de las pagas extraordinarias sí se puede atribuir a una medida llevada a cabo durante la dictadura franquista. Franco puso en marcha la paga extraordinaria en la Navidad de 1944 en un momento en el que el país trataba de paliar la alta inflación que sufría debido a la crisis económica generada por la guerra civil y la II Guerra Mundial.
El BOE del 24 de diciembre de 1944, se publicó que se disponía a pagar «al personal de industrias no reglamentadas una gratificación equivalente a la retribución de una semana para solemnizar las fiestas de Navidad».
La medida caló tanto en la sociedad que el gobierno franquista decidió establecerla de forma indefinida. Además, a la paga extraordinaria de Navidad se le sumó en 1947 la paga extraordinaria del 18 de julio, en conmemoración por el día del alzamiento. En el BOE del 18 de julio de 1947 se podía leer lo siguiente: «A todo el personal de las actividades no reglamentadas o cuya Reglamentación no establezca gratificación para el 18 de julio, Fiesta de la Exaltación del Trabajo le será abonada el día laborable inmediatamente anterior a dicha fecha y para solemnizar la misma, una gratificación equivalente a la retribución de una semana, cuando el tiempo de servicios llegase al año siendo en otro caso proporcional el tiempo trabajado».
La Formación Profesional en España: una política educativa implantada en los años setenta
Los inicios de la Formación Profesional en España comenzaron con la publicación del Primer Estatuto de Formación Profesional como tal en 1928 y posteriormente, con la entrada en vigor de la Ley de Formación Profesional Industrial de 1955, esta última con José Antonio Girón como ministro. Sin embargo, para el profesor de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, Rafael Merino, tanto el estatuto de 1928 como la legislación de 1955 “fueron leyes que tuvieron un grado de implantación muy bajo, por la insuficiencia crónica de recursos del estado para las políticas educativas y también por un grado de desarrollo económico e industrial que no necesitaba una formación elevada de capital humano”.
Para el profesor Rafael Merino, el verdadero inicio de la Formación Profesional en España llegó con la Ley General de Educación de 1970. Según indica Merino a Newtral.es, la entrada en vigor de esta legislación impulsó la formación profesional, tanto desde un punto de vista cualitativo como cuantitativo. “Desde el punto de vista cualitativo, incorpora e integra por primera vez la formación profesional en el sistema educativo, conectándola con la educación básica y con el bachillerato. Esta conexión tuvo sus detractores, que criticaban la desaparición de las figuras de aprendiz y maestro industrial de la ley del 1955, pero a largo plazo resultó ser la vía más eficaz para el aumento cuantitativo del alumnado de FP”.